Una lectura rupturista del psicoanálisis

Una lectura rupturista del psicoanálisis

 

Resumen

En este escrito se realiza una lectura rupturista sobre la obra teórica de Freud. Se parte del supuesto epistemológico de que el conocimiento científico es producto del posicionamiento teórico del investigador, y no de una simple acumulación empírica de datos. Al tomar como referencia una lectura rupturista del psicoanálisis, la obra intelectual de Freud se divide en: obras de juventud, ruptura, maduración y madurez. Las de juventud comprenden aquellos textos donde el psicoanálisis se restringe a un simple método alternativo para atender algunos síntomas neuróticos. Las de ruptura son aquellas investigaciones en donde se formula el objeto, el método y la teoría pulsional en la que se fundamenta el psicoanálisis como un nuevo campo científico. Las de maduración comprenden los textos en donde la nueva teoría del psicoanálisis se aplica a los más diversos campos del conocimiento, como la antropología, la educación, la lingüística, la filosofía, la sociología y el arte. Las de madurez son aquellas en donde se reconoce la existencia de la pulsión de muerte, lo cual lleva a reformular de forma original la teoría del psicoanálisis.

Palabras clave:

Epistemología, ruptura, psicoanálisis, teoría, pulsión, ciencia.

 

Abstract

In this writing a groundbreaking reading of Freud’s theoretical work is carried out. It is based on the epistemological assumption that scientific knowledge is a product of the theoretical positioning of the researcher, and not of a simple empirical accumulation of data. Taking as reference a disruptive reading of psychoanalysis, Freud’s intellectual work is divided into: works of youth, rupture, maturation and maturity. Those of youth include those texts where psychoanalysis is restricted to a simple alternative method to address some neurotic symptoms. The rupture investigations are those investigations in which the object, the method and the drive theory on which psychoanalysis is based as a new scientific field are formulated. Those of maturation include texts where the new theory of psychoanalysis is applied to the most diverse fields of knowledge, such as anthropology, education, linguistics, philosophy, sociology and art. Those of maturity are those where the existence of the death drive is recognized, which leads to an original reformulation of the theory of psychoanalysis.

 

Keywords:

Epistemology, rupture, psychoanalysis, theory, drive, science.

 

 

 

I

Es obvio que el progreso científico por ruptura epistemológica impone la reestructuración frecuente de la historia de una disciplina que no es posible llamar exactamente igual, ya que, bajo un mismo nombre usual perpetuado por inercia lingüística, se trata de un objeto diferente.

George Canguilhem

¿Qué nos dice el psicoanálisis sobre la vida pulsional? ¿Qué son las pulsiones? ¿Qué tipo de   pulsiones existen en el ser humano? ¿Cuál es la meta de las pulsiones? ¿Cómo se pueden trazar los diferentes destinos de la vida pulsional? Para responder estas preguntas es necesario leer con atención la teoría del psicoanálisis.

Ahora bien, es importante aclarar qué tipo de lectura se realizará sobre el psicoanálisis. No todas las lecturas llevan a las mismas conclusiones. Es posible una lectura literal, sustentada en un prejuicio positivista. Se podría partir del supuesto epistemológico de que la ciencia es una acumulación lineal de conocimientos. Desde esta perspectiva, los orígenes y los antecedentes de las ideas ocupan el papel central en la indagación científica. Este tipo de lectura la encontramos en los comentarios y las observaciones que realiza James Strachey a lo largo de las obras completas de Sigmund Freud. Como muestra de una mirada continuista está la nota introductoria al libro El yo y el ello. Cita en extenso:

 

“El yo y el ello es la última de las grandes obras teóricas de Freud. Ofrece una descripción de la psique y su operación que a primera vista es nueva y aun revolucionaria; y, en verdad, todos los escritos psicoanalíticos posteriores a su publicación llevan su impronta inconfundible —al menos en lo tocante a la terminología—. Pero como tan a menudo sucede con Freud, es posible rastrear el origen de estas ideas y síntesis aparentemente novedosas en trabajos suyos anteriores, a veces incluso de mucho tiempo atrás”.[1]

 

