Análisis de las fotografías publicadas en el periódico “La Jornada” el día 2 de julio de 2018

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Análisis de las fotografías publicadas en el periódico “La Jornada” el día 2 de julio de 2018

Resumen

El presente artículo es un análisis de las fotografías publicadas en el diario mexicano de izquierda, La Jornada el día 2 de julio de 2018, un día después de las elecciones presidenciales en el país y en las cuales salió vencedor el candidato de la izquierda política, Andrés Manuel López Obrador. Si pensamos que los medios de comunicación constituyen un mecanismo de construcción de la realidad social, el análisis fotográfico se vuelve central en la comprensión de esa visión del mundo transmitida y puede reflejar el sentir y pensar de una parte de la sociedad, como veremos a lo largo de este texto.

Palabras clave: fotoperiodismo, fotografía, análisis coyuntural, sociología de la imagen, análisis, La Jornada.

 

Abstract

This article is an analysis of the photographs published in the Mexican left-wing journal La Jornada on July 2, 2018, one day after the presidential elections in the country, and in which the candidate of the political left, Andrés Manuel López Obrador, won. If we think that the media constitute a mechanism for the construction of social reality, the photographic analysis becomes central in the understanding of that vision of the transmitted world and can reflect the feeling and thinking of a part of society, as we will see throughout of this text.

Keywords: photojournalism, photography, conjunctural analysis, sociology of the image, analysis, La Jornada.

 

El contexto: un día antes

 El 1 de julio de 2018 se llevaron a cabo en México las elecciones presidenciales y legislativas en el contexto de un Estado con niveles de violencia comparados al de un país en guerra. Desde que Felipe Calderón declarará, en la ciudad de Morelia y apenas unos días después de haber asumido el cargo de presidente de la República en el año 2006, “la guerra contra la delincuencia organizada” la cifra de asesinatos, feminicidios, desapariciones forzadas, desplazados y represión no ha dejado de aumentar.

La militarización del país para el supuesto combate al narcotráfico tiene como saldo, según la asociación Data Cívica,[1] 35 mil desaparecidos, cifras que superan con creces las de las dictaduras chilenas o argentinas de los años setenta del siglo XX; y más de 200 mil muertos.[2] Estos datos, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), colocan a México en el segundo país del mundo con más asesinatos dolosos, sólo por debajo de Siria.[3]

Ante esta situación, el candidato presidencial, ubicado a la izquierda del espectro político nacional, Andrés Manuel López Obrador y su recién fundado partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), lograron un triunfo contundente con el 53.19% de los votos (equivalente a poco más de 30 millones de votos).[4] Este resultado ya se preveía desde un par de meses antes, cuando durante el periodo de las campañas electorales, la totalidad de las encuestas perfilaban al candidato de MORENA como favorito y los rumores de un supuesto o probable fraude orquestado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, convocaban a la participación ciudadana que alcanzó el 63.42% del padrón electoral (INE, 2018) para evitarlo.

La portada: “¡Arrasa!”

 

En su edición del día 2 de julio, la portada del periódico La Jornada, fue ocupada en dos terceras partes por una fotografía capturada por el fotoperiodista Carlos Ramos Mamahua (crédito visible al pie de foto de la publicación), a color de Andrés Manuel López Obrador durante el mitin-festejo que realizó en el Zócalo de la Ciudad de México, una vez que el INE anunció su, en ese momento, virtual triunfo. Es una fotografía que funciona como la editorial del diario cuando en la parte superior de la misma se lee por título: “¡Arrasa!”; y también, como nota informativa, por la gran cantidad de información contenida en ella y por su pie de página,[5] que a la letra dice:

En su primer discurso, luego de que la autoridad electoral reconoció que las tendencias le favorecían en la contienda, Andrés Manuel López Obrador formuló un reconocimiento al presidente Enrique Peña Nieto e informó que el próximo martes se reunirían en Palacio Nacional para comenzar el proceso de transición. Más tarde, en un acto en el Zócalo, repleto de simpatizantes, recalcó que el país inicia una nueva etapa de transformación y que encabezará “un gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.[6]

