Tenacidad y autoridad. Métodos y hábitos para entender la rivalidad entre Batman y el Guasón

IMAGEN EDITADA POR EL AUTOR: THE BATMAN BEGINS, THE KILLING JOKE, PEIRCE WIKIPEDIA

 

Resumen

 El presente ensayo retoma un conjunto de cuestiones planteadas por Charles S. Peirce en The Fixation of Belief, donde se establece algunas ideas acerca de los métodos y hábitos por medio de los cuáles se fijan nuestras creencias. A partir de los métodos de la tenacidad y la autoridad expongo un grupo de características cognitivas y epistémicas para describir y entender la rivalidad que existe entre el Guasón y Batman. Afirmo que la tenacidad es el hábito detrás las acciones caóticas del Guasón quien busca destruir el orden social establecido; mientras que la autoridad, es el hábito detrás del conservadurismo de Batman quien se empeña en mantener un orden social a partir de las instituciones políticas, religiosas y económicas que constituyen un estilo de vida para la elite de millonarios de Ciudad Gótica.

Palabras clave: Batman, Guasón, Peirce, tenacidad, autoridad, hábitos.

 

Abstract

This essay takes up a set of questions raised by Charles S. Peirce in The Fixation of Belief, an article from 1877, where some ideas about methods and habits are established through the results our beliefs are fixed. Using the methods of tenacity and authority, I expose a group of cognitive and epistemic characteristics to describe and understand the rivalry that exists between the Joker and Batman. I affirm that tenacity is the habit behind the chaotic actions of the Joker who seeks to destroy the established social order; while authority, it is the habit behind the conservatism of Batman who insists on maintaining a social order based on the political, religious and economic institutions that constitute a lifestyle for the elite of Gotham City millionaires.

Keywords: Batman, Joker, Peirce, tenacity, authority, habits.

 

“Few persons care to study logic, because everybody conceives himself to be proficient enough in the art of reasoning already. But I observe that this satisfaction is limited to one’s own ratiocination, and does not extend to that of other men”. [1]

 

Cuando fui invitado a escribir este ensayo tenía relativamente poco tiempo de estrenarse la película de Todd Phillips, Joker. Al principio fue todo un suceso, pues la película trajo consigo un debate sobre una serie de problemas políticos, económicos, sociales y culturales que fueron abordados rápidamente por personajes como el filósofo Slavoj Žižek y el cineasta Michael Moore. Para Žižek, muy a su manera, lo que la película mostraba es la rebelión de los grupos desfavorecidos que de cierta manera anunciaba la imperfección del sistema social actual y los cambios radicales que estamos viviendo, siendo el foco de la historia “la desesperación” suscitada del actual orden político. Los arrebatos violentos del Guasón son producto de esa impotencia. El filósofo concluye que la violencia, en el sentido de representar una amenaza para el sistema existente, es un punto por el que debemos pasar para liberarnos de las ilusiones detrás del orden del mundo existente. My hypothesis is that you have to go through the self-destructive zero-level for which Joker stands – not actually, but you have to experience it as a threat, as a possibility. Only in this way can you break out of the coordinates of the existing system and envisage something truly new. [1] Al final me pareció muy poco convincente su defensa.

Vayamos por partes. Antes de Žižek, Moore mencionaba que la película Joker —de la cual el poder fáctico aconsejó a los estadounidenses temer y mantenerse alejados por ser “violenta, enferma y moralmente corrupta, una incitación y celebración del asesinato”— es un fuerte indicio de la situación de desesperanza social en la que viven muchos de los ciudadanos norteamericanos; la representación de Ciudad Gótica es Nueva York, lugar de todo lo malo, la de los ricos que nos gobiernan, de las corporaciones a las que servimos, y de los medios de comunicación que nos alimentan con las noticias sin profundidad.[2]“¿Qué pasaría si algún día los desposeídos deciden pelear?” pregunta Moore. Sí, pero ¿de qué tipos de individuos desposeídos estamos hablando? A diferencia de Žižek, la lectura de Moore es que los desposeídos pueden provenir de aquellos grupos que históricamente se han mimetizado tanto con la violencia que han permitido tener al maníaco de Queens con acceso a los códigos nucleares —Donald Trump— en la Casa Blanca; son aquellos a los que el Guasón les parece violento, y al mismo tiempo han permitido que en los colegios se lleven a cabo simulacros de “tiradores” con sus hijos; o quizás sean de los grupos a los cuales pertenezca el 53% de las mujeres blancas votaron por el candidato que se deleitaba con su talento como depredador sexual: Sí, en ese espejo hay un payaso perturbado, pero no está solo, nosotros estamos justo al lado de él” nos dice. [3]

 

La defensa de Žižek en Don’t insult Joker by comparing him to Trump[4] me parece poco convincente por tratarse de un argumento muy general cuya hipótesis no aborda ninguna situación histórica concreta del desenlace que él espera. Parecería que lo que tiene en mente es que los desposeídos de Moore son personas similares a los personajes que describe Upton Sinclair en su novela The Jungle.[5] ¿Podríamos esperar que el inmigrante lituano Jurgis Rudkus, después de padecer una vida de miseria y explotación en la ciudad de Chicago a principios del siglo XX, representa esa transición a la violencia que nos muestra Todd Phillips con Joker? ¿Es posible que Žižek sostenga que, después de navegar por el mundo del crimen y justificar su remordimiento de conciencia como algo necesario en un mundo de perros que comen perros, Jurgis esté creando una alternativa positiva destinada a despertarnos como sugurió Sinclair? No descartemos esa hipótesis. Sinclair describe en The Jungle a una estirpe de inmigrantes blancos marginados y explotados por la sociedad americana, similar los grupos actuales de clase blanca, rural y miserable a quienes los opinadores han llamado “escoria blanca” —una etiqueta que acompaña desde hace cuatro siglos a toda una estirpe de hombres y mujeres pobres sin educación, religiosos hasta el fanatismo y xenófobos— cuya segregación se remonta al sistema de clases británico de la época victoriana.[6]

