El amor

El amor

  

Había jurado matarlo al salir del reclusorio y para defenderse decidió matarlo antes; bueno lo mando matar porque ya dije que estaba en el reclusorio. Eso es muy fácil si uno tiene relaciones. Me dijo Crispín el día que se confesó conmigo. Era su hermano, es cierto, pero fue como si dejara de serlo cuando nació en ellos el odio y la disputa por esa mujer que ciertamente era esposa del que está ya muerto pero se hacía la coqueta con Crispín que, como sea, tuvo que resolver el asunto de la mejor manera.

Crispín es un matapuercos pero no le gusta su oficio. El muertito no era una blanca paloma, había sido amante de mi mujer ¿a poco pensaba que no lo sabía? si desde que éramos chamacos nos robábamos la mercancía que nos mandaban a vender.

A Crispín lo encerraron en el manicomio pero no por eso, eso ni se supo públicamente, todo quedo en familia. Su padre tuvo veinticinco hijos con cinco mujeres diferentes, una de ellas fue su madre.

Resulta que se enamoró de mi abuelita y cuando su padre murió se casó con ella, me siguió contando Crispín, luego se agarró a las entenadas, y mi mamá era una de ellas, con mi abuelita tuvo ocho, con mi mamá siete y con mi madrastra nueve, el otro la verdad, no se ni de quién es hijo; ese mi padre era mas enamorado que un gallo pero la verdad la que mandaba era mi madre porque nos decía a todos lo que había que hacer, a mi esposa no la quería porque era india.

A mi desde muy chico me mandó a vender panuchos, nunca fui a la escuela y mi hermano grande que traía la canasta me hacía enojar, me acuerdo mucho del día que me dio una golpiza terrible porque tiré la salsa, yo quería llegar rápido a donde él estaba vendiendo y se me cayó.

Ese hermano también estuvo en la cárcel y ahí se ahorcó. Era mero malo, se me hace que lo mataron, pero bueno, yo no sentí su muerte ni lo extraño, es un enemigo menos ¡tengo tantos!

Tengo tres hijos, su madre era sirvienta de mi hermana y no se si alguna vez me quiso, pero yo sí aunque se fuera de puta con mi hermano. Extraño a mis hijos, porque los cuatro nos íbamos con el machete al campo y los enseñé a pelear.

Mi mamá tenía chiqueros y quería a los puercos más que a nosotros, de eso estoy seguro, por eso un día que estaba hasta la madre de mota, fui a matarle uno, al mas gordo, al que ella estaba guardando para la boda de mi hermana, ese día me sentí poderoso, aventaba pedazos de carne, por todos lados la gente decía que estaba loco pero la verdad es que no conocen a mi mamá y fíjese yo estaba contento porque ¿de qué otra manera podría yo haberme acercado a ella? y decirle con los hechos que yo la amaba así como mi papá amó mas que a nadie a mi abuelita.

 

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