David descubre la verdad

FOTOGRAFÍA DE FLOR HERNÁNDEZ

 

David es un joven de unos 25 años que quiere hablar conmigo. Hace unos días que fue internado en el hospital psiquiátrico y me dice que está incómodo, lo llevaron ahí después de lo de la tienda. ¿Lo de la tienda?, me explica  que compró once mil pesos de mercancía: un estéreo, un teatro en su casa y dos mil pesos de ropa, pero todo empezó antes. . .

 

Él es, o más bien era, empleado de una compañía que le pedía hacer depósitos, ese día le dieron once mil pesos para depositar (cuando pasaba de cinco mil pesos le pagaban taxi así que no tuvo problema en llegar al Banco y depositó, pero a la salida lo asaltaron y él mismo les dijo: tomen mi celular. Fue entonces cuando supo que fue su jefa la que lo mandó a asaltar porque David hace las cosas muy bien y esto causa envidias, además en días pasados él había acusado a su jefa de fraude, todo era lógico. Cuando llegó a la oficina naturalmente estaba furioso y fue directamente a reclamarle a esta señora ese atrevimiento.

 

Unas horas después el marido y otras personas fueron a golpearlo gritándole que su esposa no era ninguna ladrona. Realmente David estaba furioso y la va a demandar pero en ese momento, lo que se le ocurrió fue ir a la tienda departamental y comprar los once mil pesos en todas esas cosas que él merecía.

 

Ahora debe casualmente lo que depositó, pero eso no le preocupa porque muy pronto será rico, eso lo sabe porque al denunciar a su jefa actuó contra la corrupción y sabe que como premio le darán 55 millones de pesos, Con ese dinero le va a alcanzar para comprar un carro, una casa, pasear y vivir muy bien.

 

Le pregunto cómo sabe que le darán el dinero y me dice que esto es público, fue dado a conocer en un letrero que está en Paseo Tabasco y el periférico donde Evaristo (que es el candidato a presidente municipal del PRI) dice que premiará a los honrados y que hay un número similar a los millones que el va a recibir de gente que merece ser premiada ¡mas claro ni el agua! Por eso él va a esperar y no se va a escapar del hospital psiquiátrico. “Voy a hacer una prueba me dice, acompáñeme, voy a pasar por la puerta y no me voy a ir”, camino con él, pasamos por la puerta y orgullosamente voltea a verme diciéndome ¿ya ve?

 

Hospital psiquiátrico de Villahermosa, agosto del 2006