Alfabetización en la Sociedad de la Información y el Conocimiento

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Alfabetización en la Sociedad de la Información y el Conocimiento

Resumen

El presente texto busca mostrar las características generales de la sociedad de finales del siglo xx y principios del xxi, a partir de la aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. En especial, se busca abordar el impacto que tuvieron las TIC en la forma en que se desarrolló la idea de la alfabetización digital.

Palabras clave: Sociedad de la Información y el Conocimiento, TIC, Alfabetización digital.

 

Abstract

This article reviews the characteristics of the 20th and 21st centuries society, specially what happened through the appearance of Information and Communication Technologies. It also pretends to demonstrate how ICT contributed to the idea of digital literacy.

Keywords: Knowledge and Information Society, ICT, digital literacy.

 

[…] cualquier persona conectada puede incluir sus propias informaciones en el ciberespacio cuando y como quiera, dando lugar a procesos multiplicadores de enorme potencial comunicativo. Y cada ordenador tiene la capacidad técnica de copiar y modificar datos, con repercusiones hasta ahora desconocidas para las industrias culturales

Ana Sacristán

A lo largo de las últimas décadas, los estudios sobre el impacto de la tecnología en la sociedad, en especial la Internet y el uso de las redes sociales, han tratado de vislumbrar los alcances de ésta en todos los ámbitos humanos. Desde la modificación en la forma de comunicarnos, hasta el impacto de las redes en los cambios socioculturales, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) crecen a pasos agigantados, ganando terreno importante y primordial en la vida cotidiana de los individuos.

La sociedad del siglo xxi, denominada a finales del siglo xx como Sociedad de la Información y del Conocimiento, se caracteriza por una serie de factores que modifican la interacción entre los seres humanos a partir de la globalización; la reconfiguración de los ámbitos laborales, educativos e institucionales; el uso constante de la Internet en la conformación de nuevos canales y redes de interacción y convivencia social.

Vivir en un mundo así de globalizado y donde se da gran importancia a lo que se comunica, obliga a pensar qué papel tienen las TIC y la Internet en la modificación y evolución de los medios de comunicación y cómo se está transformando la forma en que se desarrolla la habilidad de la lectoescritura en una sociedad digital. En especial, se trata de entender la relevancia de las competencias y herramientas que son necesarias para la llamada “alfabetización digital”. Hoy en día, no basta saber leer y escribir como se enseñaba antaño, pues el mundo digital exige una serie de habilidades y saberes sobre el quehacer en la Red que no se habían imaginado antes. Por tanto, la digitalización de una sociedad competente en la interpretación y el análisis de los textos que existen y se generan en la Internet, implica elementos más complejos que se explicarán más adelante.

 

Sociedad de la información y el conocimiento

Para entender la relevancia de las TIC en el ámbito social y formativo de esta sociedad, es necesario regresar a las definiciones que se dieron a la misma a finales del siglo xx y que buscaron dar respuesta a la nueva configuración que se dio a partir del surgimiento y popularización de las nuevas tecnologías. Dicha sociedad se configuró a finales del siglo pasado y principios de éste y tiene como característica primordial la popularización de los aparatos electrónicos o TIC para el uso y difusión de la información. Posteriormente, con la secularización de la Internet, esta sociedad logró un acercamiento, manejo y popularización de la data que se encontraba circulando en aquélla.

 

BROADBAND NOW

BROADBAND NOW

En un inicio, a la sociedad del siglo xx-xxi, se le denominó Sociedad de la Información (SI), pues se daba un papel relevante a la gran cantidad de datos que fue albergada en la red de redes. Con el surgimiento de la World Wide Web (www), los usuarios de la web fueron encontrando en la información un poder nunca visto y que fue creciendo de manera inusitada.

“[…] la aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ocasionó profundos cambios en los antiguos roles de emisores y receptores, sustituidos ahora por las posibilidades abiertas de expresión pública, así como por la multidireccionalidad de las relaciones informativas y comunicativas creadoras de conocimiento y relación sociales”.[1]

Después de observar que la Internet no sólo ofrecía información, sino que se requería de ciertas habilidades para navegar en ese mar de datos, se modificó la concepción de la Sociedad de la Información para transformarse en una más compleja y que daba mayor importancia al conocimiento generado por los internautas: la Sociedad del Conocimiento (SC). Dicho conocimiento recae en las habilidades del navegante cibernético para comunicarse en un nuevo lenguaje de la red, discriminar la información que ahí se encontraba, producir contenido y difundirlo en los distintos medios que ahí se ofrecen.

