Variaciones del sacrificio
Si, como advierte Bataille, la naturaleza del universo es eminentemente paródica, pues los seres ocupan el lugar de otros, se desplazan, se anulan y se intercambian en una economía que comunica y vierte entre sí sus identidades, entonces, no podríamos sino afirmar que el gesto humano que mejor expresa la naturaleza cambiante del mundo es el sacrificio. Economía del desplazamiento y del intercambio que propende a la disolución de los límites que mantienen a los seres individuales en un aislamiento al que sólo la violencia de la muerte comunica. El sacrificio es ante todo el trueque con el espacio vacío abierto por su interrogante. El ojo de la víctima refleja al del verdugo a la manera de un espejo convexo que lo mira y a través del que funde ambas angustias. Así entonces el sacrificio es la parodia fundacional de la conciencia de la muerte.
No será distinto tampoco para el lenguaje que tiende a operar a través de sus signos un desplazamiento de los seres que nombra y que se articulan a partir de ese significante de grado cero que es la ausencia. La literatura o acaso el lenguaje mismo —apunta Roberto Calasso— ha surgido de esa pulsión de desplazar a través de las palabras el testimonio de la sangre viva que la angustia por la muerte demanda en los hombres. Las palabras eluden e imitan las puntas lacerantes, son el sacrificio del sacrificio. Así, el relato mueve a la angustia y a la comunión con las vicisitudes del héroe que, por un juego mágico de mímesis, vive nuestros temores y esperanzas.
Siendo así, el sacrificio no se limita al de la expresión religiosa, sino que tiene cabida en el arte, la poesía o en la vida misma, ya que lo que somos, aquello que realmente damos es, como creía T. S. Eliot, quizás el error capital que toda nuestra vida no alcanza a redimir, aquel acto que nos perdió y que las facultades del olvido no alcanzan a desteñir. Ahí donde nos extraviamos, también nos hemos entregado sin conocer siquiera el sentido de la pérdida.
La complejidad mediante la cual las distintas sociedades expresan su necesidad de darse a sí mismas hace que los modos de sacrificio describan mejor sus obsesiones profundas y sus convicciones más íntimas. Sería natural, por lo tanto, reconocer en el sacrificio una instancia universal, que, como Proteo, se reviste de diferentes semblantes, algunos de ellos traicionando incluso al propio sacrificio.
El presente dossier, Variaciones del sacrificio, explora desde diferentes ámbitos la naturaleza proteica del sacrificio. En ella encontraremos perspectivas que se le aproximan desde diversas expresiones, algunas con un enfoque conceptual y especulativo y otras desde la concreción del trabajo de campo. De esta manera, el dossier reúne artículos de miembros de la comunidad académica del Doctorado en Filosofía e Historia de las ideas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, tanto de docentes como de estudiantes regulares e invitados. Las miradas que lo conforman son múltiples y también se intercambian. El lector atento podrá ver en la miscelánea colección de textos que lo conforman más de un lugar desde el cual se comunican. El título del dossier emplea la preposición de y no sobre o en torno, porque no solo los estudios son variables, sino que, como hemos indicado, la naturaleza misma del sacrificio lo es.
Nelson Guzmán
(Editor Invitado)
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