Es una fotografía de retrato, compuesta verticalmente y a nivel del sujeto, con un lente angular que permite introducir en ella un amplio contexto. Andrés Manuel López Obrador, que es el sujeto fotográfico, ocupa el primer plano a la derecha de la imagen, lo vemos sonriente y con un brazo levantado (en señal de saludo), dirigiendo su mirada a la multitud que se acuerpa en una plancha del Zócalo completamente llena; por las banderas que se levantan en el tercer plano, las cámaras y celulares que fotografían desde otro ángulo al sujeto (segundo plano) y los confetis de la parte superior izquierda, la imagen refleja el estado de alborozo y fiesta, casi carnavalesca, que se está viviendo. Es una imagen que, si pensamos en los ecos visuales,[7] nos recuerda imágenes capturadas durante la victoria de gobiernos de izquierda del siglo XXI en otros países de América Latina como Ignacio Lula da Silva en Brasil en 2002, o de Mauricio Funes en El Salvador en 2009.

Para la lectura anterior de la imagen es importante notar un detalle, que en términos de Roland Barthes podríamos llamar: el punctum.[8] En la parte inferior de la fotografía, y pegada al saco que viste el sujeto principal, se ve a una mujer vestida de rojo, levantando un teléfono celular para fotografiar al candidato, que en ese momento arriba al templete, saludando desde donde dará su discurso, y donde el punctum, es la amplia y exultante sonrisa de la mujer que mira con fascinación. Desde otra perspectiva, el punctum podríamos decir que es la mujer vestida de negro que aparece en el segundo plano, cubriéndose el rostro con el teléfono celular mientras toma una fotografía (o un video, ¿cómo saberlo?) del candidato. Ese pequeñísimo fragmento de la imagen total estaría simbolizando “lo nuevo” que está por venir y de lo que no tenemos la más mínima idea de que es, la incertidumbre, el caminar a ciegas.

Otros dos elementos de fuerza de la fotografía son primero, el hecho de que todos los rostros que se ven agolpados en el segundo plano tienen la cabeza levantada hacia arriba, lo que evoca la imagen mesiánica que se ha construido mediáticamente del sujeto retratado en primer plano; y segundo y simbólicamente fundamental e interesante, la imagen del Palacio Nacional con su iluminación nocturna encendida, enmarcando la parte luminosa y activa de la imagen y señalando el sitio de poder en la cual está colocado ahora el retratado.

 

Páginas interiores: las elecciones, tema hegemónico

 

Quiero comenzar diciendo que el periódico La Jornada nace el 19 de septiembre de 1984, como una cooperativa de medios, con una línea editorial de izquierda y opositora al régimen priista hegemónico de aquellos años. Sus fundadores son un grupo de periodistas que habían salido del unomásuno, periódico pionero en México y creado en 1977 por una fracción del grupo que sale de Excelsior, después del golpe que el presidente Luis Echeverría diera contra ese medio para alinearlo al régimen.[9] En formato tabloide, el proyecto original de La Jornada otorgaba a la fotografía y a la caricatura una gran relevancia, en él se “estableció que cada página, por lo menos, tendría” una de ellas.[10] Así mismo, el diario se ha destacado a lo largo de su historia por hacer énfasis en las coberturas de la política nacional, así como de los movimientos sociales.

En la edición que nos ocupa, del día 2 de julio de 2018, el periódico estuvo integrado por 43 páginas (sin contar la sección de En Mediodedicada a Cultura, Espectáculos y Deportes, que no tomaré en cuenta en este ensayo). En todas y cada una de ellas, con excepción de la sección Opinión (páginas 26 y 27) se incluyó por lo menos una fotografía, todas con pie de página y crédito al autor. Los autores son en su mayoría fotógrafos “de casa”, es decir que laboran como periodistas en el mismo periódico y las menos de entre las imágenes son de agencias como Ap, Afp o Cuartoscuro.

