¿A dónde ir?

IMAGEN TOMADA DE LA CUENTA DE INSTAGRAM “TRIPLECANARIO”

 

Úrsula se llamaba, lo supe mucho después, tenía un ojo nublado por alguna enfermedad, por alguna ceguera que aumentaba su fealdad de mujer muda, rechazada, sola. Los piojos le andaban en su cabeza como únicos acompañantes y la trabajadora social la conducía como un cordero que se lleva al encierro. Ursula volvía a la sala, su madre no quiso recibirla, cuando la ambulancia fue a regresársela, cerró la puerta, apagó la luz y se hizo la muerta.

El dolor atraviesa el rostro deforme y sucio de Úrsula. La madre la alcanzó para darle un vestido de tergal verde cuando le explicaba a la trabajadora social que no podría tenerla ¡pero la tuvo, salió de su vientre! Pienso yo. La mirada de Úrsula no era triste, era loca sin rumbo, perdida, sola como su único ojo.