La arquitectura de Mauricio Rocha, en sus diversas facetas se ha desatacado por un profundo respeto al sitio. Desde los proyectos de “arquitectura efímera” hasta obras nuevas, como la ya reconocida Escuela de Artes Plásticas de Oaxaca, encontramos el diálogo innegable con el entorno. Una arquitectura que bien diría Álvaro Siza (refiriéndose a su propia obra), es el contexto la que dibuja el exterior del edificio. Desde las formas hasta la selección de materiales la obra de Rocha nos confirma el arraigo en un espacio y tiempo determinado. El proceso creativo se enriquece y encuentra nuevos retos en las intervenciones que hace a edificios históricos y con una alta carga mnemónica. En proyectos, como la casa Heliotropo la primera obra de Mauricio, encontramos la armonía de lo viejo y lo nuevo, de que manera la historia de la preexistencia, la ruina continúa presente en la intervención contemporánea.
Imagen 1. Exconvento de San Pablo, imagen del estado en el que se encontraba antes de la intervención. Fotografía de Rafael Carrillo.
El recién inaugurado proyecto del Exconvento de San Pablo, es el Centro Académico y Cultural San Pablo, de la Fundación Alfredo Harp Helú, sumándose a la rica vida cultural de ésta ciudad. En este proyecto encontramos de nuevo la arquitectura mediadora de Rocha, el diálogo de lo presente y lo histórico.
El antiguo Convento sufrió a lo largo de los años el abandono, el descuido, la mutilación y la atropellada intervención del tiempo. El templo fue abandonado, invadido y destazado. Su configuración espacial se vio transformada por la traza urbana de la ciudad, las avenidas cortaron tajantemente el espacio y los habitantes lo adaptaron a las necesidades de la vida cotidiana. El trabajo, no sólo del Taller de Arquitectura de Mauricio Rocha sino de un amplio grupo de restauradores e historiadores, fue devolverle al edificio la vida perdida, a través de la recuperación y el diálogo de los diversos fragmentos.
La intervención del Taller de Mauricio es clara y contundente, responde a las necesidades del nuevo uso de este espacio. No engaña al visitante en una ambivalencia anacrónica, se expresa claramente y deja al descubierto las diferentes capas de tiempo en el edificio.
Imagen 2. Exconvento de San Pablo, primer nivel. Fotografía de Rafael Carrillo.
El elemento de mayor fuerza dentro del conjunto es una crujía de esbeltas columnas metálicas y cristal en el patio central. Este cuerpo responde a la necesidad de ampliar la crujía del antiguo convento con fines de utilidad y funcionalidad espacial. El diálogo que se establece con la preexistencia es evidente en el ritmo de los pilares en juego con las columnatas del siglo XVI y el cristal que incorpóreamente, gracias a su brillo y reflejos permite que el espacio se complete con un dejo de imaginación.
Los diferentes niveles del convento han sido restaurados con extrema atención en los detalles, dejando al descubierto algunos muros de piedra original, crean un interesante juego de texturas con la madera del techo y el barro del piso.
Imagen 3. Exconvento de San Pablo, segundo nivel. Fotografía de Rafael Carrillo.
Probablemente la mayor sorpresa espacial se encuentra en el tercer y último nivel del claustro, en el cual el espacio se libera y con un lenguaje completamente diferente nos deja ver que este nivel no forma parte del edificio histórico. En él redescubrimos el espacio, la cubierta del patio se vuelve evidente y el espacio central cobra una nueva perspectiva.
Imagen 4. Exconvento de San Pablo, tercer nivel. Fotografía de Rafael Carrillo.
Cada habitación, pasillo y rincón de la obra habla, o como diría Eupalinos canta, permitiéndonos descubrir la historia de cada uno de ellos, las historias secretas que contienen, en los que el paso del tiempo ha dejado huellas y que afortunadamente se expresan en esta nueva etapa del edificio.
Imagen 5. Exconvento de San Pablo, patio interior. Fotografía de Francisco León Pacheco
Los exteriores, el atrio y los patios también han sido intervenidos. La fachada a la avenida nos muestra con franca sinceridad su condición de fractura y expresa literalmente el corte que sufrió. Como una sección arquitectónica, vanos de puertas, ventanas y pasos configuran un atractivo macizó escultórico labrado con vacíos.
Imagen 6. Exconvento de San Pablo, fachada a la Av. Armenta y López. Fotografía de Francisco León Pacheco
El Centro Cultural se verá enriquecido en conjunto con otros proyectos, que sin duda en su recorrido potenciará las cualidades del concepto arquitectónico. Como bien dice Mauricio en este proyecto es necesario elegir que se recupera de las construcciones históricas, de los añadidos del paso tiempo y cómo la intervención contemporánea enfatiza y enriquece el habitar del espacio. La estructura recuperada, el espacio renovado, los fragmentos del pasado y los vestigios del tiempo, comienzan hoy una nueva historia.
Imágenes 1,2,3 y 4, fotografías Rafael Carillo y la 5 y 6 fotografías Francisco León Pacheco
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