Siguiendo el criterio de “zonas de preferencia”, utilizado por Lorenzo Vilches, “donde se marcan siete espacios a fin de identificar la relevancia de la imagen cuando se lee el diario […] considerando la apertura de dos páginas del mismo”[11] y con base en el cual “puede identificarse de mayor a menor importancia la ubicación de la imagen en cada página del diario”,[12] podemos observar que la puesta en página de las fotografías les asigna una gran importancia. Como se puede apreciar en la reproducción de las páginas que adjunto en este escrito, en casi cada una de ellas las imágenes fotográficas tienen el tamaño de casi un cuarto de página o mayores y ocupan las posiciones uno, dos, tres o cuatro.

Puedo afirmar que la edición del 2 de julio de 2018 de La Jornada es profunda y estimulantemente visual, no sólo por la ya mencionada gran cantidad de fotografías en lugares relevantes de las páginas, sino también por la variedad, calidad compositiva y contenido periodístico de las mismas.

En total la edición que nos ocupa incluyó 51 fotografías (más una en la portada y una en la contraportada, para sumar un total de 53), sin contar caricaturas, inserciones pagadas o propaganda. De ellas 43 son sobre las elecciones del 1 de julio tanto federales como estatales y 3 incluyen el rostro de Andrés Manuel López Obrador. Ahora, me gustaría detenerme en dos páginas del periódico por considerarlas fotográficamente relevantes.

Página 10. Sobre la línea editorial e ideológica del medio

En un espacio secundario de la página y ocupando menos de la cuarta parte del espacio de ésta, encontramos una fotografía tomada por el fotoperiodista Carlos Ramos Mamahua, en blanco y negro y formato vertical. Por el formato de la imagen sabemos que ha sido editada antes de su inserción, con la finalidad de mostrar a los lectores únicamente un detalle, que es el que interesa resaltar a los editores del periódico. La fotografía acompaña la columna Astillero del periodista Julio Hernández Navarro y funciona no cómo ilustración de ella, sino, podría decir, como una especie de epílogo visual. El pie de foto afirma: “acompañado de su esposa Beatriz y su hijo Jesús, Andrés Manuel López Obrador llegó temprano al centro de votación”. Como un detalle que llama la atención y vuelve más interesante la imagen, las manecillas del reloj en la muñeca izquierda del retratado, marcan las 7:50 horas.

EN LA FOTOGRAFÍA, LÓPEZ OBRADOR ABRAZA Y DA UN BESO A SU HIJO, UN NIÑO QUE APARECE SONRIENTE Y COMPLACIDO DEL GESTO TIERNO Y CARIÑOSO DEL PADRE. EN UN SEGUNDO PLANO, UNA CÁMARA FOTOGRAFÍA LA ACCIÓN Y, EN UN TERCER PLANO, UN SUJETO JOVEN PARECE OBSERVAR CON CIERTA INDIFERENCIA LA ESCENA.

La imagen me parece relevante porque considero habla con fuerza y sutilmente de la línea editorial e ideológica del periódico, al mostrar al ya presidente electo del país en una de las facetas más humanas y familiares posibles. En medio de la vorágine política coloca en la figura de quien será el primer mandatario de la nación todo un sistema de valores que, en el marco de un país lesionado por la violencia y el miedo, empatiza inmediatamente con una sociedad que es profundamente conservadora. A reserva de una investigación más profunda, podría afirmar que la gran movilización a favor de Andrés Manuel López Obrador no es debido a su proyecto político de nación, ni a representar a “la izquierda”, sino al deseo urgente de un pueblo que en medio de la desesperanza está clamando por seguridad, justicia y paz, por tranquilidad para sus familias.

Página 23. El reportaje fotográfico como género periodístico

La página impar del centro del periódico está dedicada en la edición que nos ocupa a un pequeño reportaje fotográfico titulado Retorno a la Plaza de la Constitución.

