Mulheres artistas: as pioneiras

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Mulheres artistas: as pioneiras

Mulheres artistas: as pioneiras (1880-1930), São Paulo, Pinacoteca do Estado de São Paulo, 2015.

En la actualidad los catálogos de las exposiciones de arte han trascendido su función original como simple registro del conjunto de las obras expuestas, para constituir, más bien, libros monográficos en derecho propio, que contribuyen a la investigación de los temas propuestos y que, además, prolongan la vida y expanden el público de las exposiciones temporales que los originan.

Tal es el caso de la obra Mulheres artistas: as pioneiras (1880-1930), catálogo/libro, fruto de la exposición del mismo nombre, exhibida en la Pinacoteca de San Pablo entre el 13 de junio y el 25 de octubre de 2015, de forma paralela y complementaria con la exposición titulada Arte en Brasil: la historia de la Pinacoteca de San Pablo. Curada por Ana Paula Cavalcanti Simioni y Elaine Dias, con la coordinación de Fernanda Pitta, la exposición se montó en dos salas, ubicadas en el segundo piso de la Pinacoteca, la primera, dedicada a la formación de las mujeres artistas y la segunda, a su labor creativa profesional, en diversos géneros y soportes,  entre 1880 y 1930.

Precedidos por un texto introductorio titulado “Las mujeres artistas de Brasil: de la formación a la creación”, escrito por las mismas curadoras invitadas, el catálogo/libro, contiene dos ensayos principales correspondientes a cada una de dichas salas: un texto titulado “Artistas en formación: métodos, desafíos y legitimación”, de Elaine Dias y “Mujeres invisibles” de Ana Paula Cavalcanti Simione. En el volumen se incluyó además un tercer texto, titulado “Profesionalización de las artes: una cuestión de género”, escrito por Maria de Lourdes Eleutério, que, de forma muy interesante y apropiada, amplía el estudio del tema de las mujeres creadoras a otros campos tales como la literatura y la música.

El libro cuenta también con una presentación a cargo del director de la Pinacoteca, Tadeu Chiarelli; la reproducción de las obras agrupadas en cada una de las salas antes mencionadas, incluyendo una sección especial dedicada a la reproducción de los “Cuadernos de diseño” de la reconocida artista brasileña Anita Malfatti; las biografías breves de las mujeres artistas representadas en la exposición; y finalmente, un listado de fuentes primarias y otro de bibliografía general que abren así la posibilidad para otros académicos interesados en el tema, de profundizar en los temas tratados en los textos.

“Las mujeres artistas de Brasil: de la formación a la creación”, como mencionamos más arriba, escrita a modo de introducción, por las mismas curadoras invitadas, Ana Paula Cavalcanti Simione y Elaine Dias, resulta un provocador preludio tanto para la exposición como para el conjunto de ensayos incluidos en el catálogo, pues pone de manifiesto los muchos puntos en común de la participación artística femenina en el crucial período comprendido entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX en distintas partes del mundo, así como algunas de las idiosincrasias propias del tema en la historia regional de Brasil, y también en las perspectivas historiográficas adoptadas por las autoras.

Las especialistas introducen así el importante tema de las restricciones educativas impuestas a las mujeres artistas en relación a su género, tema popularizado muy especialmente a partir del texto fundador de la disciplina de la historia del arte feminista de Linda Nochlin, Por qué no han existido grandes mujeres artistas (1971), principalmente en relación con su imposibilidad de acceso a las sesiones de estudio con modelo vivo, base fundamental de la pintura histórica,  jerarquizada por la Academia como la verdaderamente profesional. Acertadamente señalan las autoras, como dicha condición de amateurs, es decir, no profesionales, perduró incluso durante las primeras décadas del siglo XX, eclipsando así tanto a las trayectorias artísticas, como a la memoria histórica de las mujeres artistas de aquel entonces, no solo en su propia época, sino también en las narraciones historiográficas posteriores. Con razón concluyen las autoras en su introducción, que la exposición, o en este caso los registros fotográficos de las obras reproducidas en el catálogo, permiten apreciar la calidad estética alcanzada por las artistas, misma que no se corresponde con su apreciación generalizada como aficionadas,  con la que frecuentemente se las califica,  no en virtud de su obra,  sino más bien de su género.