 

MAFE IZAGUIRRE, “LA MÁQUINA EMOCIONAL”

MAFE IZAGUIRRE, “LA MÁQUINA EMOCIONAL”

 

La llamada Sociedad del Conocimiento incluyó, por tanto, las cualidades de la SI y, además, una nueva forma de configurar los recursos y habilidades necesarias para interactuar en la Red. “El Internet no es sólo una herramienta de comunicación y búsqueda […] Internet confiere además un nuevo y complejo espacio global para la acción social y, por extensión, para el aprendizaje y la acción educativa.”.[2] Con esto, los internautas debían modificar sus formas de interacción presencial por la digital y empezaron a moverse y comunicarse a través de las redes sociales. Se convirtieron en consumidores y creadores de contenido, que se comunicaban en nuevas formas y a través de canales asincrónicos.[3] Las TIC posibilitaron y modificaron la alfabetización tradicional y exigieron una forma distinta de leer e interpretar los textos que ahí se producían.

La invención de la Internet, por tanto, llegó para cambiar los modos de relación entre sus usuarios y exigir de ellos una forma distinta de interacción que se abría, no sólo a los textos escritos, sino también a la vastedad de medios audiovisuales. De ahí que las nuevas generaciones o los usuarios de la red deban conocer los canales y mensajes que abre la comunicación a través de las imágenes y de los medios orales para transitar adecuadamente en la carretera de la información y el conocimiento.

 

La transformación del código escrito.

A lo largo de la historia de la humanidad, la escritura ha jugado un papel preponderante en la transmisión del conocimiento y del registro de los avances logrados. Desde la invención del alfabeto griego hasta la codificación ASCII,[4] la escritura ha sido la técnica esencial con la que se han registrado los hechos acaecidos y se ha propiciado la comunicación entre los seres humanos.

BRIAN STAUFFER

BRIAN STAUFFER

Desde la creación de la escritura, el hombre ha buscado que en ella se registren los elementos más relevantes para una sociedad. No es extraño que, hoy en día, la Internet y las TIC en general, estén buscando lo mismo: dejar registro de toda la información y conocimiento que hasta el momento se ha creado por la humanidad. Desde la antigüedad, con el surgimiento de los códigos pictográficos y luego el alfabeto, el hombre ha buscado registrar los hechos más relevantes para dejar testimonio de su cultura.

Aunque inicialmente se creyó que la escritura demeritaría el uso de la memoria como habilidad primordial del registro histórico y cultural, los antiguos se dieron cuenta que ésta sólo sufriría una modificación para recordar lo que ahora quedaba plasmado en los papiros y otros soportes de la escritura. Del mismo modo, hoy en día, el registro de los datos y la información en internet es fútil sin la capacidad de discriminación y la memoria sobre los lugares donde se encuentra dichos data. Por ello, la forma en que se plasma la información, sea a través del código escrito o de las imágenes fijas o móviles con audio, requiere de una habilidad de interpretación y lectura muy peculiar. “[…] escribir con textos es sólo una forma de expresar ideas. Poco a poco están descubriendo que escribir con una mezcla de imágenes digitales, sonido y vídeo es mucho más interesante y atractivo. Este tipo de remezcla digital es un proceso que implica tomar artefactos culturales y manipularlos y combinarlos en nuevos tipos de mezclas creativas.”.[5]

INVENCIÓN DE LA IMPRENTA

INVENCIÓN DE LA IMPRENTA

Podríamos recurrir a un ejemplo sobre evolución técnica o tecnológica que también revolucionó la escritura. Ésta se dio en el siglo xv cuando Gutenberg creó la imprenta de tipos móviles. Dicha invención buscó reproducir la escritura de forma ágil y fueron una forma de acercar el texto (ahora impreso y alfabético) a un mayor número de gente. Sin embargo, aquellos que habían resguardado recelosamente la escritura manuscrita en los monasterios, ahora se enfrentaban a una publicación más abierta del texto escrito. Así, la imprenta potenció su alcance para quienes sabían leer. Los cambios que ello implicó repercutieron en la formación de las nuevas generaciones que ahora debía familiarizarse con los libros impresos y aprender el código de la letra de molde.