 

Sería un error, y creo que Žižek lo comete, pensar que todos estos desposeídos son Arthur Fleck en potencia, es decir: “[…] un típico egocéntrico deprimido, narcisista obsesivo y con el síndrome de la indefensión aprendida, que combinado con el contexto político y social que le toca vivir desciende en un espiral de violencia sin fondo hasta descubrirse como lo que es: un sociopata nihilista que con sus acciones motiva a las masas, abandonadas y desesperadas por sus gobernantes, a rebelarse contra el sistema”.[7] En este ensayo quiero ir más lejos que los textos de Moore y Žižek, ya que no se trata únicamente de un Estados Unidos donde los inmundamente ricos se vuelven más ricos e inmundos, no es el país en decadencia que Trump ha dejado, como menciona Moore: es el país que históricamente ha dejado también en la ignorancia a los desposeídos, desposeídos epistémicamente para formar cualquier tipo de conocimiento reflexivo, y desposeídos de los hábitos necesarios para formar críticamente un sistema creencias.

 

Me parece pertinente ensayar un método de análisis diferente y aplicarlo en su conjunto a la narrativa de la historieta de Batman. En particular, me interesa examinar los recursos cognitivos y epistemológicos —no psicológicos— que recurrentemente ha utilizado los escritores para caracterizar la rivalidad entre Batman y el Guasón, y sobre la base de qué métodos y hábitos de fijación de las creencias se establece.

 

Retomo un conjunto de cuestiones planteadas por Charles S. Peirce en The Fixation of Belief, un ensayo de 1877 publicado en Popular Science Monthly No.12, y otros textos pragmatistas, donde se establece los métodos y hábitos por medio de los cuáles se fijan las creencias. Cabe señalar que el énfasis en este trabajo es que expongo un conjunto de características cognitivas y epistémicas para describir exclusivamente la relación que hay entre el método de la tenacidad y el método de la autoridad, descritos por Peirce, y me enfoco en su comparación para entender la rivalidad que existe entre el Guasón y Batman. Los aspectos cognitivos y epistémicos a los que le doy mayor importancia se refieren a los recursos materiales y/o intelectuales que emplearon los escritores para pensar, concebir, justificar y operar las acciones derivadas de la rivalidad de estos dos personajes; lo cual me permite, además, extraer algunas reflexiones sobre las consecuencias prácticas dentro de la narrativa de la historieta como bien sugieren algunas de las criticas de corte político expuestas en el texto Politics in Gotham. The Batman Universe and Political Thought.[8]

 

Métodos para la fijación de nuestras creencias

 

“The irritation of doubt is the only immediate motive for the struggle to attain belief. It is certainly best for us that our beliefs should be such as may truly guide our actions so as to satisfy our desires; and this reflection will make us reject any belief which does not seem to have been so formed as to insure this result”.[9]

 

Charles S. Peirce fue uno de los pensadores norteamericanos más importantes de finales del Siglo XIX. Su trabajo es considerado actualmente como uno de los más influyentes dentro de la investigación científica y filosófica, no sólo por el potencial que trajo en áreas como el de la medición científica o la inteligencia artificial; sino también porque sus ideas han tenido una relevancia significativa en otras áreas como la lógica, la semiótica y la epistemología contemporánea. Uno de los problemas al que le dedicó buena parte de su investigación fue a la manera en que se produce el conocimiento humano, sosteniendo que éste se da por medio de distintos patrones lógicos de razonamiento y los diferentes tipos de inferencias. La tesis sustantiva del pragmatismo peirceano sostiene que el significado de cualquier concepto o proposición es la expresión de una creencia, y esta creencia está fuertemente ligada a un contexto de acción posible: en otras palabras, no existe concepto o proposición o juicio que pueda tener significado si no es por referencia a una práctica concreta, lo cual incluye hábitos de pensar, sentir y/o actuar. El hábito es un principio general que actúa en la naturaleza de un hombre para determinar cómo actuará.[10]

 

Para Peirce, las creencias que tenemos de fondo son una parte fundamental para la producción de conocimiento nuevo ya que éste background knowledge es una disposición para la acción. El hábito usado para la fijación de cualquier creencia científica asume que dichas creencias no son definitivas, por el contrario, forman parte de un proceso en el cual, bajo condiciones novedosas, entramos en un estado de duda sobre algún estado indeterminado del mundo el cual requiere ser resuelto para entrar en un nuevo estado de creencias estables. La dinámica entre las situaciones donde surgen dudas genuinas y aquellas situaciones donde las creencias son estables va ser determinante para explicar cómo funcionan los mecanismos usados en la fijación de nuestras ideas científicas, pero, además, nos permite describir la forma en que ésta dinámica autocorrige y hace progresivo nuestro conocimiento.

 

En la Fijación de la creencia, Peirce sostuvo que los humanos estamos adaptados para hacer inferencias por medio de proposiciones cuya verdad depende de los hábitos que usamos para fijar una creencia, algo que él llamó principio directriz (guiding principle); los problemas que tratamos de resolver mediante algún tipo de inferencia o método de fijación de la creencia tienen como base los hábitos que aprendemos para solucionar dichos problemas, los cuáles pueden ser denominados también como patrones de razonamiento. Estos principios directrices son dados por sentado al preguntar si ciertas conclusiones se derivan de cierto tipo de premisas, y argumenta que las reglas de razonamiento que se infieren de la misma idea de proceso son las más esenciales ya que el razonamiento, siempre y cuando se ajuste a los principios directrices, al menos no conducirá a conclusiones falsas partiendo de premisas verdaderas.[11]

 

Peirce muestra en la Fijación que existen ciertas características sustanciales del método científico que contrastan con los otros tres métodos usados en la fijación de nuestras creencias, llámese método de la tenacidad, de la autoridad y método a priori, sobretodo en lo referente a la carencia de criterios auto-correctivos como los implicados en la dinámica que se da entre los estados de duda y los estados de creencia estable; así como la contrastación empírica de los sistemas de creencias con los datos y la interpretación de la evidencia sobre hechos y no sobre pensamientos. Peirce sugiere además que algunas normas lógicas son absolutamente esenciales como principios directrices, y estas normas se dan por sentadas al preguntar si ciertas conclusiones se derivan de ciertas premisas ya que diversos hechos y principios son presuposiciones de una reflexión lógica.