El siguiente ensayo incluido en el libro se titula, como mencioné más arriba,  “Artistas en formación: métodos, desafíos y legitimación”. Escrito por Elaine Dias, su temática principal se corresponde con la tratada en la primer sala de la exposición. Con un encomiable rigor metodológico Dias comienza por reseñar detalladamente algunas de las características principales de la formación académica europea de fines del siglo XIX, que fue trasladada a varios países americanos, incluido Brasil, y los cambios más o menos contundentes que fueron introduciéndose en el país con el paso del tiempo y en relación con las situaciones propias de la región, principalmente en lo que hace a la utilización de modelos vivos y al cambio de las tradicionales e incómodas poses inspiradas por la estatuaria clásica, hacia otras más naturales y espontáneas que se correspondieron también con cambios estilísticos considerables, desde la idealización original, hacia un mayor naturalismo y realismo.

En la segunda parte de su ensayo Dias describe e interpreta algunas de las obras más destacadas de la muestra, señalando dichos cambios del vocabulario formal empleado por las artistas, demostrando al mismo tiempo una gran sensibilidad y precisión, dos cualidades fundamentales para el análisis plástico, así como la importancia fundamental que reviste la contextualización histórica de las obras estudiadas, desplegadas en la primer parte de su ensayo. Así, frente a dibujos y estudios, que sin dicho conocimiento, podrían desdeñarse como meros bocetos escolares de artistas más o menos reconocidas por la historia del arte local e internacional, descubrimos en cambio algunas de las complejas interrelaciones entre la sociedad y la producción artística de una forma reveladora y cautivante a la vez.  

El texto “Mujeres invisibles”, escrito por Ana Paula Cavalcanti Simione, se corresponde con la temática de la segunda sala de la exposición, es decir, la creación artística de las mujeres entre 1880 y 1930, y constituye otro original y bien documentado ejemplo de la nueva historiografía del arte brasileño actual. Claramente informada por la teoría feminista contemporánea, pero sin caer ni en simplificaciones, ni en proyecciones anacrónicas, Cavalcanti Simione comienza por recuperar algunos de los temas tratados por Dias, en especial las limitaciones enfrentadas por las mujeres artistas en relación con el aprendizaje basado en los estudios anatómicos de modelo vivo, para concentrarse después, principalmente, en los distintos géneros artísticos privilegiados en la producción plástica femenina y sus características propias.

Cavalcanti Simione comienza por analizar el género de las naturalezas muertas, considerado adecuado para las mujeres en aquella época, tanto por la supuesta feminidad esencial que implicaba, así como por su implícita domesticidad, pero señalando además, que a juzgar por la cantidad de obras dispersas actualmente en museos y colecciones privadas, existió un espacio de profesionalización específica para las mujeres, que respondía a un nicho de mercado particular de la época, que fue sin dudas, bien aprovechado por las mujeres. Después de pasar revista por algunos otros géneros artísticos practicados por las artistas, tales como los paisajes, las escenas de género ubicadas en espacios interiores, y las pinturas y esculturas protagonizadas por el cuerpo humano, cuyo estudio a través del modelo vivo, finalmente abrió sus puertas también para las mujeres artistas, la autora se concentra en el muy popular género del retrato, considerado como adecuado tanto para los varones como para las mujeres y,  muy especialmente,  en el autorretrato.