Como ya mencioné anteriormente, aquí podemos observar la importancia que el medio de comunicación asigna a la imagen fotográfica y el discurso visual como un lenguaje informativo y narrativo por sí mismo, no dependiente del texto. Aquí, la preminencia la tienen las cinco imágenes que componen el trabajo y a ellas se subordinan dos pequeños textos, el título y el pie de reportaje, que a la letra dice: “Cinco momentos del festejo de anoche que miles de ciudadanos protagonizaron en el Zócalo capitalino, donde Andrés Manuel López Obrador, virtual triunfador de la contienda presidencial, llamó a la reconciliación nacional”. Y que define con contundencia la línea editorial de La Jornada ante los sucesos históricos que narra, al establecer como sujeto socio-político fundamental, no sólo en la imagen (como se muestra en seguida), sino también en el texto, a los ciudadanos; y, en segundo plano la presencia y el discurso del candidato que, en congruencia con lo que he venido argumentando en este ensayo, hace énfasis en la necesidad de “reconciliación nacional”, que es otro modo de enunciar el apremio de parar la guerra.

Una vez más y utilizando la “diagramación para el lector del diario” de Lorenzo Vilches,[13] podemos observar que la fotografía principal es la de la esquina superior derecha. Es una fotografía de encuadre vertical y cargada de elementos simbólicos. En el primer plano y abarcando prácticamente la mitad del cuadro, se aprecia a un hombre, tomado a tres cuartos, con la bandera nacional en la espalda, no se ve la mano, pero se percibe por las líneas de la imagen que es él quien sostiene la insignia de MORENA. En segundo plano y un poco fuera de foco, otro joven parece entonar un cántico o una consigna, viste el jersey de la selección mexicana de futbol, que, al día siguiente del festejo por el triunfo de López Obrador, disputará contra Brasil su pase a la fase de cuartos de final en el Mundial de Rusia. En un tercer plano otro sujeto masculino los retrata con un iPhone y una multitud fuera de foco parece mirarlos con interés. Finalmente, y rematando la carga simbólica de la fotografía en el último plano aparece la catedral metropolitana.

La segunda fotografía (según su importancia en el diagrama de lectura ya citado) es una panorámica del Zócalo capitalino, una toma en picada, realizada por el fotógrafo desde el Hotel Majestic con un lente angular que nos permite apreciar la totalidad de la explanada y al fondo el Palacio Nacional y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con esta fotografía, sí la leemos en conjunto con la anterior, el diario completa la presentación de los símbolos del poder. Sin embargo, lo más sobresaliente de la imagen es la multitud, las miles de personas que atiborran el Zócalo capitalino, se alcanza a ver la bocacalle de la Av. 20 de Noviembre también colmada de gente. El Zócalo es la plaza más emblemática del país, es el ombligo de la nación y ese día, después de décadas convertida únicamente en centro de espectáculos y entretenimiento, vuelve a ser tomada por un pueblo que siente que ha triunfado.

En la tercera posición, al centro y a la izquierda de la página, una fotografía de Andrés Manuel López Obrador junto a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, y detrás de ellos, tres integrantes varones de su campaña. Los cinco personajes apareen con el puño derecho en alto y sonrientes. De fondo se alcanza a percibir el escudo de la bandera nacional. Aquí, los editores del periódico nos presentan al fin a los personajes que motivan la fiesta y la plaza llena, para pasar inmediatamente a una cuarta fotografía (en la esquina inferior izquierda de la página) que nos habla de eso. En la bocacalle de la Av. 20 de Noviembre, a la entrada del Zócalo, no se ve fin al contingente de personas que la inundan y al frente otro lábaro patrio y un grupo de mariachis, símbolos del nacionalismo y la fiesta popular mexicana. La imagen está captada ligeramente a contrapicada, desde el nivel de piso y el punto de fuga es la convergencia de los edificios de la avenida y la multitud extendiéndose a lo largo de esta.