James Strachey no es capaz de identificar las grandes rupturas epistemológicas en la obra intelectual de Sigmund Freud. Le pasa desapercibida la reestructuración conceptual de la problemática teórica del psicoanálisis. Sin embargo, no deja de mencionar que a partir de la ruptura epistemológica que realiza Freud en el libro El yo y el ello, los escritos posteriores llevan su “impronta inconfundible”. Los momentos de discontinuidad le parecen a James Strachey ilusiones o juegos de malabarismo, de una lectura descuidada y a “primera vista”. La problemática teórica del psicoanálisis conformada como una totalidad compleja de pensamiento, está ausente en el horizonte epistemológico de James Strachey. Su mirada continuista se centra en buscar precursores de los conceptos como entidades aisladas de su contexto teórico. La lectura continuista de James Strachey está posicionada sobre un terreno epistemológico árido y desolado. La génesis de los conceptos nos lleva a un laberinto sin salida, como bien lo señala Georges Canguilhem:

 

“En rigor, si existiesen precursores, la historia de las ciencias perdería todo su sentido, porque la propia ciencia solo en apariencia tendría dimensión histórica. Un precursor sería un pensador, un investigador que habría recorrido antaño un trecho de camino cubierto por otro más recientemente. La complacencia en buscar, en encontrar y celebrar precursores es el síntoma más claro de la incapacidad para la crítica epistemológica”.[2]

 

Una lectura continuista centra su atención en los personajes y en la genialidad de sus ideas. Ponderar a los personajes por encima de sus circunstancias históricas y sus posicionamientos teóricos, lleva a formular una hagiografía de la ciencia. Esta lectura acumulacionista y lineal deja de lado la complejidad de las posiciones epistemológicas o agencias a partir de las cuales se plantean los problemas de investigación.

La lectura que realizo, y que propongo, parte de un supuesto epistemológico rupturista. El posicionamiento rupturista está conformado por pensadores como Gaston Bachelard, Georges Canguilhem, Alexandre Koyré, Louis Althusser, Michel Foucault, Dominique Lecourt, entre otros.

Desde esta lectura rupturista, el origen de una ciencia y de un campo científico se concibe como una ruptura con el conocimiento de sentido común. Todo objeto científico es construido a partir de una problemática teórica. La originalidad de la problemática teórica es la que permite fundar un nuevo objeto de estudio. Una problemática teórica es un conjunto de conceptos, articulados como una totalidad compleja de pensamiento, en donde las partes solo adquieren sentido en función del todo y, viceversa. La emergencia de un conocimiento científico es producto de un desplazamiento de problemática teórica. Por tanto: ¿Cuál es el objeto de estudio del psicoanálisis? ¿Cuál es la problemática teórica a partir de la cual se construye el objeto de estudio del psicoanálisis? ¿Qué lugar ocupa la teoría pulsional en la problemática teórica del psicoanálisis?

El psicoanálisis, como todo campo científico, es protagonista de rupturas epistemológicas con los conocimientos clínicos que le anteceden. En la historia del psicoanálisis no falta la influencia de términos empleados en otros campos del saber. Pero también, el psicoanálisis es un campo fértil en donde cobran forma, alumbramientos y auténticas revoluciones del conocimiento.

Una lectura rupturista de la teoría del psicoanálisis exige identificar el momento teórico en el que surge un nuevo objeto de estudio, el desplazamiento de una problemática teórica, la presencia de conceptos ajenos a la disciplina, la emergencia de conceptos nuevos que carecen de términos para nombrarlos, la formulación de términos que carecen de conceptos, el cambio de conceptos que se mantienen con el mismo término, el cambio de términos que sostienen un mismo concepto. Como bien lo señala Louis Althusser, es necesaria una lectura epistemológica que permita

 

“Distinguir una palabra de un concepto, distinguir la existencia o no existencia de un concepto bajo una palabra, discernir la existencia de un concepto por la función que desempeña una palabra en el discurso teórico, definir la naturaleza de un concepto por su función en la problemática, y por lo tanto, por el lugar que ocupa en el sistema de la teoría”.[3]

 