 

Para Christopher Hookway, especialista en Peirce, esto tiene dos consecuencias importantes: el hecho de que somos capaces de una reflexión racional muestra que (ya sea consciente o tácitamente) aceptamos estos hechos y principios. En segundo, que a menos que estos hechos y principios no sean correctos, todo el proceso de reflexión e investigación sería una farsa.[12] Y es que, para Peirce, el objeto de razonar correctamente es indagando algo que no conocemos a partir de algo conocido, y consecuentemente, el buen razonamiento es tal si da lugar a una conclusión verdadera y no otra cosa. Los métodos de la tenacidad, autoridad y el método a priori colapsan frente al método científico porque toleran varios tipos de inconsistencia lógica, por lo que es plausible que esos presupuestos en los principios directrices requieran ese tipo de inconsistencia. Esto da lugar, de acuerdo con Hookway, a que una presuposición lógica no establece que sea verdad, es decir, que uno puede basar sus acciones en suposiciones que, de hecho, son erróneas y en cuyo caso la acción que se espera de ellas no posee el valor que se esperaba de la misma forma que el método usado para la fijación de creencias verdaderas. Es por ello que mientras no sometamos a un análisis nuestros modos de formación de creencias mediante un monitoreo autocrítico, entonces los métodos de tenacidad y autoridad y el método a priori podrían funcionar para explicar el mundo, y por supuesto en esta condición guiaría nuestras acciones prácticas tal y como lo vemos en la vida real.

 

Tenacidad                                                           

 

Para Peirce la tenacidad es el método más simple y directo que tiene un individuo para fijar una creencia ya que sólo basta con que afirme que una creencia es verdadera, se la repita constantemente, y la sostenga deliberadamente en aquellas situaciones donde no desea creer lo que no considera una verdad, incluso si hay alguna evidencia que contradiga sus ideas. Este individuo tiene una aversión instintiva hacia la indecisión, un exagerado temor a la duda, y se aferra a las creencias que ya tiene y las mantiene sin vacilar. Aunque no niega que el fuego lo puede quemar, prácticamente sigue una fe ciega e inamovible, no permite que los inconvenientes de las creencias verdaderas sean mayores a la tenacidad de sus propias creencias. La cuestión de su validez es puramente de pensamiento como sostiene Peirce:

 

I hold steadfastly to the truth, and the truth is always wholesome.” And in many cases, it may very well be that the pleasure he derives from his calm faith overbalances any inconveniences resulting from its disappointing character. Thus, if it be true that death is annihilation, then the man who believes that he will certainly go straight to heaven when he dies, provided he have fulfilled certain simple observances in this life, has a cheap pleasure which will not be followed by the least disappointment. A similar consideration seems to have weight with many persons in religious topics, for we frequently hear it said, “Oh, I could not believe so-and-so, because I should be wretched if I did.[13]

 

Además, Peirce menciona que el individuo que opta por fijar su sistema de creencias por medio de la tenacidad puede ir por la vida manteniéndolas sistemáticamente apartando la vista de todo aquello que pueda llevarlo a cambiar sus opiniones, tal como cuando: “[…] ostrich buries its head in the sand as danger approaches, it very likely takes the happiest course. It hides the danger, and then calmly says there is no danger; and, if it feels perfectly sure there is none, why should it raise its head to see?”[14]

 

Autoridad

 

El método de la autoridad es sustancialmente opuesto a la tenacidad, requiere de algo más que la voluntad y la simple repetición de una idea hasta que el individuo sostenga que es verdadera, requiere de un verdadero aparato coercitivo de gran calado en la mente de los que forman sus creencias de esta forma. Para Peirce, el método de la autoridad necesariamente demanda de una institución que tenga por objeto mantener las doctrinas correctas, reiterarlas hasta perpetuarlas y enseñarlas a los individuos más jóvenes para evitar que se instruyan, se defiendan o se expresen doctrinas contrarias. El aparato coercitivo que es utilizado para fijar las creencias de los diferentes grupos de individuos tiene como objetivo que se mantengan ignorantes para que no tengan ninguna otra razón para pensar de otra manera.[15] En los contextos de acción posible, el método de la autoridad provoca que los individuos:

 

Let their passions be enlisted, so that they may regard private and unusual opinions with hatred and horror. Then, let all men who reject the established belief be terrified into silence. Let the people turn out and tar-and-feather such men, or let inquisitions be made into the manner of thinking of suspected persons, and, when they are found guilty of forbidden beliefs, let them be subjected to some signal punishment. When complete agreement could not otherwise be reached, a general massacre of all who have not thought in a certain way has proved a very effective means of settling opinion in a country. If the power to do this be wanting, let a list of opinions be drawn up, to which no man of the least independence of thought can assent, and let the faithful be required to accept all these propositions, in order to segregate them as radically as possible from the influence of the rest of the world.[16]

 

En La Fijación, Peirce nos dice que este sistema coercitivo existe desde el momento en que la sociedad necesita desarrollar medios para defender doctrinas políticas y teológicas “correctas” para preservar su carácter universal o católico. Es pertinente señalar que Peirce menciona como el ejemplo más perfecto de la historia humana el caso de la doctrina cristiana, donde el sacerdocio, la aristocracia, y todos aquellos gremios de una clase de hombres cuyos intereses dependan o se suponga que dependen de ciertas proposiciones, inevitablemente se encontrarán algunos rastros de este producto natural del sentimiento social:

 

Cruelties always accompany this system; and when it is consistently carried out, they become atrocities of the most horrible kind in the eyes of any rational man. Nor should this occasion surprise, for the officer of a society does not feel justified in surrendering the interests of that society for the sake of mercy, as he might his own private interests. It is natural, therefore, that sympathy and fellowship should thus produce a most ruthless power.[17]

 

Para Peirce, el método de la autoridad consiste en resolver alguna duda mediante la adopción de aquellas creencias que son transmitidas por sujetos investidos de autoridad. Es por ello que el método de la Autoridad da lugar a una epistemología inmutable, coercitiva, y en constante referencia con la historia —una epistemología que yo denominaría la epistemología del catecismo. Una persona puede aprender de la Biblia que el mundo ha sido creado en seis días y el procedimiento para adquirir esta creencia lleva implícito el hábito de que es verdadero que el mundo fue creado en seis días. Ese es el punto epistémico a resaltar, la persona en cuestión puede aprender que alguna autoridad dice que el mundo fue creado en seis días sin ningún otro razonamiento de por medio. Pero para evaluar el apoyo probatorio de que el mundo fue creado en seis días, la persona tendría que aprender cómo hacer esto considerando los detalles de alguna teoría explicativa dentro de La Biblia, pero la conexión entre ambas instancias parece débil o inexistente cognitivamente y epistémicamente hablando. En otras palabras, lo único que hace el individuo es aprender que el mundo fue creado en seis días porque el sacerdote de la iglesia así lo dice. Este es el sentido de Peirce al sostener que el desarrollo lógico de este método consistiría en reconocer a una autoridad central para determinar las creencias de toda la comunidad y que, en el caso de la moral y la religión, está lógica debería cumplir admirablemente el propósito de producir uniformidad.[18]

 

Otra idea de Pierce es la asociación que hace del método de la autoridad con el conservadurismo. El conservadurismo cognitivamente es sentimental más que una cuestión de lógica, aquellos que no tienen la capacidad de la observación tampoco tienen la capacidad de la duda, no confían en los razonamientos sobre cuestiones vitales, sus miembros confían el los instintos hereditarios y en los sentimientos tradicionales. En este sentido, los argumentos que pueda tener un conservador tienden a replicar cuanto cree que la tradición, y la costumbre que se ha desarrollado dentro de él, son las guías más seguras que su propio y débil raciocinio.[19] Para mí, la conclusión de Peirce es que el conservadurismo es cognitivamente sentimentalismo, y al serlo no plantea ninguna cuestión sobre la falibilidad del conocimiento ni el pensamiento reflexivo.

 

Finalmente, a diferencia del método de la tenacidad, las creencias formadas por autoridad poseen una inmensa superioridad mental y moral: su éxito es proporcionalmente mayor y su funcionamiento y resultados son más majestuosos ya que las creencias permanecen sensiblemente fijas, por lo cual Peirce sostiene que para la masa de la humanidad no haya mejor método que éste dado que su principal impulso es formar esclavos morales e intelectuales. Sin embargo, lo que Peirce no señala es que las creencias radicales formadas tenazmente, y en confrontación directa con aquellas fijadas por medio del principio de autoridad, puede generar daños severos a la humanidad. Veámoslo desde la historieta de Batman.

 

El Guasón como representación de la tenacidad

 

Henk Driessen dice que el humor tiene varias facetas, puede estar basado en bromas leves hasta sátiras mordaces o grotescas. Algunos humores no perturban el curso de la vida diaria: las bromas son el ingenio, perspicacia o el juego de palabras; es el juego del lenguaje e intelecto que utiliza la ironía que aborda las divergencias entre la apariencia y la realidad. Pero también hay un humor obsceno y enfermo, como aquél que en la celebración del April Fool’s jokes, en Holanda, colocó un paquete que contenía una mina explosiva en una sinagoga, y que después de la intervención de la brigada de bomberos, resultó que la mina era falsa y parte de una broma del 1 de abril.[20] Así como este, hay otros ejemplos de humor retorcido que termina arrastrando a las personas hasta lo más oscuro de una enfermedad psicológica.

 

Cuando el comisionado Gordon advierte al final de la película Batman Begins sobre una nueva amenaza, un sujeto que comete un robo a mano armada con doble asesinato, es el inicio de una broma pesada; una broma hecha por un payaso agente del caos el cual sostiene que “El miedo es lo único que la gente entiende”. El Guasón no es un gánster tradicional, no es un individuo que a través del crimen se gana la vida, se trata del enemigo que niega la realidad a costa de mantener perversamente sus creencias antítesis de cualquier autoridad o cualquier tipo de hecho; no hay mejores palabras para describirlo que las usadas por Alfred Pennyworth cuando dice a Bruce Wayne: “[…] some men aren’t looking for anything logical, like money. They can’t be bought, bullied, reasoned, or negotiated with. Some men just want to watch the world burn”.[21] En los casos más radicales, ver arder el mundo es una de las características de las creencias fijadas por medio del método de la tenacidad. En esta tendencia la vida se puede acabar sin previo aviso, las instituciones democráticas son el blanco de los fanáticos que no respetan las normas y el daño colateral es la desaparición de nuestro hábitat.

