Trazar un cuerpo: Reflexiones para ejercitar la desobediencia en los procesos de subjetivación

ANDREA JERT BUSTOS, BITÁCORA FOTOGRÁFICA (2019)

Resumen
El cuerpo, en tanto materia, se desplaza y (des)pliega por la ciudad en correspondencia con los modos sociales, culturales y políticos que regulan y administran su circulación-composición entre lo público y lo privado. Si en los cuerpos se inscriben discursos hegemónicos, en ellos también se doblegan otras narrativas posibles. El objetivo de este texto es situar la danza como una práctica que irrumpe la gramática dominante en el actual contexto colonial-capitalístico y posicionarla como una estrategia de producción subjetiva desde la sensibilidad cotidiana que habitamos. Desde esa mirada, posicionar su actividad como un dispositivo de creación epistémica que disputa el régimen cultural actual y su escenificación.
Palabras clave: cuerpo, ciudad, cartografía, epistemología, danza, política.

 

Abstract
The body, understood as material, moves and (un)folds through the city, in correspondence with the social, cultural and political modes that regulate and manage its circulation-composition between the public and the private. If hegemonic discourses are recorded in them, they can also be bent to other possible narratives. The objective of this text is to situate dance as a practice that breaks the dominant grammar in our current colonial-capitalist context, and to position it as a subjective production from our daily sensibility. Also, from this perspective, position its activity as a device of epistemic creation that fights for its place in the current cultural regime and its staging.
Keywords: body, city, cartography, epistemology, dance, politics.

 

Grafía del cuerpo contemporáneo

 

Si en los cuerpos se inscriben discursos hegemónicos, en ellos también se subvierten esos discursos; generando otros relatos posibles. La danza, como práctica y gimnasia del pensamiento, irrumpe el orden aparente de la gramática dominante en el actual contexto colonial-capitalístico[1] y enuncia estrategias de reapropiación de las expresiones cotidianas de la vida; en ello, las formas normalizadas y estandarizadas de la experiencia. ¿Puede la danza proponer un corte narrativo del proceso de producción sensible que elaboramos día a día en los lugares que habitamos y, en consecuencia, fomentar la creatividad epistémica?[2]

 

Las operaciones que participan en la confección y generación de conocimiento, responden a una base limitada por un pensamiento homogéneo que reproduce subjetividades acordes a una lógica que además de ser capitalista-colonial, es a su vez, heteronormada y logocéntrica. Estas economías que articulan la configuración de sentido en las y los sujetos,[3] son determinantes en la forma de aprehender el mundo.

 

¿Qué es un cuerpo o qué sabemos de él?

 

Cuerpo como conjunto complejo, como materia organizada: célula, hueso, músculo, órgano, sangre y agua; sensible y susceptible. El Cuerpo es el lugar y es el territorio de acontecimiento (lugar de suceso, de existencia). Cuerpo como soporte modulador de enunciados, cuya masa y volumen dan cuenta de una singularidad expuesta a los afectos, por tanto, las fuerzas que lo atraviesan.

 

De tal modo, el impacto de las tecnologías de control tiene consecuencias que interceden en los procesos de subjetivación, menguando la proliferación heterogénea de las experiencias, y, en definitiva, de LAS formas de vida. Puesto que, en rigor, la política de subjetivación dominante promueve una enajenación, captura y expropiación de las posibilidades que tiene un cuerpo, cultivando una prolongada tradición de indistinción de su potencia. Despojarlo de los conocimientos que éste puede es el recurso predilecto de los agentes de control.

 

Bajo esta consigna, es entonces que se vuelve urgente propiciar tácticas de desenganche de aquello que nos constituye como “sujetos” a la precarización de la vida (entendiendo esta precarización de acuerdo a la enajenación, captura y expropiación). En dicho sentido, es que se torna fundamental promover prácticas que incentiven otras experiencias y tramen idearios colectivos de las formas más insospechadas. Dentro de ese enfoque es que los estudios y saberes del cuerpo, corresponden a maneras de hacer, sentir y pensar de progresiva desprogramación.

 

Un diagnóstico posible es distinguir que el capitalismo, como dispositivo integrado en nuestros cuerpos, modifica y condiciona nuestras experiencias en las capas más íntimas, clausurando o reduciendo los sentidos en que nos relacionamos y con los que decodificamos el mundo. Las formas en que conocemos la realidad y los modos de imaginar y crear, están completamente determinadas por las múltiples dimensiones en que se componen las experiencias y las categorías que las norman.