Una lectura rupturista de la teoría del psicoanálisis puede construir una problemática teórica coherente que permita alumbrar regiones desconocidas de la complejidad humana. El psicoanálisis, como campo científico, tiene un antes y un después. La ruptura epistemológica de fundación tiene un lugar y un tiempo. La ruptura se localiza entre 1900 y 1905, entre la publicación del libro La interpretación de los sueños y el libro titulado Tres ensayos de teoría sexual. En este momento de ruptura, el psicoanálisis logra construir su objeto, su método y su teoría. El objeto del psicoanálisis es lo inconsciente; el método, la introspección intersubjetiva a través de la palabra; y la teoría se construye a partir de la representación tópica, dinámica y económica del aparato anímico (metapsicología). Con La interpretación de los sueños, el psicoanálisis protagoniza una auténtica revolución científica. El psicoanálisis deja de ser un procedimiento terapéutico específico que atiende algunos de los síntomas neuróticos, y se constituye en un nuevo campo científico. Con la ruptura epistemológica fundacional, el psicoanálisis también cambia de terreno. Antes de la ruptura, se ubicaba de forma estricta en el campo de la medicina y la biología. Después de la ruptura, el psicoanálisis se localiza en el terreno de la psicología e irrumpe de forma abrupta en las más diversas disciplinas del conocimiento (antropología, sociología, lingüística, filosofía, educación, derecho), así como en todas las expresiones artísticas. Con la publicación de Tres ensayos de teoría sexual, el psicoanálisis expone sus primeras concepciones sobre la vida pulsional.

Pero la ruptura no es definitiva ni estática. Después de la ruptura de fundación se suceden nuevos momentos de ruptura teórica en la vida del mismo Sigmund Freud. Como lo advierte Georges Canguilhem, “… habría que saber detectar en la obra de un mismo personaje histórico rupturas sucesivas o rupturas parciales”[4]. La nueva problemática teórica tiene que sacudirse las reminiscencias de su pasado ideológico. Los retrocesos, las dudas y los puntos obscuros no pueden faltar. Pero, también tenemos momentos en los que se consolida una nueva problemática teórica.

 

II

Para dar cuenta de las rupturas epistemológicas en el campo del psicoanálisis, se divide la obra intelectual de Sigmund Freud en las siguientes etapas:

1886-1889: obras de la juventud.

1900-1905: obras de la ruptura.

1906-1922: obras de la maduración.

1923-1939: obras de la madurez.

La etapa de las obras de la juventud de Sigmund Freud se divide a su vez en un periodo prepsicoanalítico que comprende de 1886 a 1895, y en otro periodo psicoanalítico que va de 1896 a 1899. El periodo prepsicoanalítico inicia con el informe presentado por Sigmund Freud sobre sus estudios realizados en el hospital de La Salpêtrière en París, y concluye con la publicación del libro Estudios sobre la histeria, escrito en coautoría con Josef Breuer. Este periodo en la vida intelectual de Sigmund Freud está marcado por la influencia de J. M. Charcot y su método hipnótico, así como por la colaboración con su colega Josef Breuer con quien implementó el método catártico. Las diferencias teóricas irreconciliables entre Breuer y Freud se centran en el papel que desempeña la sexualidad en la etiología de la neurosis. El periodo psicoanalítico se caracteriza por la formulación original, por parte de Sigmund Freud, del método psicoanalítico como un procedimiento práctico para atender los padecimientos neuróticos.

La época de las obras de la ruptura comprende la publicación de La interpretación de los sueños en 1900, Psicopatología de la vida cotidiana en 1901 y termina con la publicación del libro Tres ensayos de teoría sexual en 1905. En el periodo de ruptura se formula de forma original el objeto, el método y la teoría del psicoanálisis, así como la teoría pulsional que la sustenta. Es, sin lugar a duda, el nacimiento de un nuevo campo del saber, con su propia lógica y con sus propios principios de cientificidad. Como señala Dominique Lecourt: “toda ciencia particular produce, en cada momento de su historia, sus propias normas de verdad”[5] (2005, p. 9). Asistimos de forma sorprendente al nacimiento de las ciencias de lo simbólico y lo inconsciente.