La quinta y última fotografía, ubicada en la esquina inferior derecha de la página es un retrato de plano medio y a nivel de los personajes que aparecen ahí. La figura predominante, al lado derecho de la fotografía y ocupando casi la mitad del cuadro, es una marioneta gigante con forma de tigre (como las que se construyen entre la comunidad china para festejar su año nuevo), el ingenio popular sale a relucir y la figura nos evoca los tiempos de carnaval, tiempos en los que prima la alegría, la despreocupación, el éxtasis. Junto al tigre-marioneta un varón, que por su estética (el tipo de tatuaje, la esclava en la muñeca, la camiseta con la leyenda: money… everything) podemos adivinar proveniente de los sectores populares de la ciudad, sostiene con el brazo derecho y sobre su cara una máscara del rostro de Obrador, la expresión es sosegada y amable, casi dulce, un rostro con el que el pueblo se identifica y el hombre con el brazo tatuado, posiblemente con su propio nombre: Yahir, lo expresa al anteponerlo a su propio semblante. Detrás de él, como llamándolo y a punto de asirlo, una mujer se asoma sobre su hombro. La imagen del presidente electo, en el marco de los elementos antes descritos, cierra como un punto final el reportaje.

Las fotografías son un collage armado por los editores del diario con las fotografías de tres fotoperiodistas de casa y dos agencias, a saber: Víctor Camacho, Marco Peláez, Jesús Villaseca, la agencia Afp y la agencia Ap. Y así aparecen los créditos de las mismas al final del pie de foto que las acompaña como conjunto.

 

Contraportada: La fiesta mundialista irrumpe en la fiesta electoral

Como ya mencioné anteriormente, el 2 de julio se publicaron en La Jornada 53 fotografías, sólo 10 de ellas no son relativas a la jornada electoral del día anterior. Una de ellas es la fotografía de la contraportada. El Mundial de futbol, celebrándose en Rusia y coincidiendo con los tiempos electorales mexicanos, irrumpe en la contraportada del periódico. Nos cambia de tema, pero el ánimo carnavalesco continúa y se refleja en la fotografía. Es una fotografía de la agencia Ap, ubicada en la parte inferior derecha y ocupando poco más de la cuarta parte de la página, al igual que la foto de portada, ésta es una fotografía a color, tomada ligeramente a contrapicada, con un teleobjetivo que borra casi completamente el fondo, del cual sólo percibimos colores (blanco, rojo y piel predominantemente) y formas borrosas que, por el contexto, desciframos son aficionados en el estadio de futbol.

Esta fotografía juega un doble papel en el diario. Por un lado, ilustra un pequeño encabezado colocado a su izquierda (que puede funcionar también como título de la imagen), que nos invita a leer, en la sección de deportes la nota principal del evento deportivo, y que dice: “En juego insulso, España cae ante Rusia en penales”. Por otro lado, la foto junto con su pie de página hace las veces, al igual que la foto de portada de la edición que analizamos, de una nota periodística en sí misma. El pie de foto cuenta: “La selección anfitriona abraza a su portero, Igor Akinféev, tras desviar uno de los dos tiros de pena máxima fallados por la escuadra ibérica, la cual pagó caro su falta de audacia; el marcador global quedó en 5-4. Mientras, Croacia logró el boleto a cuartos de final al vencer 3-2 a Dinamarca en dramática serie de penales, en la que se fallaron cinco. El tiempo reglamentario concluyó también con empate a uno”.

En la imagen (editada a formato cuadrado) el cuadro está prácticamente lleno por el equipo ruso de futbol (anfitriones del evento deportivo), los jugadores como lo dice el pie de foto, corren en gran algazara sobre el portero (vestido de azul), lo abrazan, ríen, gritan, tensan los rostros de la emoción. Han pasado a la siguiente etapa del torneo. En México, ese día el pueblo espera un segundo triunfo, espera poder ver el 3 de julio, en las portadas de los diarios repetirse esta misma imagen con los jerseys verdes. La fotografía en la contraportada de La Jornada del 2 de julio de 2018 es el colofón perfecto de un día histórico en México, que se ha vivido entre la tensión político-electoral, las expectativas, el miedo al fraude y la continuidad de la guerra, la alegría del posible cambio esperado y enclavado en todo ello: el gozo y la expectativa deportivas.