“En el siglo xvi […] En toda Europa las imprentas de brazo de los impresores produjeron millones de ‘psalterios’, esos libritos de oraciones que eran también abecedarios. Con estos impresos de muy bajo costo, los alumnos aprendían a ‘leer la letra de molde’ […]. Esta competencia les bastaba para leer los catecismos y los libros en uso en las iglesias, pero la escritura manuscrita seguía siendo indescifrable para ellos, salvo para la minoría que lograba aprender a escribir”.[6]

Del mismo modo en que las TIC y a Internet modificaron las formas de comunicación, en su época, la imprenta se convirtió también en un medio masivo de comunicación que impactó la forma en que interactuaban las sociedades de esa época. En aquellos tiempos, la distribución de los textos escritos permitió que se estandarizara la lengua escrita y que las comunidades se unificaran a partir de esta forma de comunicación. Posteriormente, se formó una brecha entre aquellos que sabían leer la letra impresa y aquellos que sólo conocían la letra manuscrita.

De forma similar, en nuestros tiempos existe una brecha denominada digital (por el tipo de soporte que utilizan las TIC) que enfrenta a los individuos a una nueva estructura que, como antaño, deberá irse conociendo y modificando para lograr una adaptación completa. Esta brecha digital se agudiza cuando quienes se enfrentan a los nuevos medios de comunicación carecen de las herramientas para enfrentarse al mundo digital, puesto que hoy en día la comunicación escrita se ha diversificado, ya que no depende sólo del medio impreso para subsistir, sino que con la inclusión de las tecnologías digitales se ha potenciado y transformado de modos inimaginables.

Las llamadas Tecnologías de la Comunicación y la Información han ampliado los modos en la sociedad se comunica y, por supuesto, cómo se escribe en los distintos medios que ofrece para ello. Los dispositivos electrónicos y, en especial, los móviles han permitido que la interacción entre los individuos no sólo se dé de manera ágil y expedita, sino que se transforma la comunicación escrita, pues se alimenta de otros recursos que antes no le eran propios, a saber, los recursos gráficos y auditivos.

“Los medios masivos han contribuido a la estandarización de las lenguas en su forma escrita, a partir de la imprenta, y oral, tras la invención de la radio y de la televisión. Sus intereses han coincidido con los de los estados en la medida en que han apoyado la difusión y la consolidación de las lenguas nacionales. Los medios orales siguen siendo de gran importancia lingüística para las regiones donde el analfabetismo es alto […]. En esos casos los medios orales son el vehículo fundamental para trasmitir la lengua nacional en su forma hablada a todo el país. […] Más recientemente, la Internet, sobre todo a través de WWW, […] ha alcanzado una dimensión que puede considerarse mundial en la medida en que no excluye ningún país. Además, Internet, el medio más participativo, da acceso a la información ilimitada desde cualquier lugar del mundo”.[7]

Para comunicarse hoy en día, no basta con conocer el código escrito, sino que hay que tener la habilidad de interpretar otros códigos que se han aliado a éste y se han vuelto parte fundamental de los medios escritos. Una idea que se desea transmitir se convierte en una posibilidad creativa de comunicación. Los emoticones, las imágenes móviles o gif, las grabaciones de audio y demás recursos en línea permiten que una simple idea se convierta en un espacio lúdico de creación, que permite al receptor del texto complementar la lectura con otros elementos interpretativos.

HARRY CAMPBELL

HARRY CAMPBELL

“Los internautas tienen acceso a muchos bienes culturales digitalizados (lectura) y, también, la libertad de elaborar sus propios textos, convirtiéndose en autores (escritura). Una nueva cultura de lo “común” va sedimentándose en Internet, con enormes repercusiones sobre el ‘copyright’ y los procesos de autoría. La vertiente comunicativa y la socialización en el mundo Internet, por su parte, claves para entender cómo es la vida en la ‘sociedad red’, son tratadas a través de las redes sociales […]”[8]

Ante este panorama, se puede comprender por qué es relevante el desarrollo de capacidades sobre la forma de leer, interactuar, redactar e interpretar en la Red. Los internautas, por tanto, deben ser versados en la forma de comprender y elaborar los textos que circulan en la red. Como se ha dicho, no sólo que compete al código escrito es susceptible de ser interpretado, pues existen otros tipos de texto, que necesitan ser comprendidos y analizados de acuerdo con el contexto y los parámetros del medio digital.

