José Fuentes Mares, Don Eloy S. Vallina, Editorial JUS, México, 1968, número de páginas: 135
Si no tuviera en la mano el recibo de pago endosado a José Fuentes Mares no me atrevería a afirmar que esta biografía finamente escrita fue realizada por encargo. Fueron 500 ejemplares los que se editaron. Presenta la biografía de Eloy Santiago Vallina García, uno de los hombres más emblemáticos en la historia económica del estado de Chihuahua, escrita desde la perspectiva de un autor considerado como uno de los más importantes intelectuales de la época en México. El filósofo chihuahuense expone la visión empresarial del oriundo de Asturias, el cual construyó un emporio en diferentes rubros como el financiero, compañías de seguros, extracción de celulosa, telefonía, la industria acerera, de construcción, la industria embotelladora y transporte, impulsando el llamado progreso en la región norteña del país entre los años de 1933 a 1968.
El libro se divide en siete capítulos y una sección de ilustraciones (19) al final del libro adecuadamente seleccionadas. En general podemos dividirlo en tres partes, la primera describe la historia familiar y su experiencia de migración del pueblo de Caborana en España a América, la segunda parte narra puntualmente el proceso de construcción y desarrollo de proyectos empresariales que formaron el grupo económico Chihuahua. La última parte de la obra presenta una especie de conclusión que busca ser una evaluación realizada sobre la vida de Eloy Santiago Vallina García.
La narrativa de José Fuentes Mares transporta a los pequeños y grandes escenarios del caminar de la familia Vallina García. Los paisajes en Asturias, Estados Unidos, México, se describen con profundidad y mística, así también el autor explora el interior de los protagonistas de la historia familiar y de una sociedad que en las décadas de 1930 y 1940 se fortalecía después de una crisis económica internacional. El discurso de Fuentes Mares está escrito con la intención de recuperar una lección de vida, propone como modelo empresarial al personaje, al sujeto que desde su imaginación edificó una fortuna cuantiosa y el anhelado progreso en Chihuahua.
José Fuentes Mares aprovecha la oportunidad para profundizar en el concepto de imaginación. La imaginación es la razón peculiar que alienta en el subsuelo de todas las aventuras. Sin su concurso la vida se vuelve burocrática, fiel a moldes caducos, polvo sin historia como el que cubre los planetas muertos. Cuando falta imaginación las estrellas quedan en estrellas, en astros aparentemente fijos que brillan en el firmamento. Sólo la imaginación es capaz de humanizar la estrella para volverla símbolo.[1]
La exaltación del ejercicio de la imaginación expresa la lucha del filósofo contra el esquema cerrado del positivismo ortodoxo y el esfuerzo por construir un ideal empresarial en la persona de Eloy Vallina. La narración biográfica de Fuentes Mares es una contradicción a los principios comteanos, ya que el progreso es explicado por la voluntad, ingenio, confianza y sobre todo la genialidad imaginativa. Por otro lado, propone la actividad humana de soñar como aquella que va más allá de la razón, “soñar es hacer verdad la sinrazón o la esperanza; es incursionar por los mundos que la razón rechaza o que la razón no alcanza.[2]
El sujeto tiene primacía para definir desde su interior lo verdadero. Se llega a concretar una idea a través del mismo, el cual determina su futuro, construye conceptos, imágenes, lenguajes y por supuesto prácticas. El planteamiento es cercano al ideísmo, se aleja de la realidad e impone el voluntarismo el cual defiende el querer, sentir e imaginar: “las cosas son como yo quiero que sean”, implicando un paradigma ético donde el Yo logra triunfar ante la adversidad con ingenio y voluntad.
El propósito de la obra es precisamente presentar la visión de un hombre, la cual Fuentes Mares la define como cristiana, sobre la forma de hacer negocios, su sueño empresarial y su personalidad para realizar un ideal de vida, un paradigma del hombre emprendedor.[3]
Dejando a un lado escenarios y procesos importantes para comprender la vida del hombre más rico del estado, decide el autor narrar los acontecimientos más trascendentes sin conectar factores sociales, políticos o económicos en su contexto histórico y así explicar el avance acelerado de sus negocios. El apogeo del programa de desarrollo en México iniciado a finales de la década de 1950, la coyuntura internacional ocurrida después de la segunda guerra mundial, fueron circunstancias importantes en el crecimiento de la industrialización en el país. Sin querer desacreditar la imagen de Vallina, considero arbitraria la descripción de su auge económico limitándolo a su personalidad. Por otro lado, no presenta un análisis sobre el impacto del desarrollo económico iniciado por Vallina ¿qué consecuencias tuvieron la explotación de la zona maderera? ¿Cómo medir el balance entre desarrollo económico y el desabasto de agua en Ciudad Anáhuac?
El tema sobre el éxito retomado por nuestro autor es abordado como la construcción de un monopolio resultado de la confianza provocada por un personaje con una visión emprendedora y social. Los múltiples proyectos emprendidos colmaron la vida de Vallina, no podemos entender el crecimiento de su economía sin el afán (¿fe?) que le impulsó a buscar el mejor negocio, aprovechar la oportunidad, realizar alianzas y diversificar su actividad productiva. Fuentes Mares asocia su éxito al estar involucrado en gran número de empresas y proyectos y lograr abundantes ganancias en todos ellos, “del éxito vienen más éxitos”. Incluso llega a justificar su actividad empresarial manifestando que fue necesaria para el desarrollo del estado. Pero ¿cómo se puede medir el éxito? ¿Desde dónde?
El relato biográfico lleno de detalles por las fuentes primarias a las que tuvo acceso y la vasta información sobre los diversos escenarios en España, Estados Unidos y México, parece describir la vida de un santo con un carisma especial, un trabajo hagiográfico que será necesario confrontar con la vida de otro hombre sagrado de la edad media el cual revolucionó la forma de ver la pobreza, su nombre Francesco d’ Assisi.
Notas
[1] José Fuentes Mares, Don Eloy S. Vallina, Ed. JUS, México, 1968, p. 13.
[2] Ibid., p. 12.
[3] Ibid., p. 134.
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