Reflexión, proyección y resistencia: mujeres en la ciudad fronteriza

NÉSTOR RAMÍREZ, PERFORMANCE PARA DENUNCIAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN ECATEPEC (2018)

Resumen
El presente texto reflexiona sobre la violenta realidad en la que muchas mujeres vivimos cada día en Ecatepec. Analiza cómo la danza, el performance y otras formas de protesta han sido un vehículo de resistencia contra el odio impuesto hacia las mujeres en uno de los municipios con mayor número de feminicidios en México. Al mismo tiempo, manifiesta la experiencia vivida pero también evidencia el trabajo que otras mujeres han realizado durante los últimos años. Finalmente, da cuenta de las múltiples intervenciones para intentar desagraviar el territorio que habitamos, así como el propio cuerpo.
Palabras clave: experiencia, movimiento, dolor, resistencia, territorio, Ecatepec.

 

Abstract
This text reflects on the violent reality in which many of us women live every day in Ecatepec. It analyzes how dance, performance and other forms of protest have been a vehicle of resistance against the hatred imposed on women in one of the municipalities with the highest number of feminicides in Mexico. At the same time, it shows the lived experience but also evidences the work that other women have done during the last years. Finally, it gives an account of the multiple interventions to try to redress the territory we inhabit, as well as our own bodies.
Keywords: experience, movement, pain, resistance, territory, Ecatepec.

 

Es sabido que Ecatepec es uno de los municipios con mayor índice de delincuencia y ha sido catalogado en los últimos años como el más violento para las mujeres.[1] Lo embargan diferentes tipos de violencia e intentar explicarlos tomaría todo un ciclo de conferencias, sin duda uno de los que considero prioritario atender es la violencia de género y la manera en que las mujeres resisten a esto porque, se dice que el grado de misoginia ha sido tal que ha cobrado incluso más vidas que en Ciudad Juárez, he decidido hablar de esto porque como habitante de este municipio, como humanista y como bailarina siento la necesidad de hacerlo y agradezco profundamente el espacio.

 

En una realidad como esta, cientos de mujeres usan el cuerpo como la única posibilidad de resistencia para el alma; lo convierten en arte. Cuentan a través de él la lucha que han mantenido contra la violencia, narran la historia de otras mujeres o la propia, crean performance, festivales o talleres contra la violencia de género. Pienso en esto después de leer el periódico o redes sociales cada día, mientras salgo de mi casa en Ecatepec y me dirijo a la Universidad.

 

La alerta de género fue declarada oficialmente en 2015 por las autoridades, sin embargo, haciendo un balance de la situación me encontré con el dato que desde el año 2005 algunas organizaciones y colectivos habían solicitado la alerta de género por los casos de desaparición. Ante este estado de emergencia existe un trabajo de años de resistencia; numerosas formas de protesta han surgido desde entonces, algunos ejemplos son: El performance ocurrido en octubre del 2015 con el título “Feminicidio del Río de los Remedios rostro, nombres y justicia”, realizado junto al Río de los Remedios por las habitantes de este. En noviembre del 2015 el performance de la preparatoria oficial 128 “General Francisco Villa” de Ecatepec en el marco del día de la no violencia hacia las mujeres realizaron el performance político “Las mujeres de la periferia no somos desechables”, el cual consistió en la elaboración de vestidos con materiales desechables para evidenciar la cosificación de las mujeres en una sociedad machista; estudiantes, hombres y mujeres, realizaron un mitin en la plaza principal de San Pedro Xalostoc bajo la consigna “ni objetos ni desechos, mujeres con derechos”. En marzo del 2016 tuvo lugar otro performance “Rostros de fuego, del bordo a la esperanza” a propósito del día internacional de la mujer; uno más en 2017 sobre el día internacional de la mujer nuevamente por estudiantes de la preparatoria 128, menciono estos porque han sido tal vez los más difundidos y documentados en internet.[2]

 

Admiro mucho este trabajo y el esfuerzo por visibilizar el estado de alerta actual, es necesario hacer más que levantar la voz porque a veces las palabras no alcanzan para expresar la rabia o el dolor que la huella de un feminicidio deja. No hay palabras para describir el vacío o la ausencia de alguien, por ello cientos de personas han decidido salir a las calles y apropiarse de los espacios públicos, realizan actos para disminuir el dolor o tranquilizar el alma.