“Consideramos que un vídeo, una conferencia grabada o una imagen son objetos textuales, que se diferencian de los textos escritos tradicionales por emplear otros soportes y/ o grafismos (en lugar de letras, por ejemplo, imágenes, dibujos o símbolos), así como por su modo de codificar/ decodificar el lenguaje oral o gestual; el proceso de decodificación de un dibujo no es igual al de la lectura de un texto. Desde esta perspectiva ampliada, el contenido textual de una revista o un diario no es sólo la parte escrita, también lo son las fotografías y grabados; de hecho, hoy en día, las revistas modernas son macrotextos formados por la combinación significativa de letras e imágenes”.[9]

En este sentido, lo que se ha denominado alfabetización digital involucra mucho más que sólo la lectura y la escritura tradicional, pues se busca la comprensión y uso de medios multimedia para ser competentes en la Red. En el siguiente apartado, se explicará con mayor detenimiento lo que implica esta alfabetización y por qué es relevante para interactuar y comunicarse en el medio digital.

 

La alfabetización digital

Después de observar las necesidades que se derivan de la Sociedad de la información y el conocimiento con la introducción de las TIC y el Internet a la vida cotidiana del ser humano, se puede notar la necesidad de entender que “El empleo de los nuevos medios requiere destrezas que van más allá de la habilidad para abrir un programa o poner en marcha un equipo de cómputo. Se necesitan aprendizajes específicos para elegir entre aquello que nos resulta útil, y lo mucho de lo que podemos prescindir”.[10] Por ello, la sociedad que aspira a ser digital necesita versarse sobre la forma de aprender a “leer” y “escribir” en los nuevos medios de comunicación.

Anteriormente, la alfabetización se entendía como el mero aprendizaje de la lengua escrita para poder leer y escribir de forma competente. Claro está que, en la actualidad, incluso se discute si la formación tradicional realmente está logrando esto o si sólo se están formando alfabetas funcionales o meros decodificadores de la lengua escrita.

CHRIS GASH

CHRIS GASH

Como se ha podido observar con lo expuesto hasta ahora, el hecho de que se diera mayor importancia a los textos en la cultura hace que la alfabetización tome un papel fundamental en la educación. Sin embargo, hoy en día sería importante cuestionar si esto es suficiente para enfrentarse a las necesidades que perfila la Sociedad de la Información y el Conocimiento. “Entendiendo la actividad cultural de Internet como la producción, distribución y consumo de una inmensa cantidad y variedad de objetos textuales, cabe comprender el aprendizaje de uso de la Red como una alfabetización, que, en esencia, no difiere de las prácticas alfabetizadoras habituales en la educación formal”.[11] Es por ello que, si se espera tener una participación más o menos eficaz en los medios digitales, es necesario conocer las formas en que se “lee” y se “escribe” en la red para lograr interpretar y analizar los textos que ahí se producen.

Según Henao y Ramírez los textos llamados hipermediales están ofreciendo una gran cantidad de posibilidades en la escritura de la era digital. Entre ellas, se pueden enumerar las siguientes:

  • Comunicar ideas a través de múltiples medios: textos, audios, videos, simulaciones, fotografías, animaciones, etc.
  • Crear múltiples trayectorias y esquemas posibles de lectura.
  • Generar textos que ofrecen al lector una interacción más real y dinámica.
  • Conectar los textos producidos con otras fuentes de información complementarias.
  • Abordar la producción del texto, atendiendo mejor a su propio estilo cognitivo, necesidades y expectativas.[12]

En esta producción de textos hipermediales, se entiende que las habilidades que requieren los cibernautas son por demás complejas, pero también necesarias si se espera entender realmente lo que significa ser un alfabeto digital. Sin duda, en la sociedad actual no se puede prescindir de estos conocimientos puesto que es evidente que no hay marcha atrás en la carrera digital. Por mucho, lo que se espera que es ésta se vaya tornando más compleja y cada vez exija más de los usuarios que pretendan interactuar en ella.

