Metástasis McFly

Metástasis McFly

Pedro J. Acuña, Metástasis McFly, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2015,72 págs.

 3.

Hablar del tiempo es hablar del “eterno retorno”, es pensar que hay un principio y un final, y que de ahí surge nuevamente un principio. Esta visión del tiempo responde a la causalidad, por lo que nunca es variable, esto significa que todo siempre es lo mismo, nada cambia, no hay lugar para la posibilidad, es el destino trágicamente marcado.

En Metástasis McFly, título de una de las nueve pequeñas historias que nos presenta Pedro J. Acuña, el problema del tiempo se aborda desde la visión moderna, la visión lineal, la búsqueda de la trascendencia, la posibilidad de modificar los hechos en pos de la felicidad. La historia está basada en una famosa trilogía de películas de los años 80 y principios de los 90, Back to the Future,[1] que aborda la posibilidad de viajar en el tiempo, el sueño de poder modificar los hechos que determinaron nuestras vidas e incluso la existencia misma.

Los viajes en el tiempo que realizan Marty McFly, su novia Jennifer, el Doc Brown y su fiel amigo perro Einstein, los llevan de un lugar a otro pudiendo presenciar los eventos que han construido la historia de la humanidad entera y comprobando que todos ellos están de alguna manera conectados “La vida de todos y cada uno de los seres humanos es también la nuestra: la emoción de ganar una guerra de independencia o la tristeza de perder una mujer en la antigua Roma forman parte de nosotros tanto como el primer orgasmo, el primer diente de leche. Es cuestión de perspectivas, y la del viajero temporal es, por mucho, la más panorámica.”[2] Sin embargo, ese poder casi divino de viajar en el tiempo y modificar las cosas y los sucesos a su “libre” antojo, pronto les cobra la factura, los viajes en el tiempo les provocan un extraño cáncer y cada uno irá sintiendo y viviendo su propia finitud y la de los demás.

Pareciera que la tragedia es la muerte, pero no es así, la verdadera tragedia es que la inmanencia del tiempo se vuelve a hacer presente con el “eterno retorno”, lo que pasó ya ha pasado y seguirá pasando, pues tras la muerte de Einstein, el Doc y Jennifer, Marty se propone seguir viajando hasta encontrar la cura, pero muy pronto se da cuenta de que eso no será posible, no existe, porque si así fuera, su yo del futuro habría venido a dársela.

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Más adelante, otra historia que tiene por protagonista a un vagabundo que, por un lado, pareciera no tener nada más que su vida y su vaso jaibolero, pero por otro lado, posee una sabiduría que el más rico desearía, “el budita” es un filósofo de las calles y además le gusta vivir en ellas porque ahí adquirió todo lo que necesita, entiende que “ni la vida, ni nada es nada”,[3] y le muestra a su “padrino” su manera de ver el mundo y cómo fue que llegó a tal iluminación, le regala la simpleza de la vida para que él también pueda disfrutarla y entender que ni la vida, ni nada es nada. Su sabiduría no proviene de los libros, sino de la observación, del habla mismo. Su figura es comparada -probablemente a modo de burla, pero guardando un dejo de verdad- con la de Buda Gautama. Su persona representa una leyenda para sus conocidos, es admirado y respetado como un hombre sabio y por ello su vida es vista como una guía para su padrino y todos sus amigos vagabundos.

No sé si sea intención o no del autor, pero este cuento aborda por medio de la sátira la vida vacía del hombre común, un oficinista que aunque no tiene familia tiene un empleo que le permite tener lo suficiente para llevar una vida “normal”, no es feliz y eso es claro, pero vive como todos, al día, como sea, y el budita lo saca de su rutina con su vida simple, con sus palabras que parecen no decir nada, pero que le entregan todo.

3.1

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La política y la justicia también son tratados a modo de sátira y el protagonista es “Adolfito”, un juez que no sabe cómo impartir la justicia en su tierra porque ahí tienen sus propios modos que no responden precisamente a los marcados por la ley. Él es un hombre estudiado, pero de poco carácter para tan grande faena, tiene que juzgar a dos hombres judíos acusados de violación, de ser ladrones e instigadores. La burla a la manera en que se imparte y se aplica la justicia es clara, es una cuestión de popularidad y proselitismo. Un cuento que seguramente estuvo inspirado en la política y la justicia mexicanas que han hecho una gran labor en la construcción de un país libre y soberano.

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Otro de los cuentos que hacen ruido es el de Santa Claus, uno de los personajes más conocido y amado por casi todos los niños. La historia que conocemos es la del hombre que se encarga junto con sus duendes, de hacer los regalos y juguetes de todos los niños bien portados y luego, en su trineo jalado por renos pasa la noche del 24 de diciembre entregándolos. Vive en el polo norte con la señora Claus y todos sus duendes trabajadores. Prácticamente es todo lo que hay de él pero, nuestro autor en “Cuento de navidad” dará un giro al personaje que resulta muy perturbador, Santa Claus es un gay que sufre el trastorno pasivo-agresivo que lo llevará a recrear un verdadero cuento de terror. El escritor quiere dar un toque de realidad creando la ficción de un hombre que nos resulta tan adorable, si de interés se habla, pero tan aburrido y plano, si de indagar en una posible historia de su vida se trata.

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La habilidad de Acuña, pienso, se encuentra en la simpleza de tomar temas o personajes que de una u otra manera nos resultan conocidos y crearles una historia breve en líneas, pero amplia en detalles. Tal es el caso de Lázaro, quién revive para meter en aprietos a su esposa. O el amorío entre adolescentes de secundaria y el “Sócrates”, otro vagabundo que no tiene problemas con la vida y sólo acoge lo que le dan. O el hombre que intercambia a su mujer con el diablo por un puente que lo lleve a alcanzar la pulquería; a modo de leyenda más que de cuento, porque los elementos van de la realidad a la ficción en cualquier momento.

Pedro Acuña dice hacer “biografías falsas” siguiendo la tradición homérica, quiere intervenir con lo que le gusta y hacer fan fiction.[4] El autor no tiene un punto de partida, ni un punto de llegada en su narración, es decir, puede ir desde lugares y personajes amados y admirados hasta los lugares y personajes más burdos. Su narración es desde la vida cotidiana, desde la ficción, desde historias ya creadas, desde rumores, su narración es callejera y sin pretensiones de alardear sobre una técnica. Su narración es entretenida y fácil, no guarda complicaciones ni enseñanzas porque no es su interés, probablemente se trate de un intento por virar ese desdén que hay a la cultura popular.

Bibliografía:

  • Acuña, Pedro J., Metástasis McFly, Fondo Editorial Tierra Adentro, México, 2015.

Bibliografía complementaria:

  • Nietzsche, Friedrich, La gaya ciencia, Akal, Madrid, 2001.
  • ________________, Así habló Zaratustra, Alianza Editorial, Madrid, 2011.

Videografía:

  • Ávila D. A. [ArmandoAvilaDorador]. (2015, Agosto 18). Entrevista Pedro J Acuña [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=bXCYWz6XVQ4

Notas

[1] Spielberg, Steven (Dir.). Back to the Future, [Videograbación]. [Estados Unidos]: Universal Studios, c2001. 1 DVD (111 min.), son., col.
[2] P. J. Acuña, “Metástasis McFly” en Metástasis McFly, Fondo Editorial Tierra Adentro, México, 2015, pág. 10.
[3] Ibid, pág. 22.
[4] Ávila D. A. [ArmandoAvilaDorador]. (2015, Agosto 18). Entrevista Pedro J Acuña [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=bXCYWz6XVQ4

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