 

He reflexionado detenidamente en lo que implica un performance a nivel individual y colectivo, después de esto pienso en palabras como experiencia, movimiento o dolor; que a su vez se vinculan con otras: reflexión, proyección y resistencia. Como señala la antropóloga Adriana Guzmán, a través de la experiencia el sujeto se vincula con el mundo al menos en tres dimensiones: la cotidiana, que coloca al yo en un aquí y en un ahora; la significativa en la que se observan los actos y las conductas el sujeto; y la liminal donde tras la vivencia del fluir de los procesos se puede llegar a los dramas sociales, a los que se le atribuyen fuertes significados dentro de la cultura.[3]

 

Siguiendo la idea de vinculación con el sujeto a través de su experiencia, tenemos que se puede entender al cuerpo de tres maneras: el cuerpo vivido, que se refiere al propio cuerpo, un yo realizando acciones que se viven de manera interna y en su entorno; el cuerpo percibido, que se refiere a la imagen corporal, la percepción del cuerpo propio y el de los demás; y el cuerpo interpretado, el registro simbólico la traducción de la imagen corporal. Todo esto forma parte de la experiencia del sujeto y la vinculación de su cuerpo con otros cuerpos. Sin embargo, no se puede entender la experiencia del sujeto sin hablar de movimiento.[4]

 

Si pensamos por un momento, encontramos que el movimiento es la esencia misma de nuestro cuerpo. Aun estando en posición estática el movimiento existe en nuestro cuerpo a través de los latidos del corazón y el oxígeno, que fluye dentro de él sin ser conscientes de ello. De hecho, antes de adquirir la capacidad de hablar, la especie humana se comunicaba a partir de expresiones gestuales y movimientos corporales, así se puede considerar el movimiento como un elemento esencial y vital para el desarrollo del cuerpo y su experiencia con el mundo.

 

[…] Todo movimiento consiste en una contracción o dilatación ya sea de nervios, tendones o músculos o bien una combinación de ellos que implica un movimiento o contracción/dilatación de órganos o miembros, y que puede involucrar partes de la estructura ósea o al cuerpo en su conjunto; es decir el movimiento es la contracción, dilatación-rotación y, en la medida en que vayan involucrando cada vez más partes, el movimiento tendrá diferentes cualidades y, por ende, sentidos y significaciones. […] el movimiento brinda información sobre los objetos y comunica su forma tridimensional, lo cual hace posible su relación con el mundo.[5]

 

El movimiento está inscrito en condiciones de tiempo y espacio, inmediatas para la experiencia del sujeto, estas condiciones están llenas de contenidos culturales y personales; cada individuo interpreta su aquí y ahora de acuerdo con su contexto y el contexto que la rodea, por eso la experiencia del sujeto en movimiento, tanto si ejecuta el movimiento como si se mantiene como espectador está llena de contenidos, el movimiento es un entramado de historias que convergen en un solo instante. El tiempo y el espacio son incomprensibles sin el ritmo y el movimiento, estos elementos hacen posible los modos de ser del hombre y sus expresiones.

 

La expresión del sujeto a través del movimiento se debe en gran medida a su experiencia frente a otros a nivel social y cultural, así, todo lo que ocurre afecta al sujeto en su totalidad. El dolor, por ejemplo, es uno de los paradigmas que demuestra la unión entre mente y cuerpo, ya que

 

[…] el dolor no es sólo una sensación, sino una percepción y, como tal, involucra de forma sustantiva toda la complejidad del sujeto-psique, cuerpo, sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos […] El dolor no es simplemente una respuesta automática e invariable inscrita de algún modo en el cuerpo. El dolor no es simplemente algo que se sufre o se soporta, sino algo que se interpreta, algo que se envuelve en un sistema o círculo de pensamiento que lo dota de significado.[6]

 

Y es justo desde la experiencia del sujeto con su contexto que reflexiono sobre el dolor y sitúo la danza como una de las múltiples resistencias en Ecatepec. Existe desde hace tiempo un dolor crónico, incomprensible para quienes no han vivido de cerca en un ambiente como este. Es decir, no se trata sólo de sentirse expuestos o con miedo de salir a la calle; esa es sólo una de las sensaciones. Es sentirse vulnerable e intranquilo en todo momento e incluso dejar de sentirse libre. El dolor del feminicidio no se experimenta únicamente a nivel corporal e individual, sino que deja una huella en quienes mantienen un vínculo directo con las personas ultrajadas, ya sean padres, madres, hijos o vecinos; quienes deben aprender a convivir con esto para seguir adelante. El feminicidio deja un dolor tan grande como insuperable, pero la danza ha sido un medio para poder convivir con él sin dejar que éste se apropie de la esencia y de la vida misma. La experiencia del dolor ha hermanado a cientos de personas en los últimos años, se ha recurrido a todos los medios posibles para rechazar la violencia y la impunidad.

