Editorial #81

Editorial #81

Proseguir el diálogo entre filosofía, literatura, psicoanálisis y disciplinas afines

 

Quizá uno de los mayores diálogos intelectuales en el campo de las humanidades del siglo XX, y lo que va del XXI, sea el abierto entre ciencias humanas, filosofía y psicoanálisis, pues ha implicado un replanteamiento radical del sujeto y su dimensión psíquica, así como sus vínculos intersubjetivos, formas y estrategias de dominación y control, de tal suerte que sin lugar a dudas una de las críticas productivas más poderosas al sujeto moderno provenga de algunos motivos e impulsos en y desde el psicoanálisis. Al descentrar al sujeto racional desde el sujeto del inconsciente, Sigmund Freud emprende una de las aventuras intelectuales más osadas de la modernidad. Filosofía, psicoanálisis y campos afines, pese a las diferencias radicales teóricas y metodológicas, tienen en común hacer de la interrogación y problematización sin fin un ejercicio fundamental de su ser y quehacer. Despliegan antídotos críticos contra todas las formas cerradas, sesgadas, unilaterales, limitadas. Empero, dichas interrogaciones arriesgan fecundas derivas de replanteamientos novedosos. Están lejos de quedarse en la mera impugnación

Hacer del trabajo de interrogación su signo y designio es un elemento compartido por filósofos y psicoanalistas, en ambos casos la pregunta adquiere toda su fuerza y extrañeza como para hacer resonar los tímpanos más obstruidos. La posibilidad de escuchar es clave para pensar dicho intercambio, diálogo no exento de contradicciones, perplejidades e incomunicaciones. Parecería que tanto los psicoanalistas como los filósofos están prestos a cerrar filas frente a cualquier intromisión en su feudo. Jacques Lacan vio, y quizá también fue víctima de ese encuentro fallido entre filosofía y psicoanálisis. Y sin embargo, Las aportaciones fundamentales del genio francés sobreviven a su jerga insoportable y siguen alumbrando planteos hiperlúcidos.

Tal parece que el encuentro entre filosofía y psicoanálisis se efectúa en los límites de los campos disciplinares, justo ahí donde el discurso titubea, la palabra y el pensamiento se fracturan y ahí: la razón humana se abisma en desfiladeros sin fin. Por mi parte creo que la filosofía tiene mucho que aprender del psicoanálisis, o más estrictamente hablando, desaprender y dejar de lado fuera muchos dogmas racionalistas y deterministas que se asumen como lanzadera intelectual, asimismo, el psicoanálisis se vitifica de los replanteamientos corrosivos de enfoques críticos que dinamitan cualquier prejuicio cientificista e ideológico, pienso en la genealogía nietzscheana, la deconstrucción derridiana, los agenciamientos de Deleuze y de Guattari, solamente por citar tres ejemplos paradigmáticos. En la orfandad del saber y del ser se efectúa ese encuentro fallido entre filosofía, literatura y psicoanálisis. El fructífero diálogo favorece nuevas derivas de pensamiento, creación e investigación. De forma particular, aquí interesa explorar las vías de renovación de una subjetividad descentrada, finita, fracturada, atravesada por la falta y el deseo, pero también por los sueños, utopías y ensueños creadores. El presente Dossier “Entre Filosofía, literatura, psicoanálisis y campos afines” se ubica en el umbral de interzonas que establecen vasos comunicantes y rizomas en devenir incesante. Lejos de la última palabra, los artículos aglutinados buscan abrir derivas para el diálogo crítico de experiencias, conceptos e ideas. Esperamos sea de provecho su lectura. “Ritornelo” el cuadro que abre el presente Dossier es de nuestro querido amigo, tristemente asesinado en el 2014, Armando Haro Márquez, que pertenece a un trabajo póstumo  que busca ser un homenaje pictórico a los devenires del pensamiento musical y la escucha clínica. En recuerdo de su memoria aquí lo hacemos presente

 

Editor invitado

Sigifredo Esquivel Marin