Georges

1. La fotografía muestra algo, o alguien, y muestra, al mismo tiempo, la realidad de lo que muestra: muestra que eso, o ese, realmente existió, en un momento, en alguna parte.

La fotografía apasionadamente muestra lo real, su fragilidad, su gracia, su fugacidad. En alguna parte, en un instante, algo o alguien apareció. La fotografía nos muestra que eso tuvo lugar, y que eso resiste nuestras dudas, nuestros olvidos, nuestras interpretaciones. Nos ofrece esta evidencia.

2. Por ejemplo, has tomado esta copa de vino. Te veo tomando. Veo que en este día has tomado esta copa. En los reflejos sobre el vino. Veo el tiempo de este día que pasa, que transcurre, inmóvil. Te veo tomando: es manera de hablar que diga que veo la duración, el flujo del tiempo, este día. – Tú, tú no ves nada, tú tomas.

3. Estabas a punto de encender un cigarro. Como siempre, tienes hebras de tabaco pegadas al labio. Fumas sin parar. Estás a punto de usar tu encendedor. La foto fue tomada justo antes, exactamente. Parece que ella te molesta, que no te deja fumar.

 

4. La foto me muestra que tan directo eres. Miras directamente la lente, sabes exactamente de que se trata: de tu imagen—y eso te divierte y a la vez te vanagloria.

Es como si la realidad de tu mirada hacia tu propia imagen a venir—pero también hacia mi, él que toma la foto—formó la superficie misma de la foto, plana, brillante y clara.

5. Llevas tu beret eterno y en tu cabello un pasador de pelo para retenerlo. Asimismo llevas un vestido encima de tu suéter de cuello vuelto. Estás mal afeitado, como siempre, salvo el pasador de pelo. Una vez más, ves tan directamente hacia la lente que uno se siente no mirado pero medido con una precisión muy grande.

6. La fotografía no muestra que en realidad a penas ves. Al contrario agudiza y aumenta tu mirada: ves todo.

 

7. Estás viendo en otro lugar pero sabes que yo te fotografío.

8. Se puede decir que hay gente más o menos real que otra? Sin duda. Eres una de las personas más precisamente reales que he conocido.

Esta foto fue tomada la primavera: atrás de ti se pueden ver las yemas de la glycine. Y tu nariz de viejo bebedor al sol es otra yema. Hay alegría.

9. Me pregunto porque has subido esta manga de tu segundo suéter por encima del codo.

10. La fotografía muestra la realidad del pensamiento.

 

11. Cuando estás cansado, dejas tus ojos que caigan, te dejas caer, te desplomas sobre la mesa para dormir. Es demasiado, siempre ha sido, demasiadas miserias, como se dice, demasiados dolores, demasiadas penas en tu vida. Cantas: Los dolores son de los locos y ellos que escuchan son aún más locos. Tú, tú no les escuchaste: esto se ve en la foto.

12. Comes, la noche–una noche, esta noche. Pareces de una película francesa antes de la Guerra. Juegas exactamente tu papel, Georges, un papel pleno de memoria y de saberes, de malicia y de candor, tan evidente y tan insondable, inagotable como una fotografía.

Te gustan las fotos, esto se ve—y ellas te hacen justicia.

Nota

 

Esta es la primera traducción al español del foto-ensayo de Jean-Luc Nancy, “Georges”.[1] Tomadas por el filósofo, las doce fotografías muestran al hombre que envejece en diferentes momentos de un día: “Georges”, pariente de Nancy por matrimonio. Las fotografías están acompañadas por doce textos, a veces tan cortos como una línea. El ensayo fotográfico ha traído una considerable atención en la bibliografía secundaria sobre el pensamiento de Nancy acerca de la finitud, ya sea por las actividades aparentemente cotidianas en las que la persona estuvo involucrada ese día en particular, como comer, beber o fumar en una cafetería local (Kaplan, 2005 y Ignaas Devisch, 2013)[2] o por la extraña ingenuidad del estilo del escritor (Armstrong, 2009),[3] con los tres autores mencionados anteriormente acercándose hacia el peso específico que el término “exposición” tiene para Nancy: la exposición entendida como una persona singular o momento colocado en una pluralidad de personas/momentos y viceversa, un complejo de miradas que se abren al templum de la fotografía, una existencia en y como la exterioridad propia a cualquier persona.

En mi experiencia como profesora universitaria de Filosofía en el Colegio de Filosofía, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, “Georges” ha sido un tema enseñable.

Mi agradecimiento a Jean-Luc Nancy por confiarme la traducción del texto, con la clara conciencia de que ni el español ni el francés son mis lenguas maternas; asimismo, mi agradecimiento a Philip Armstrong por enviarme copias reproducibles de las fotografías del texto.

Nota y traducción de María Konta

[1] Sobre la historia de la traducción del foto-ensayo al inglés véanse Philip Armstrong “From Appearance to Exposure”, Journal of Visual Culture, vol. 9 (1), 2010, nota de pie 5, p. 25: “Publicado por primera vez en Furor en 1985 [Furor 13, feb. 1985, pp. 83-96] y reimpreso en las ediciones de Le Poids d’une pensée del 1991 y 2008 [Le Poids d’une pensée, Sainte Foy-Grenoble, Le Griffon d’argile-Presses universitaires de Grenoble, 1991; reed. con el título Le Poids d’une pensée, l’approche, Strasbourg, La Phocide (Philosophie – d’autre part), 2008,] el ensayo se omitió del The Gravity of Thought [The Gravity of Thought. New Jersey, Humanities Press, 1997] pero fue incluido en Nancy (2006: 131-42) [Multiple Arts: The Muses II, Stanford, CA, Stanford University Press, 2006] Así, la traducción al inglés pierde las referencias a la fotografía en el ensayo precedente (‘Espace contre temps’) incluidas en las dos ediciones de Le Poids, donde Nancy se refiere a la “instantaneidad” de la fotografía como “un espacio del tiempo extendido y desplegado [étalé ]”. La presente traducción al español es de la edición de 2008 de Le Poids, pp. 89-100.

[2] Louis Kaplan, American Exposures. Photography and Community in the Twentieth Century, University of Minnesota Press, 2005, p. xxv. Ignaas Devisch, Jean-Luc Nancy and The Question of Community, Bloomsbury Academic, edición NIPPOD, 2014, p. 104.

[3] Armstrong, 2010, pp. 11-27.

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