 

Pese a que el entorno ofrece poco para ser habitable, las mujeres en Ecatepec han decidido luchar contra todo por defender la vida, de forma admirable salen todos los días de sus casas a realizar sus actividades cotidianas, pero también planean actividades o se reúnen con colectivos que atienden la violencia de género, se organizan en comunidad por la defensa del territorio, tratan de erradicar este lenguaje violento que mantiene el cuerpo de las mujeres tomado como expresión de dominio. Así, como apunta la antropóloga Laura Rita Segato: “En la lengua del feminicidio, cuerpo femenino también significa territorio y su etimología es tan arcaica como recientes son sus transformaciones. Ha sido constitutivo del lenguaje de las guerras […] Por esto, la manera del control territorial […] puede ser inscrita en el cuerpo de sus mujeres como parte o extensión del dominio afirmado como propio”.[7] Las mujeres en Ecatepec resisten y están dispuestas a combatir porque se niegan a ser un número más en las cifras, las múltiples protestas en las calles o performance frente al Palacio Municipal han sido muestra de ello.

 

El performance ha sido uno de los medios para contrarrestar el dolor, las palabras “Reflexión, Proyección y resistencia” describen en gran medida todo el trabajo que hay detrás de un performance y sus implicaciones, lo que ocurre a nivel de la danza. La reflexión aparece desde el momento en que se cree necesario usar el cuerpo como herramienta de expresión y se piensa en lo que se desea proyectar. Cuando se baila, por ejemplo, tanto en un foro como en un espacio abierto, se proyecta algo; es decir, se construye una imagen transmitida que alguien más visualizará; se reflexiona sobre el propio cuerpo, porque inevitablemente el acto de ejecutar un movimiento, por mínimo que éste sea, involucra una serie de sensaciones y sentimientos que lleva a quien lo ejecuta a la reflexión de sí, pero también reflexiona sobre el cuerpo de los demás. Pensé en la palabra resistencia, primero, considerando el esfuerzo físico que exige la danza a la hora de ejecutar cualquier tipo de movimiento, que puede ser desde mantener la misma postura durante un tiempo prolongado o resistir el dolor físico o agudo a la hora de realizar un movimiento; pero también pensando en la resistencia como un modo de sobrevivencia, incluso casi como un estilo de vida para tolerar un clima de incertidumbre.

 

Considerando esto y sabiendo que no es posible cambiar la realidad, pero sí puede ser transformada; la danza, el performance, los talleres, el arte en general han sido la principal forma o fuente de vida y resistencia. Han sido actos de valentía utilizados para oponerse a la violencia, conciliar con el dolor y sobre todo defender el territorio que habitamos como espacio comunitario, pero también como espacio propio e identitario. Quienes hemos vivido en este lugar la mayor parte de nuestra vida sabemos que no siempre fue así, conocemos sus espacios y la manera en que estos se han ido transformando.

 

Vivir en la periferia me ha hecho tener una visión distinta del papel de las mujeres en la sociedad. Con nuestra presencia podemos desagraviar los espacios marcados por la violencia: hacerle frente, no estar de acuerdo con el papel de víctimas que el sistema y los medios de comunicación nos han asignado. Usar nuestro cuerpo como respuesta al lenguaje violento significa abandonar el grupo de vulnerabilidad del que nos han dicho que formamos parte significa construir una realidad habitable y, sobre todo, significa creer que es posible vivir en una sociedad humana, o al menos tener la convicción de que puede tornarse humana.

 

Hace falta reconocer el estado de emergencia en el que nos encontramos, pues la realidad de saber que, a una cuadra, una calle, un paso o dos estuvo algún cuerpo herido, mutilado o asesinado no sólo se vive en Ecatepec o Ciudad Juárez; en nuestro país existen diversas ciudades fronterizas transformadas por la violencia. Ante este dolor, es necesario tomar acciones que permitan reflexionar y tomar conciencia de la importancia de nuestra educación corporal, que no puede obtenerse sino a través del conocimiento del cuerpo, la danza y la propia experiencia.