 

Giro epistemológico

Agitación de sentidos, plasticidad y prácticas generadoras de subjetividad

 

Si la actividad más valiosa y popular que caracteriza la condición de la especie, es toda aquella que tiene que ver con la capacidad de pensar conscientemente (la cual se ha situado en el cerebro), la prolongación de esa conciencia incita a comprender la noción somática del cuerpo de tal manera que organiza su experiencia de acuerdo a su propia estructura y forma de ser habitada en todas sus partes. Este sistema sensorio-perceptivo-afectivo-motor,[4] será el lugar de tejido y producción subjetiva en interacción con el espacio y consigo misma (propiocepción y espacialización). Así, las —experiencias— se entenderán como procesos o procedimientos de significación, que condicionarán las realidades y prácticas de sentido. Las prácticas corporales como fuente de conocimiento, ampliarían el rango de posibilidades de la existencia.[5]

 

Cuerpo en situación, desplegado en la acción, agitando los sentidos para diluir la jerarquización de éstos y modificar el campo representativo y expresivo, por tanto, imaginativo; donde sea posible conspirar nuevas epistemologías de activación. Esto último es interesante, ya que habla de los modos de producir los relatos en los cuerpos [en diferentes territorios y marcos geopolíticos].

 

¿Cómo movilizar los sentidos? Si todo cuerpo es singular, irregular, pesa y experimenta el espacio de manera imprevista. Su materialidad, densidad y sus tejidos despliegan ideas, dibujan espacios, trazan recorridos. La característica del cuerpo de ocupar un lugar, la exposición de la materia y la puesta en relación con las fuerzas que lo alcanzan, permite extender la interrogante: ¿Qué puede un cuerpo? Las acciones posibles de lo que realiza, podríamos suponer, que están dadas en primer lugar por la sensibilidad, la sensación de éste con su entorno y, en segundo lugar, con las dinámicas y gestos:[6] su agencia (el cuerpo no es solo un lienzo), lo que significa hablar del cuerpo no solo como materia sujeta a la susceptibilidad, sino a lo que puede en tanto habita un espacio con otros, siendo el movimiento el elemento que hace posible la desenvoltura de la carne, excediendo su contorno, en el encuentro con otras pieles e intimidades.

 

Dibujar espacios: cualidad de mover

 

La Danza se sitúa como un saber que comprende el ámbito de actividades que amplifican las experiencias del cuerpo y su relación con el entorno. Las diferentes estrategias de composición y/o colapso de la temporalidad y la espacialidad, desobedecen al flujo inerte que norman la utilización y uso del cuerpo en un lugar, en el contacto con otros cuerpos y con otras cosas.

 

Suspender, cortar e interceptar la temporalidad y el espacio, podrían ser gestos de reorganización e insistencia de otras formas, de otras cartografías del cuerpo y el espacio, de intencionar la construcción de lenguajes de representación e imaginación de acuerdo con la experimentación. Encontrar fugas y abrir la posibilidad de descubrir otras formas de habitar y nombrar aquello que se vive.

 

El universo del gesto que sostiene un cuerpo junto a otros cuerpos, invita a reflexionar sobre la interacción entre cuerpo-espacio-movimiento y la coordinación de dichos elementos en el plano de las manifestaciones estéticas, expresivas y creativas de los cuerpos en las calles desde un enfoque artístico-político-social de masas.

 

Dado que, dentro de la superficie en disputa entre los saberes y prácticas dominantes de gestión y producción de lo sensible, la piel, entonces, emerge con la potencia expresiva en una ciudad que, a su vez es escenario irrevocable de representación del modelo neoliberal-capitalista.

 

Hacia una micropolítica de masas

 

La relación y la composición de situaciones entre los cuerpos, el efecto de las fuerzas que lo movilizan y las que también despliega, erosionan los modos hegemónicos de representación de tal manera que las creaciones de experiencias engendran propuestas de vidas heterogéneas y múltiples.

 

De acuerdo con lo anterior, mencionaré el proceso creativo de danza contemporánea en que se sitúa “Tramancia” como un proyecto de investigación artística, que desde su propuesta escénica tiene como objetivo problematizar en el campo de las experiencias y recorridos de los cuerpos en el espacio, presentando cuestiones que invitan a reflexionar sobre la correlación de cuerpo-espacio-movimiento.

 

El proyecto consiste en la intervención del espacio público por dos cuerpos que interactúan con las diferentes materialidades del espacio, tanto arquitectónicas (formas y volúmenes), como de los elementos dinámicos de flujo- peso-tiempo. De tal manera emerge un dispositivo que registra, traza y dibuja el encuentro de quienes interpretan, bailan y accionan diferentes situaciones en movimiento.