 

Como en el April Fool’s jokes, el Guasón realiza un experimento social con algunos de los residentes de Gótica al colocar explosivos en dos transbordadores que salen huyendo de la ciudad; uno transporta prisioneros que incluye a los más atroces criminales, y el otro contiene a ‘los mejores’ habitantes de la ciudad. El villano ha conectado en cada bote explosivos y les ha proporcionado los detonadores a los miembros del otro bote. El Guasón los destruirá a ambos a menos que uno de los barcos sacrifique al otro para salvarse. Como bien señala Steven Johnstone en su texto The Dark Knight: Toward a Democratic Tragedy:

 

The Joker lives to expose hypocrisies, without which political communities appear to be incapable of functioning. Democracies claim to represent certain values, embody certain principles, and aspire to certain ideals, but the Joker deems this self-conception so much self-indulgent nonsense. Nothing and no one are immune from his scorn. People do not hold fast to their beliefs regardless of circumstances. According to the Joker, they are “only as good as the world allows them to be”.[22]

 

Lo que el Guasón trata de mostrar con este acto, nos dicen Johnstone, es que no hay valores morales incorruptibles: cuando una situación sea conveniente, los individuos de adherirán a sus compromisos morales; cuando la situación sea inconveniente o adversa, estos mismos compromisos serán abandonados con facilidad y, cuando los abandonen, harán concesiones para justificarlo. El Guasón también pretende que los sujetos transgredan el hábito de la autoridad que connota inmovilidad, inmutabilidad, conservadurismo y estancamiento por el hábito en sí mismo que caracteriza la tenacidad: si ellos se aferraran a las viejas creencias contra la situación en la que están en los transbordadores morirán, en cambio, podrían llegar a ser tan tenaces que, incluso, podrían obtener una gran satisfacción.

 

Otro ejemplo del ataque que hace el Guasón a la autoridad  podemos localizarlo en la hitorieta de The Killing Joke, donde el Guasón dice a Gordon:

 

memory’s so treacherous. One moment you’re lost in a carnival of delights, with poignant childhood aromas, the flashing neon of puberty, all that sentimental candy-floss …the next, it leads you somewhere you don’t want to go… somewhere dark and cold, filled with the damp, ambiguous shapes of thinks you’d hoped were forgotten.

—memories can be vile, repulsive little brutes. like children, I suppose. haha. But can we live without them? Memories are what our reason is based upon. if we can’t face them, we deny reason itself! Although, why not? we aren’t contractually tied down to rationality! There is no sanity clause!

So when you find yourself locked onto an unpleasant train of thought, heading for the places in your past where the screaming is unbearable, remember there’s always madness. …madness is the emergency exit… you can just step outside, and close the door on all those dreadful things that happened. you can lock them away… forever.[23]

 

La locura sería la salida natural al conservdurismo, los hábitos por autoridad son más viejos que los nuevos y es necesario romper con los viejos.

 

La liga de las sombras, el conservadurismo y la tenacidad

 

Una de las alternativas para disolver la decadencia de Gotham y restaurar la autoridad fue la lógica basada en la justicia retributiva de Rā’s al Ghūl. La justicia retributiva tiene dos principios: castigar a la persona que cometió un delito con un castigo proporcional a la gravedad del delito cometido, es por ello que Rā’s al Ghūl le pide a Bruce que mate a un asesino; el segundo principio incluye el concepto de desierto moral. Quienes cometen un acto de inmoralidad merecen sufrir el castigo correspondiente. La implicación aquí es que la persona que cometió el acto criminal es exclusivamente responsable de ese acto. Es el criminal quien legítimamente recibe una retribución, ya que es el criminal quien tiene la culpa. La lógica de Rā’s al Ghūl da cabida a lo contrario. Un individuo tiene tanto la responsabilidad de no cometer un delito como de no permitir que se cometa un delito en contra de él. En el caso del asesinato de los padres de Bruce, ellos son tan responsables de su muerte como su asesino. Bajo esta lógica Rā’s al Ghūl se dispone a destruir Gotham hasta sus cimientos para comenzar de nuevo, y dice lo siguiente:

 

Gotham’s time has come. Like Constantinople or Rome before it the city has become a breeding ground for suffering and injustice. It is beyond saving and must be allowed to die. This is the most important function of the League of Shadows. It is one we’ve performed for centuries. Gotham… must be destroyed.[24]

 

Henri Ducard —personaje de la historieta que en la película de Nolan se identificaría como Rā’s al Ghūl— menciona lo siguiente:

 

Only a cynical man would call what these people have “lives”, Wayne. Crime. Despair. This is not how man was supposed to live. The League of Shadows has been a check against human corruption for thousands of years… We sacked Rome. Loaded trade ships with plague rats. Burned London to the ground. Every time a civilization reaches the pinnacle of its decadence… We return to restore the balance.[25]

 

El caso de Bane es distinto. Bane es un terrorista que, a diferencia de su maestro Rā’s al Ghūl, quiere poner de rodillas a los ricos de Gótica por codiciosos y corruptos, dándoles el poder de la autoridad al pueblo; actúa como un líder ideológico que da grandes discursos sobre la libertad y que coordina la abolición del antiguo régimen, básicamente inhabilitando a la policía y potenciando el caos en la ciudad, más parecido a Trump que el mismo Guasón. Sin la fuerza del orden, la gente de Gótica organiza juicios públicos contra los miembros de la élite gobernante que, en caso de ser declarados culpables, se les aplicaba dos opciones de castigo: exilio o muerte —donde el exilio significaba una caminata mortal sobre el río congelado de la ciudad, y muerte significaba muerte por exilio, donde caricaturiza el proceso judicial mostrando su evidente farsa. Es una evidente farsa porque el pueblo no es sino el grupo de los delincuentes liberados por Bane que se convirtieron en parte de su ejercito.