“Así, no hay más alfabetización que aquella que acaba con el analfabetismo funcional: se está alfabetizado cuando, al leer, se entiende un texto en su contexto; y el contexto se entiende a través de los sucesivos textos que se leen. Enseñar a leer es enseñar a comprender lo que se lee, no explicándolo sino ayudando a que el aprendiz de lector lo conecte con su vida y sus experiencias y lo proyecte hacia la cultura en que se desarrolla. Leer es saber escuchar lo que dice la comunidad cultural, es saber escuchar a los otros, en un entorno social compartido, o en otro entorno social desde el propio”.[13]

Por esta razón, para entender lo que la SI y la SC exigen de los usuarios de la Red se necesita, primero, conocer las formas en que se produce la comunicación en ella, así como las habilidades de lectura y escritura de los textos hipermediales. Estas habilidades comprenden, como ya se ha dicho, la lectura de los textos de acuerdo con su contexto, la interpretación crítica de los textos audiovisuales y el conocimiento para discriminar la información y, si se es aún más versado, la capacidad para producir textos que utilicen los lenguajes informáticos.

Finalmente, la exposición que se tiene actualmente a las formas de interacción y comunicación a través de las TIC y la Internet es innegable, por lo que conviene reflexionar sobre las capacidades que se requieren para interactuar en ellas. Asimismo, la forma en que cada uno de los usuarios de la red desarrolle y fortalezca su alfabetización digital puede depender tanto de los entornos formales como informales de la educación, pero que, sin duda, es fundamental para desenvolverse competentemente en un entorno globalizado y digital.

 

Bibliografía

  1. Ávila, Raúl, De la imprenta a la internet: la lengua española y los medios de comunicación masiva, México, Colegio de México, 2009.
  2. Coll, César y Monereo, Carles (eds.), Psicología de la educación virtual. Aprender y enseñar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, Madrid, Morata, 2011.
  3. Goldin, Daniel et al. (coords.), Las TIC en la escuela, nuevas herramientas para viejos y nuevos problemas, México, Océano, 2012.
  4. Henao, Octavio y Ramírez, Doris, “Impacto de una experiencia de producción textual mediada por tecnologías de información y comunicación en las nociones sobre el valor epistémico de la escritura”, Revista Educación y Pedagogía, Vol. XVIII, No. 46 (septiembre-diciembre 2006), pp. 223-238.
  5. Sacristán, Ana, Sociedad del conocimiento, tecnología y educación, Madrid, Edición Kindle.

 

Notas

[1] Sacristán, Sociedad del conocimiento, tecnología y educación, ed. cit., posición 216 de 7806.
[2] Coll y Monereo, Psicología de la educación virtual. Aprender y enseñar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, ed. cit., p. 20.
[3] El término asincrónico se utiliza para la comunicación que no se da en el preciso momento en que se transmite el mensaje, es decir, puede pasar cierto tiempo hasta que el receptor reciba el mensaje y que, a su vez, realice una respuesta para completar el circuito del habla. Es más, en muchos casos el circuito se rompe, pues, al recibir el mensaje, el receptor puede decidir no responder al mismo.
[4] El código ASCII es la interpretación de un código alfanumérico a un código binario, es decir, una interpretación de las letras o números a 1 y 0, donde el 1 es una instrucción de encendido y el 0 de apagado. Mediante la combinación de 1 y 0 se construye cada una de las letras del alfabeto para ser interpretados por las máquinas y transformarlos en un código legible.
[5] Sacristán, op. cit., posición 250 de 7806.
[6] Anne-Marie Chartier, “La lectura y la escritura escolares ante el desafío de las nuevas tecnologías” en Goldin, Las TIC en la escuela, nuevas herramientas para viejos y nuevos problemas, ed. cit., p.163.
[7] Ávila, De la imprenta a la internet: la lengua española y los medios de comunicación masiva, ed. cit., p. 34.
[8] Sacristán, op. cit., posición 229 de 7806.
[9] Ibid., posición 1918 de 7806.
[10] Ibid., posición 605 de 7806.
[11] Ibid., posición 223 de 7806.
[12] Henao y Ramírez, “Impacto de una experiencia de producción textual mediada por tecnologías de información y comunicación en las nociones sobre el valor epistémico de la escritura”, ed. cit., p. 229.
[13] Sacristán, op. cit., posición 1825 de 7806.

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