Trad. Maria Konta
DNA: La crisis sanitaria es el estado actual del mundo, ¿cómo definir lo que nos está pasando?[1]
Jean-Luc Nancy: Es solo un episodio saliente en el profundo movimiento de la mutación que ha comenzado. Un efecto de nuestro mundo interconectado y en plena modificación de las condiciones de la vida (y de la muerte).
DNA: ¿Cómo llegamos allí? Usted habla del “mal”. El hombre ¿hace daño a la humanidad”?
Jean-Luc Nancy: Sí, nuestra civilización ha llegado a un punto donde cada progreso es una nueva amenaza. Hace un siglo ella había comprendido que era mortal. Desde hace tiempo se muestra homicida, y sobre todo perdida, enredada en sus propias fuerzas.
DNA: ¿Qué queda de la filosofía a prueba del confinamiento y de la pandemia?
Jean-Luc Nancy: Queda una enorme cantidad de trabajo de pensamiento hecho desde hace, de nuevo, casi un siglo. Se ha trabajado mucho en torno a la suficiencia satisfecha del sujeto seguro de sí mismo y de los límites de la tecnociencia. Hay algo para continuar quizás siendo mejor escuchado que cuando reinaban certezas cómodas. Más bien, la filosofía habrá llegado un poco temprano…
DNA: ¿Cómo vive Ud. el confinamiento?
Jean-Luc Nancy: Sin daño, soy una persona privilegiada: jubilada, bien alojada … Pero sé y siento lo difícil que puede ser en otras condiciones, y realmente aprecio los detalles de la solidaridad que se manifiesta.
DNA: En chino, la palabra “crisis” se traduce como wei-ji: “riesgo-oportunidad”, ¿qué oportunidades aprovechar?
Jean-Luc Nancy: Todo está despertando un nuevo interés. Hubo cansancio, desgaste, descontento: hoy hay mil razones para renovar la vida y el pensamiento.
DNA: ¿Qué será, según Ud., lo que se llama “el mundo siguiente”? Una pregunta que se une a las preguntas kantianas: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué se me permite esperar? ¿Qué actitud ética uno debe adoptar ante lo inesperado?
Jean-Luc Nancy: Sin duda, esta es la mejor oportunidad: redescubrir lo impredecible, nosotros que pensábamos que podríamos prever todo. Pero, francamente, ha estado en el camino durante 20 años. Se vuelve resplandeciente: un futuro verdadero es impredecible, o ya ha pasado. Pero no olvide la cuarta pregunta de Kant: “¿Qué es el hombre?” A esa Kant dice que no hay respuesta. Él es lo imprevisible.
Notas
[1] La entrevista original en francés intitulada “Redécouvrir l’imprevisible, nous que pensions tout prévoir” fue publicado el 26 de abril 2020 en el periódico Dernières Nouvelles d’Alsace (DNA).
Véanse: https://www.dna.fr/environnement/2020/04/26/redecouvrir-l-imprevisible
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