CUADRO DE LA EXPOSICIÓN “MULHERES ARTISTAS: AS PIONEIRAS (1880-1930)”

 Dentro de este último grupo Cavalcanti Simione destaca tres ejemplos muy significativos: el Autorretrato (1884-89) de Abigail de Andrade, el Autorretrato (1917) de Beatriz Pompeu de Camargo, y el Autorretrato (c1918) de María Pardos. Tras analizar las circunstancias personales detrás de cada una de dichas obras, mismas que constituyen conmovedores testimonios de las muchas limitaciones y prejuicios que operaban todavía en aquel entonces en contra del desarrollo profesional de las mujeres, la autora interpreta el porqué de la falta de referencias implícitas en cada una de las obras, precisamente a la vida profesional de las artistas para aludir en cambio, de forma muy reveladora a cuestiones de clase que en aquel entonces resultaban cruciales. Se trata pues de un análisis de corte sociológico de gran interés y actualidad, que sin hacer alarde de un aparato metodológico específico, ni de un andamiaje crítico extenso y tedioso para un catálogo/libro, establece pautas fundamentales para la disciplina de la historia del arte de corte feminista contemporánea.

CUADRO DE LA EXPOSICIÓN “MULHERES ARTISTAS: AS PIONEIRAS (1880-1930)”

Finalmente el libro incluye el ensayo titulado “Profesionalización de las artes: una cuestión de género”, de Maria de Lourdes Eleutério, mismo que constituye un broche de oro para continuar profundizando sobre algunas de las reflexiones iniciadas en los ensayos previos, pues no solo expande el estudio y rescate de las mujeres artistas de aquel crucial período histórico, a otros medios expresivos, más allá de las artes plásticas, sino que los entreteje con algunas observaciones clave para los estudios de género en la actualidad. Así por ejemplo, desde los primeros párrafos del ensayo su autora señala la importancia de sacar a la luz la labor de las mujeres creadoras en los distintos ámbitos, no solo por una cuestión de justicia historiográfica, sino y fundamentalmente para desnaturalizar algunos de los prejuicios que históricamente han actuado en detrimento del desarrollo profesional de las mujeres a lo largo de la historia y, también, de sus memoria. Efectivamente, muchas veces asumimos que dada la aparente falta de registros históricos sobre sus creaciones, estas no han existido, hecho falso que nos induce a pensar, que la falta de creatividad, originalidad, experiencia, autonomía y otras características clave del quehacer artístico, no son propios del género femenino.

Así, a través del estudio profundo en diversas fuentes, tales como biografías, memorias, revistas, y principalmente de la lectura de las mismas obras, Eleutério nos introduce a algunas de las principales problemáticas tratadas por las escritoras, poetas y dramaturgas de fines del siglo XIX, descubriendo así innumerables continuidades con algunas de las principales temáticas actuales en relación con la construcción de la identidad de género y con el difícil reconocimiento de la profesionalización de sus labores, que pese al tiempo transcurrido, continúan resultando familiares. En la tercer parte del ensayo, Eleutério se dedica al rescate y análisis de las músicas, cantantes, concertistas y compositoras, revelando algunos datos extraordinarios como por ejemplo el caso de Chiquinhua Gonzaga, autora de más de 2,000 composiciones.

Acertadamente señalan las curadoras y autoras Dias y Cavalcanti Simioni, en su introducción al catálogo/libro, que tanto la exposición como los textos,  no solo sirvieron/sirven para visibilizar a las artistas mujeres, sino también para “propiciar los muy necesarios debates sobre las relaciones que existen entre el arte, el borramiento histórico, el género y el poder en Brasil”[1] y podríamos agregar, que también lo hacen en relación con otras regiones, pues con su ejemplo, que revela una investigación profunda consolidada por un andamiaje teórico apropiado y actual, que no hace alarde de fuentes y de citas, pero que se deja ver en el revelador análisis de las obras,  contribuyen también al estudio de dichos cruciales temas, en otros países de Latinoamérica y del mundo.

Bienvenida a esta interesantísima y bien fundamentada obra, que considero como un eslabón fundamental para continuar tejiendo lazos académicos entre nuestros distintos países latinoamericanos, comparando la situación social y la obra de sus mujeres artistas a través de la historia y ofreciendo distintos modelos de análisis e interpretación, que sin duda nos enriquecen a todos los académicos y estudiosos del arte, producido por mujeres artistas, analizadas desde una de las muchas perspectivas de género contemporáneas.

 

Notas

[1] Mulheres artistas: as pioneiras (1880-1930), ed. cit, p. 17.

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