Usted no pertenece al castillo, no es del pueblo, usted es un don nadie. Por desgracia, sin embargo, usted es algo: un forastero, uno que siempre resulta superfluo y siempre está en camino, uno por quien siempre se producen trastornos, por cuya causa hay que esconder a las criadas, cuyas intenciones son desconocidas… Franz...