 

Bibliografía

  1. Barthes, Roland, La cámara lúcida. Notas sobre la fotografía, Paidos Ediciones, Barcelona, 1989.
  2. Data Cívica, Página web: Personas Desaparecidas, México, 2018. (https://personasdesaparecidas.org.mx/db/db), consultado el 5 de julio de 2018.
  3. Del Valle Gastaminza, Felix, “La fotografía como objeto desde la perspectiva del Análisis documental”, en Fernando Aguayo y Lourdes Roca (coords.), Imágenes e Investigación Social, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México, 2005, pp. 219-242.
  4. INE, Cómputos Distritales 2018, Elecciones Federales, 2018. (https://computos2018.ine.mx/#/presidencia/nacional/1/1/1/1), consultado el 8 de julio de 2018.
  5. Rodríguez Aguilar, Susana, “Constantes y variantes en la generación y publicación de la fotografía periodística. Instrumento de investigación”, Revista de Historia Regional y Local, vol. 4, núm. 8, Universidad Nacional de Colombia, Medellín, julio-diciembre, 2012, pp. 401-418.
  6. _______________________, “Ecos visuales nacionales e internacionales en el fotoperiodismo mexicano”, ReVLatT, Red de Estudios Visuales Latinoamericanos, 5 de julio, 2018. (http://www.revlat.com/single-post/2018/07/06/ECOS-VISUALES-NACIONALES-E-INTERNACIONALES-EN-EL-FOTOPERIODISMO-MEXIANO), consultado el 6 de julio de 2018.
  7. _______________________, “Fotoperiodismo mexicano. El relato de los días, 1976-1986”, en América. Revista de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Núm. 5, Sevilla, España, Nueva Época, enero-junio, 2017, pp. 184-212.
  8. Siempre, “32 mil desaparecidos en México tienen nombre y apellido”, ¡Revista Siempre! Presencia en México, sección Nacional/Portada, 14 de noviembre, 2017. (http://www.siempre.mx/2017/11/32-mil-desaparecidos-en-mexico-tienen-nombre-y-apellido/), consultado el 7 de julio de 2018.
  9. Thourliere, Mathieu, “México alcanzó los niveles de violencia de un país en guerra abierta: IISS”, com.mx, sección nacional, 9 de mayo, 2017. (https://www.proceso.com.mx/485739/mexico-alcanzo-los-niveles-violencia-pais-en-guerra-abierta-iiss), consultado el 5 de julio de 2018.

 

Notas

[1] Data Cívica, Página web: Personas Desaparecidas.
[2] Siempre, “32 mil desaparecidos en México tienen nombre y apellido”.
[3] Thourliere, Mathieu, “México alcanzó los niveles de violencia de un país en guerra abierta: IISS”, ed. cit.
[4] INE, Cómputos Distritales 2018, Elecciones Federales.
[5] En este punto es interesante recordar que “en términos narrativos, ‘el texto ayuda a la construcción de la historia de la cual la fotografía es un instante reflejado’”. Del Valle Gastaminza, Felix, “La fotografía como objeto desde la perspectiva del Análisis documental”, ed. cit., p. 216.
[6] Ibidem, p. 234.
[7] Rodríguez Aguilar, Susana, “Ecos visuales nacionales e internacionales en el fotoperiodismo mexicano”, ed. cit.,
[8] Barthes, Roland, La cámara lúcida. Notas sobre la fotografía, ed. cit.
[9] Para profundizar en esta historia, en la que ahora no puedo detenerme se puede consultar la magistral novela de Vicente Leñero, Los Periodistas, Ed. Seix Barral, México, 2015, que cuenta además con una excelente presentación de Julio Scherer García y prólogo de la periodista Carmen Aristegui. Ver también Mraz, John y Ariel Arnal (colab.), La mirada inquieta: nuevo fotoperiodismo mexicano (1976-1996), CONACULTA, Centro de la Imagen, México, 1996.
[10] Rodríguez Aguilar, Susana, “Fotoperiodismo mexicano. El relato de los días, 1976-1986”, ed. cit., p. 207.
[11] Rodríguez Aguilar, Susana, “Constantes y variantes en la generación y publicación de la fotografía periodística. Instrumento de investigación”, ed. cit., p. 406.
[12] Ibíd., p. 412.
[13] Ibíd., p. 413.

 

 

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