 

El procedimiento consiste en leer un territorio específico de la ciudad y generar mapas según diferentes indicadores de composición como, por ejemplo: las texturas a través del tacto, documentación histórica (sucesos sociales y políticos relevantes), atmósfera sonora y visual (estructura arquitectónica y urbanística, superficies, murales, rayados, afiches/publicidad, atmósfera lumínica), narraciones íntimas y biográficas de las bailarinas como de otras participantes del proceso. Todos estos ejercicios de traducción del espacio, componen un artefacto que, a modo de archivo, conecta y pone en diálogo el compendio de perspectivas que, superponiéndose, crean un diseño tiempo-espacial de una contra-cartografía del cuerpo en la ciudad contemporánea, escritura que manifiesta la potencia política de las formas de conocer y producir relaciones.

 

La propuesta escénica final de “Tramancia”, en términos estéticos, conlleva a compartir una experiencia suspendida de la lógica cotidiana de la calle desde el lenguaje de movimiento y el acontecimiento propio del cuerpo que las intérpretes transcriben mediante la exposición de éstos en la ciudad. Conjunción y diseño de una trama que, en el ejercicio compilatorio desde una grafía corporal, habilita un lugar de enunciación diferente y fomenta la construcción de representaciones singulares en torno a las maneras de habitar y de relacionarse con el espacio y el tiempo.

 

Resonancias colectivas

 

Ahora, llegado más allá a la puntualidad de este trabajo, apuntaré a describir el actual fenómeno político social de chile (octubre 2019), como el movimiento de masas y de la tierra, que se manifiesta en el encuentro callejero, en la irrupción dada en el raje o apertura histórica que moviliza a los cuerpos hoy, en sostener una desobediencia colectiva y compartida cotidianamente. La experiencia donde ha primado la interacción de los cuerpos y se han comenzado a desarrollar sistemas de afección y significación poco recurrentes. Inclinaciones y complicidades estratégicas de movilidad política y de articulación compositiva de la multiplicidad social. Imaginando un cuerpo social donde todxs los cuerpos sean posibles:

 

Toda cartografía puede ser subvertida, agitando, inquietando.

Coreografías extendidas de cuerpos que no se agotan que no transan.

Entonces, que dar cara y que poner el cuerpo, sea encender, sea aglutinar, sea encontrarnos en todas las calles, en todas las esquinas, en cada mirada y complicidad estratégica.

 

Bibliografía

  1. Bardet, Marie. Pensar con mover: Un encuentro entre danza y filosofía. Buenos Aires: Cactus. 2012
  2. Bardet, Marie. Saberes gestuales: epistemologías, estéticas y políticas de un «cuerpo danzante». En Enrahonar. An International Journal of Theoretical and Practical Reason. 60, 2018, pp. 13-28. DOI: https://doi.org/10.5565/rev/enrahonar.1206
  3. Flores, Valeria “La intimidad del procedimiento. Escritura, lesbiana, sur como prácticas de sí” en: Revista Bedebec, vol. 6, Nº 11, 2016 pp. 231-249. Disponible en: https://revista.badebec.org/index.php/badebec/issue/view/11
  4. Ginot, Isabelle. «Regarder». En: Launay, Isabelle; Doat, Laetitia y Glon, Marie. Histoires de gestes. París: Actes Sud. 2012
  5. López, B. La ciudad como experiencia y acontecimiento (Hacia UNA ontología de la ciudad). En Andamios, Volumen 15, número 38, septiembre-diciembre, 2018, pp. 141-161. DOI: 10.29092/uacm.v15i38.655
  6. Oyěwùmí, Oyèrónkẹ́. “La visualización del cuerpo: Teorías occidentales y sujetos africanos”. En: Oyěwùmí, Oyèrónkẹ́. La invención de las mujeres. Una perspectiva africana sobre los discursos occidentales del género. Bogotá: Editorial en la frontera, 2017 pp.37-81. Disponible en: http://glefas.org/la-invencion-de-las-mujeres-oyeronke-oyewumi/

 

Notas
[1] Suely Rolnik. Esferas de Insurrección: Apuntes para descolonizar el inconsciente, ed. cit., pp. 25-87.
[2] Sobre el concepto de Creatividad Epistémica: Vitrina Dystópica (Productor). Poscolonialidad, con Sayak Valencia Triana (Audio en podcast), 17 de abril de 2019. Recuperado de: https://dystopica.org/2019/04/17/lavarse/
[3] Concepto que hace referencia a cómo el poder opera en los cuerpos para Foucault en Sayak Valencia, Estallido del Estado como formación política, ed. cit., pp.25-48.
[4] Valeria Flores, “La intimidad del procedimiento. Escritura, lesbiana, sur como prácticas de sí”. ed. cit., pp.231-249. Disponible en https://revista.badebec.org/index.php/badeec/issue/view/11
[5] Vid nota 1.
[6] Marie Bardet, “Saberes gestuales: epistemologías, estéticas y políticas de un «cuerpo danzante»”, ed. cit., pp. 13-28.