En términos peirceanos la justicia de Rā’s al Ghūl y Bane representaría una franca oposición al sistema de creencias de Batman, y en general la élite de millonarios y gobernantes que él representa, dado que estos fueron educados para pensar con patrones de razonamientos muy cercanos al conservadurismo; es decir, no confían en las capacidades de razonar si estas no parten de las máximas morales de las tradiciones de su comunidad, si validación o discusión. De ahí que la ética de Batman sea inmoral:

 

If you ever happen to be thrown in with an unprofessional thief, the only very bad kind of thief, so as to be able to study his psychological peculiarities, you will find that two things characterize him; first, an even more immense conceit in his own reasoning powers than is common, and second, a disposition to reason about the basis of morals. [26]

 

Irónicamente Batman aprendió y dominó su enfoque de la ingeniería social de una banda criminal asesina disfrazada de agentes de la virtud cívica global en Batman Begins.[27]

 

Llegando a este punto la pregunta es ¿qué pasa si esta autoridad institucionalizada falla como en la historieta de Batman? En Gotham, las instituciones políticas, religiosas y económicas constituyen un estilo de vida —impulsado por la elite conservadora— que se ha convertido en un evidente declive de valores para los ciudadanos. Gotham sufre la más fuerte podredumbre de las instituciones que la ciudad está siempre al borde de una crisis existencial. Steven Johnstone se pregunta si vale la pena salvarla, si en algún momento la democracia puede mantener sus valores e ideales y ahí es donde entra la figura de Batman. A diferencia de Johnstone, el fracaso de la democracia no parece ser un fracaso únicamente de la racionalidad democrática, desde mi interpretación peirceana, también es un fracaso cognitivo de las creencias formadas por el método de la autoridad, como si bastase un poco de experiencia para darse de topes con el mundo real. La preocupación más grande es que una organización política organizada, para mantener las creencias formadas por autoridad, terminan destruyéndose a sí mismas a través de las mismas medidas diseñadas para conservarlas. En otras palabras, los sistemas de coerción pueden convertirse fácilmente en su peor enemigo, ya que son las mismas acciones correctivas que sirven para auto-regularse las que infligen un daño irreparable; y ahí es donde precisamente surge Batman como defensor de un tipo de conservadurismo.

 

En Deconstructing Batman’s Legitimacy: The Radical Political Critique of Christopher Nolan’s Batman Cycle, escrito por William J. Berger, nos da una imagen nítida de las características acerca de cómo Batman, desde la ilegitimidad, busca restaurar la autoridad. Para Berger, la amenaza que viola la estabilidad cívica en Gótica no sólo es incitada por los villanos, en última instancia la transgresión material viene de ciudadanía misma: el Espantapájaros, el Guasón y Bane son los que reclutan a un sector de la ciudadanía para destruir la ciudad, los desposeídos. En este escenario, nos dice Berger, los códigos de conducta dispuestos por la autoridad se rompen bajo el estrés: no es que las personas sean malvadas por naturaleza, sino que no tienen una naturaleza establecida. Ellos no están comprometidos con las reglas del orden, y en la medida en que los valores cívicos de Batman no se identifican con los de estos ciudadanos, él no representa a las personas a menos que crean que están listas para representar el bien.[28]

 

Damien K. Picariello, en The Heroism of Sober Expectations, nos proporciona un argumento parcialmente útil para la caracterización el conservadurismo de Batman. Para Picariello, Harvey Dent, fiscal de distrito de Gótica, es esencial para el conservadurismo ya que Bruce Wayne ve a Dent como la razón para pensar que algún día los funcionarios democráticamente electos sean lo suficientemente valientes para su construir una mejor ciudad por sí mismos: “one day, Gotham may no longer need Batman”.[29] Sin embargo, Johnston no lo ve así ya que en Gotham, una vez que la élite ha dado su bendición a un político, este ha sido preparado para servir para toda la vida.[30] Y es que en Gotham la democracia es sólo de nombre. Johnston sostiene que así es como los ricos y poderosos eligen a los representantes populares, en reuniones detrás debajo del agua.

 

Tenacidad vs autoridad: la rivalidad entre Batman y el Guasón

 

A diferencia de Rā’s al Ghūl y Bane, el Guasón es pura tenacidad. El Guasón muestra la debilidad política de Gótica al sembrar el caos, lo cual pone en evidencia la fragilidad de la confianza en la autoridad. Al mismo tiempo, exhibe la precaria legitimidad de facto que tiene Batman con la élite política y económica de la ciudad, ya que ésta sólo es útil para restaurar las normas liberales del conservadurismo de la ciudad. Pero sobretodo, pone en duda la legitimidad ciudadana de la figura del caballero negro. Cuando el Guasón es detenido por la policía, Batman acusa al Guasón de ser un criminal común, pero él le responde:

 

Don’t talk like one of them. You’re not! Even if you’d like to be. To them, you’re just a freak, like me! They need you right now, but when they don’t, they’ll cast you out, like a leper! You see, their morals, their code, it’s a bad joke. Dropped at the first sign of trouble. They’re only as good as the world allows them to be. I’ll show you When the chips are down, these …these civilized people, they’ll eat each other. See, I’m not a monster. I’m just ahead of the curve.[31]

 

Berger es explícito cuando dice que el Guasón tiene como objetivo mostrar la incapacidad de las personas para cumplir las reglas. Por su parte, el Guasón ve a Dent como la oportunidad para probar que, dadas las condiciones adecuadas, cualquier hombre puede volverse un tirano y mostrar que la justicia proclamada por la autoridad es en sí misma una farsa.

 

JOKER: Y’know, I don’t want there to be any hard feelings between us, Harvey. When you and, uh… Rachel were being abducted, I was sitting in Gordon’s cage. I didn’t rig those charges.

DENT: Your men. Your plan.

JOKER: Do I really look like a guy with a plan? You know what I am? I’m a dog chasing cars. I wouldn’t know what to do with one if I caught it! I just do things. The mob has plans. The cops have plans. Gordon’s got plans. Y’know they’re schemers. Schemers trying to control their little worlds. I try to show the schemers how pathetic their attempts to control things really are. So when I say that you and your girlfriend was nothing personal, you know I’m telling the truth. It’s the schemers that put you where you are. You were a schemer, you had plans, and, uh, look where that got you.

I just did what I do best. I took your little plan, and I turned it on itself. Look what I did to this city with a few drums of gas and a couple of bullets, hmm? You know what I noticed? Nobody panics when things go according to plan. Even when the plan is horrifying. If tomorrow I told the press that, like, a gang-banger would get shot, or a truckload of soldiers will be blown up, nobody panics. Because it’s all part of the plan. But when I say that one little old mayor will die, well then everybody loses their minds!

