Editorial #63

Editorial #63

Cuerpos en resistencia

 

Lanzar preguntas a partir de la escucha sincera ha sido el objetivo de los encuentros convocados por Giroscopio desde hace ya cinco años. Giroscopio hoy es un colectivo multidisciplinario interesado en proponer acciones para expandir las condiciones y experiencias corporales en la cultura cotidiana, que partan del giro corporal.

 

Decir que los cuerpos resisten no es nada nuevo bajo el sol. Los cuerpos son lugar de síntesis de la realidad heterogénea; son, en sus fibras más íntimas y más superficiales, espacios políticos que dan cuenta de los campos de acción y movimiento que les conforman. La potencia del cuerpo yace en un intersticio que utiliza para traer inmanencia al pensamiento, le otorga sangre y sudor, acuerpa un cosquilleo por lo concreto. Poner al cuerpo para crear otros mundos posibles es un acto político en el que el cuerpo redescubre su capacidad de resistir, expandirse y celebrar sus potencias.

 

El III Coloquio de Danza y filosofía. Cuerpos en resistencia. Campos de acción en movimiento se llevó a cabo del 4 al 7 de noviembre de 2019. Su objetivo fue indagar esa dimensión política de lo corporal que mencioné arriba. Lo vivido y compartido esos días catalizó movimientos, pensamientos e interacciones entre muchas latitudes que se hicieron presentes en este diálogo expandido. Gracias a las problemáticas comunes que nos atraviesan, escuchamos voces desde Uruguay, Perú, España y el interior de México.

 

Nos entusiasma presentar esta publicación como memoria de lo vivido. Acuerpan este Dossier, a modo de memoria de todas las voces que se escucharon en el III Coloquio de Danza y Filosofía, ocho autoras que piensan el cuerpo a través de prácticas variadas, pues ellas —provenientes de diversas latitudes, formaciones y prácticas corporales— comparten una característica sintomática: ser mujer. Ellas y todas nosotras somos parte del público interesado en el aspecto político del cuerpo, dada la opresión que vivimos directamente y que se relaciona con nuestra constitución corporal.

 

Esperamos que estas memorias evoquen una inflexión curiosa para cuestionar qué puede el cuerpo, pues no nombrar al cuerpo, no tocarlo, no escucharlo, no pensarlo, es la violencia invisible con la que convivimos; violencia que mengua nuestras posibilidades para cambiar la realidad desde lo personal, o más bien, de empezar por ahí. Al final, el pensamiento ha de girar al compás de la realidad para transformarla. Y el cuerpo lleva el movimiento en el compás del corazón.

 

Colectivo Giroscopio

Editor invitado