 

El performance en Ecatepec se ha convertido en un punto de encuentro en el que las historias confluyen y el dolor, la rabia o la indignación se permiten salir en su estado más puro, un espacio donde se puede ser fuerte o valiente, donde se comparte el dolor y la capacidad de enfrentarlo. El performance ha visibilizado el daño irreparable causado a miles de personas durante años; se ha convertido en una manera de defender el territorio, el espacio que habitamos, el presente, el pasado y la posibilidad de crear condiciones para construir un futuro por nosotras mismas y por quienes no están.

 

Bibliografía

  1. Guzmán, Adriana, Revelación del cuerpo. La elocuencia del gesto, Secretaria de Cultura, INAH, Ciudad de México, 2016, pp. 120-337.
  2. Segato, Rita Laura, La guerra contra las mujeres, Traficante de sueños, Madrid, 2016, pp. 33-89.
  3. Barrera, Juan Manuel, “‘Ni una más’, piden con performance y marcha en Ecatepec”, en El Universal, 23, septiembre, 2016. https://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/edomex/2016/09/23/ni-una-mas-piden-con-performance- y-marcha-en-ecatepec Consultado el 20 de septiembre de 2019.
  4. Carrión, Lydiette, “La fosa de agua ¿De qué tamaño es la crisis de feminicidios en el Estado de México?”, en Gatopardo, 11, octubre, 2018.
  5. https://gatopardo.com/reportajes/el-rio-de-los-remedios-feminicidios-ecatepec-la-fosa-de-agua/ Consultado el 09 de agosto del 2019.
  6. “Ecatepec: el infortunio de ser mujer”, en Chilango, 10, diciembre, 2018. https://www.chilango.com/noticias/reportajes/ecatepec-el-infortunio-de-ser-mujer/# Consultado el 18 de agosto del 2019.
  7. Mendieta Zamora, Hazel, “Ecatepec, el municipio más violento para las mujeres: Mexfem”, en Proceso, 01, febrero, 2017.
  8. https://www.proceso.com.mx/472686/ecatepec-municipio-violento-las-mujeres-mexfem Consultado el 2 de octubre de 2019.
  9. Ramírez Vega, Néstor, “Con performance denuncian feminicidios y violencia en Ecatepec”, en El Universal 09, junio, 2018.
  10. https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/edomex/con-performance-denuncian-feminicidios-y-violencia-en- ecatepec Consultado el 6 de septiembre del 2019.
  11. Clauzzia Gómez, “Performance: ‘Feminicidio del Río de los Remedios, rostro, nombres y justicia”. Video de Youtube, 6:00. Publicado el 14 de octubre del 2015.https://www.youtube.com/watch?v=YRGtcAMFzoU.
  12. Red Denuncia Feminicidios. “Las mujeres de la periferia no somos desechables, performance político, expo 128, Ecatepec, Estado D”. Video de Youtube, 8:18. Publicado el 25 de noviembre de 2015. https://www.youtube.com/watch?v=9SdqxzKvFcQ&t=358s.
  13. Red Denuncia Feminicidios. “Rostros de fuego, del bordo a la esperanza, performance político”. Video de Youtube, 16:18. Publicado el 21 de octubre de 2016. https://www.youtube.com/watch?v=G8FZX6Wvm48.

 

Notas
[1] Hazel Mendieta Zamora, “Ecatepec el municipio más violento para las mujeres: Mexfem”, en Proceso, 01, febrero, 2017.
https://www.proceso.com.mx/472686/ecatepec-municipio-violento-las-mujeres-mexfem
[2] Ecatepec: el infortunio de ser mujer”, en Chilango, 10, diciembre, 2018.
https://www.chilando.com/noticias/reportajes/ecatepec-el-infortunio-de-ser-mujer/#
[3] Adriana Guzmán, “Somos cuerpo”, en Revelación del cuerpo. La elocuencia del gesto, Secretaría de Cultura, INAH, Ciudad de México, 2016, p. 120.
[4] Ibid., pp. 121-124.
[5] Ibid., pp. 134-135.
[6] Ibid., p. 185.
[7] Laura Rita Segato, La guerra contra las mujeres. Traficantes de sueños, Madrid, 2016, p.46.