Introduce a little anarchy. Upset the established order and everything becomes chaos. I’m an agent of chaos. Oh, and you know the thing about chaos?

It’s fair.[32]

 

De la misma forma que Harvey Dent le dice a Gordon:

 

¿Crees que quiero escapar de esto?  …de esto no hay escape …no importa que quiera, ¡es lo justo!

¿Creías que podíamos ser hombres decentes en tiempo de indecentes?  Estabas equivocado, el mundo es cruel. Y la única moralidad en un mundo cruel es el azar. Imparcial, sin prejuicios, ¡justo![33]

 

Al final Dent es doblegado, sus valores democráticos son destruidos por la sed de venganza, el Guasón gana y al mismo tiempo condena a la ruina a Ciudad Gótica. Sin embargo, mientras yace muerto, Batman le dice a Gordon que deben ocultar la caída en desgracia de Harvey Dent. La gente no puede saber que su “santo” cívico sucumbió a los instintos básicos y resultó ser un demente y tenaz igual que el Guasón.

 

Un Joker noruego como ejemplo de la tenacidad

 

Establezcamos una similitud de la tenacidad que tiende a la violencia con casos reales. Anders Behring Breivik es un terrorista noruego de extrema derecha que perpetró dos atentados el 22 de julio de 2011 en Noruega, uno en Oslo y otro en la isla de Utøya, que dejó como saldo total 77 personas muertas y cientos de heridos. De acuerdo con la información, Anders hizo explotar un coche bomba dentro del edificio de gobierno en Oslo provocando severos daños a su estructura y dejando ocho muertos. Pocas horas después, Anders, vestido de policía, abrió fuego sobre un campamento juvenil organizado por el Partido Laborista Noruego en Utøya dejando 69 adolescentes muertos, una parte importante de las victimas murieron ahogadas mientras escapaban de la isla. Anders declaró que sus actos atroces eran necesarios, que el ataque era parte de una operación militar que tenía el objetivo de dar un golpe de Estado. Su demanda terrorista era la prohibición completa de la inmigración y el fin del multiculturalismo forzado: “He comenzado una guerra para tomar el control de Noruega”, nos dice, “la bomba eliminó al Gobierno, y la masacre de Utøya eliminó un campo político”. Al referirse a los adolescentes de Utøya dijo sin remordimientos que eran traidores, hijos de la Elite, lideres del mañana: “Quería golpearlos donde más les doliera”, refiriéndose a los miembros del partido Laborista.

 

Según el reporte psiquiátrico le diagnosticaron esquizofrenia paranoide. En un primer informe, Anders tuvo dificultad para mostrar sus sentimientos, así como una evidente falta de empatía. Estaba convencido de que era un elegido para salvar a su pueblo. Esta evaluación fue duramente debatida por los expertos de salud mental en Noruega quienes argumentaron que en el primer informe no se tomaron en cuenta las observaciones que sugieren que sufría psicosis, depresión y un perfil suicida. La segunda evaluación menciona que Anders no era un psicótico durante los ataques y se le diagnosticó trastorno de la personalidad antisocial y narcisista. En una carta de 38 páginas que escribió desde la cárcel, dijo que ser considerado un loco era algo insoportable para él: “Debo admitir que esto es lo peor que me pudo haber pasado, ya que es la máxima humillación”, escribió, “¡Enviar a un activista político a un hospital psiquiátrico es más sádico y malvado que matarlo! Es un destino peor que la muerte”.[34] La actitud de sociópata nihilista y narcisista obsesivo de Anders podría dar lugar a la siguiente justificación del Guasón sin mostrar diferencia alguna:

 

“I don’t consider myself as a bad person, on the whole I consider myself a good person, I’m good to my parents. I treat my girl right… take her out and buy her stuff. And I go to church every Sunday, But I’ve decided that just once I wanna do a really bad thing. I mean a really seriously bad thing. ‘Cause, ya know, like, we’re put on this earth with free will. We can choose to do this or that. We can choose to be good or bad. But sometimes I think most people are good and not bad only because they’re scared, they might go to jail or hell or someplace. Some guy once said: “Anything done out of fear has no moral value” Well, I think that’s right. I figure the only way you can be truly good is if you’ve tried been good, and you’ve tried being bad, and being good feels better.”[35]

 

Por supuesto, Peirce nos diría que cualquier persona que elija arbitrariamente las proposiciones con las que se conducirá puede usar la palabra ‘verdad’ pero solo para aferrarse a su elección; por lo tanto ¿qué clase de idea de verdad podía haber adoptado y enseñado, que ni siquiera asume un quizá o un tal vez, una opinión tomada tan completamente al azar? Por su parte, John Dewey —ilustre pragmatista igual que Peirce— sostenía que la tenacidad a menudo sirve para resolver dudas, sin embargo, las creencias formadas por medio de ella frecuentemente se verían socavadas cuando otros individuos que usaban el mismo método obtuvieran puntos de vista contrarios que no podían resolverse por el mismo método. Agrega:

 

It is the situation that has these traits. We are doubtful because the situation is inherently doubtful. Personal states of doubt that are not evoked by and are not relative to some existential situation are pathological; when they are extreme, they constitute the mania of doubting. Consequently, situations that are disturbed and troubled, confused or obscure, cannot be straightened out, cleared up and put in order by manipulation of our personal states of mind. The attempt to settle them by such manipulations involves what psychiatrists call “withdrawal from reality.” Such an attempt is pathological as far as it goes, and when it goes it is the source of some form of actual insanity. The habit of disposing of the doubtful as if it belonged only to us rather than to the existential situation in which we are caught and implicated is an inheritance of subjectivist psychology.[36]

 

Quedémonos hasta aquí con esta idea.