El periodo de las obras de maduración se divide en tres periodos o momentos de rupturas epistemológicas parciales. Un primer periodo de diversificación del psicoanálisis que comprende de 1905 a 1914. Aquí, Sigmund Freud, en compañía de los primeros adherentes al nuevo campo científico, se encarga de aplicar el psicoanálisis a otros campos del conocimiento. A este periodo pertenecen obras como: El chiste y su relación con lo inconsciente publicada en 1905, aquí se aborda el nodo teórico de un estado emocional; Los delirios y los sueños en la “Gradiva” de W. Jensen escrito en 1906, se adentra en el terreno de la literatura; Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci escrito en 1910, analiza a un personaje histórico; y Tótem y tabú escrito en 1912, en donde se incursiona de forma original en el campo de la antropología.

Un momento de ruptura parcial en el trabajo intelectual de Sigmund Freud, se ubica en el año de 1914 con la publicación de un escrito que aborda el problema del narcisismo. En este documento Sigmund Freud se ve en la necesidad de reelaborar su teoría pulsional. Freud protagoniza una mutación epistemológica, pasa del estudio de lo reprimido a investigar con detenimiento la instancia encargada de la represión.

En 1920 Sigmund Freud protagoniza otro momento de ruptura parcial con la publicación del libro titulado Más allá del principio de placer. En este texto aparece por primera ocasión la pulsión de muerte. Aquí cobra forma una nueva ruptura epistemológica en la teoría pulsional. A partir de este momento, las pulsiones se dividen en dos grandes grupos: Eros y Tánatos.

La espacio de las obras de madurez inicia en 1923 con la publicación del libro El yo y el ello. En esta obra, Sigmund Freud realiza otra ruptura epistemológica parcial con la problemática teórica que, hasta ese entonces, había construido. Aparece por primera ocasión el nuevo esquema del aparato anímico compuesto por tres instancias psíquicas: ello, yo y superyó. A este periodo corresponden la publicación en 1926 del libro Inhibición, síntoma y angustia. Freud, a manera de apuntes sueltos, realiza una reconceptualización de la problemática teórica del psicoanálisis. En este texto, Freud se centra en construir los límites teóricos de los conceptos de angustia, defensa y resistencia. En este periodo también se ubica la publicación, en 1930, del libro El malestar en la cultura, en donde Freud lleva a cabo un análisis de la sociedad. A manera de cierre en el trabajo intelectual de Freud, se ubica el libro El esquema del psicoanálisis, publicado de forma póstuma en 1940, aquí se hace un recuento de las principales tesis y aportaciones del psicoanálisis.

 

 

III

Con base en la organización anterior, es importante estudiar el papel que ocupa la teoría pulsional dentro de la problemática teórica del psicoanálisis. La teoría pulsional es el nodo conceptual del psicoanálisis. Es importante abordar los momentos de ruptura epistemológica parcial de la teoría pulsional, sin descartar los efectos teóricos que genera y que recibe de los demás elementos que componen la problemática teórica del psicoanálisis. No cabe duda de que la teoría pulsional del psicoanálisis es un elemento imprescindible para comprender la tendencia autodestructiva del ser humano. Y por ende, constituye una de las más grandes heridas en el narcisismo intelectual antropocéntrico.

 

 

Bibliografía

  1. Althusser, Louis, La revolución teórica de Marx, Siglo veintiuno editores, México, 1990.
  2. Canguilhem, Georges, Ideología y racionalidad en la historia de las ciencias de la vida, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2005.
  3. Lo normal y lo patológico, Siglo veintiuno editores, México, 2005.
  4. Freud, Sigmund, Obras completas, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2006.
  5. Lecourt, Dominique, «La historia epistemológica de Georges Canguilhem» En Lo normal y lo patológico, de Georges Canguilhem, VII-XXX, Siglo veintiuno editores, México, 2005.
  6. Strachey, James, Introducción Das Ich und das Es. XIX, de Obras completas, de Sigmund Freud, 3-13, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2006.

 

 

 

Notas

[1] James Strachey, Introducción Das Ich und das Es. Vol. XIX, de Obras completas, de Sigmund Freud, ed., cit., p. 4.
[2] Georges Canguilhem, Ideología y racionalidad en la historia de las ciencias de la vida, ed., cit., pp. 12-13.
[3] Louis Althusser, La revolución teórica de Marx, ed., cit., p. 30.
[4] Georges Canguilhem, Ideología, Op. Cit. p. 33.
[5] Dominique Lecourt, «La historia epistemológica de Georges Canguilhem» En Lo normal y lo patológico, de Georges Canguilhem, ed., cit., p. 9.