 

La relación establecida entre el método de la tenacidad y el método de la autoridad tiene consecuencias prácticas que se ven reflejadas en la rivalidad entre el Guasón y Batman como he mostrado aquí. La tenacidad del Guasón lleva consigo que cualquier creencia suya está determinada por circunstancias ajenas a los hechos: cuando adopta el método de la tenacidad parece irrazonable alguna demanda de control racional o reflexivo, y actúa en consecuencia como lo hemos visto. Por otro lado, el método de la autoridad tiene el problema intrínseco de que se socava a sí mismo. Cuando Rā’s al Ghūl le ofrece a Bruce Wayne una alternativa en su búsqueda por la “verdadera justicia”, da paso al enfrentamiento violento entre dos sistemas de creencias distintos. El resultado es que uno de estos sistemas debe prevalecer a costa de la destrucción del otro, no sin que antes cada uno ponga a los ciudadanos de Gotham de su lado (incluyendo las dos caras de sus respectivos Harvey Dent). Finalmente, la tenacidad en las creencias siempre superará la capacidad del Estado, la Iglesia o cualquier tipo de autoridad para eliminarlo. Si los juicios basados en el método de la autoridad pueden contenerlo y controlarlo razonablemente es una cuestión de grado, pero la capacidad de la autoridad para ejecutar las tareas asignadas siempre traerá dudas, por alguna razón.

Respondiendo a la pregunta acerca de cuáles son los desprotegidos en el texto de Moore, podría contestar todos aquellos renegados que enfoquen sus hábitos para socavar la autoridad se les mirará con desprecio.

 

Bibliografía

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  14. Nguyen, C Thi, Escape the echo chamber en Aeon on: 9th April 2018. https://aeon.co/essays/why-its-as-hard-to-escape-an-echo-chamber-as-it-is-to-flee-a-cult
  15. Moore, Alan. Batman: Killing Joke. Directed by Sam Liu. Produced by Bruce Timm. Performed by Brian Azzarello. 2016.
  16. Moore, Michael. On Wednesday night I attended the New York Film Festival en Facebook @mmflint 5 de octubre 2019, consultado el 12 de noviembre de 2020: https://www.facebook.com/mmflint/posts/on-wednesday-night-i-attended-the-new-york-film-festival-and-witnessed-a-cinemat/10156278766436857/
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  20. Žižek, Slavoj, Don’t insult Joker by comparing him to Trump, en The Spectator, November 1, 2019. https://spectator.us/book-and-art/dont-insult-joker-comparing-trump/
  21. The Globe and Mail. Diagnosis of insanity would be ‘worse than death,’ Norway killer says. Abril 4, 2012 https://www.theglobeandmail.com/news/world/diagnosis-of-insanity-would-be-worse-than-death-norway-killer-says/article4098997/

 

Notas
[1] Žižek, Slavoj, Don’t insult Joker by comparing him to Trump, ed. cit.
[2] Moore, Michael, On Wednesday night I attended the New York Film Festival, ed. Cit.
[3] Idem.
[4] Žižek, Slavoj, Op cit.
[5] Sinclair, Upton, The Jungle, ed. cit., ebook
[6] Losa, Juan, El despertar de la ‘escoria blanca’, en Semanario Público.
[7] Díaz Fernandez, Adolfo, Joker: La crisis del sistema y el inicio de una nueva era, en La Era de México.
[8] Damien K. Picariello Politics in Gotham: The Batman universe and political thought. 2019. 
Ed. Springer.
[9] Peirce, W3.248.
[10] Peirce Minute Logic, CP 2.170
[11] Peirce, W3.246
[12] Hookway, Christopher. Truth, Rationality, and Pragmatism: Themes from Peirce. Transactions of the Charles S. Peirce Society 38 (3), pp. 441-449.
[13] Peirce, W3.249
[14] Peirce, W3.249
[15] Peirce, W3.250
[16] Peirce, W3.250-1
[17] Peirce, W3.251
[18] Véase, Charles S. Peirce. C.P. 1.60
[19] Véase Peirce CP 1.661-677
[20] Henk Driessen, “Anthropology of Humor” en International Encyclopedia of the Social & Behavioral Sciences, 2nd edition, Volume 11 (2015) Elsevier LTD.
[21] Christopher Nolan et al., The Dark Knight. [United States]: Warner Home Video, 2008.
[22] Steven Johnstone. “The Dark Knight: Toward a Democratic Tragedy” en Politics in Gotham The Batman Universe and Political Thought. Ed. Damien K. Picariello (Palgrave Macmillan: 2019), 23-38.
[23] Moore, Alan. Batman: Killing Joke.
[24] Christopher Nolan et al., The Dark Knight.
[25] Idem.
[26] Peirce C.P. 1.666
[27] Steven Johnstone. “The Dark Knight: Toward a Democratic Tragedy” en Politics in Gotham The Batman Universe and Political Thought. Ed. Damien K. Picariello (Palgrave Macmillan: 2019), p. 28.
[28] William J. Berger. “Deconstructing Batman’s Legitimacy: The Radical Political Critique of Christopher Nolan’s Batman Cycle” en Politics in Gotham The Batman Universe and Political Thought. Ed. Damien K. Picariello (Palgrave Macmillan: 2019), pp. 57-64.
[29] Damien K. Picariello, en “The Heroism of Sober Expectations” en Politics in Gotham The Batman Universe and Political Thought. Ed. Damien K. Picariello (Palgrave Macmillan: 2019), pp. 23-38.
[30] Steven Johnstone. “The Dark Knight: Toward a Democratic Tragedy” en Politics in Gotham The Batman Universe and Political Thought. Ed. Damien K. Picariello (Palgrave Macmillan: 2019), pp. 23-38.
[31] Christopher Nolan et al., The Dark Knight.
[32] Idem.
[33] Idem.
[34] The Globe and Mail. Diagnosis of insanity would be ‘worse than death,’ Norway killer says,
[35] Moore, Alan, Brian Bolland, Richard Starkings, and Tim Sale. 2008. Batman: the killing joke.
[36] Dewey, John. Logic: The Theory of Inquiry. Holt and company. 1938, p. 108.