Editorial #76

 

La actualidad de Carl Schmitt

 

Hay pensadores cuya obra tiene una profundidad que los determina como fuente, inspiración y como piedra de escándalo para tirios y troyanos. El jurista y teórico político Carl Schmitt pertenece a ese tipo de figuras y su obra es una tentación permanente para la interpretación, la crítica acerba y también para la apropiación constructiva. Partiendo de esa idea hemos preparado un dossier con textos basados en algunos aspectos de su amplia obra.

Precisamente, la ambigüedad frente a Schmitt que bien puede ser el reflejo de una polivalencia del jurista politólogo se presenta en las preguntas guías del texto de Francisco Vila Conde quien reflexiona sobre si Schmitt es un pensador español o más bien italiano o alemán, sobre si es un pensador católico o un teórico político, sobre si es un pensador del nacionalsocialismo o es compatible con la democracia.

Andrés Rosler propone una triple clave hermenéutica para abordar Der Begriff des Politischen (El concepto de lo político), texto que sin duda es el más famoso del corpus schmittiano. Se trataría de la aproximación descriptiva, la práctica y la ideológica o programática como modos de abordaje de dicho texto, modos que naturalmente arrojan resultados muy distintos pero complementarios respecto de la noción rectora de lo político y el enemigo. José Luis Álvarez de Mora centra su atención en la reconsideración de otra de las obras más famosas en el corpus schmittiano, Politische Theologie (Teología política). Álvarez ve dicha obra como “una hermenéutica total de la modernidad”, y ofrece una propuesta sobre cuál sería “el sentido último de cada uno de sus capítulos”, ayudándose de una contextualización cronológica de los mismos.

Por su parte, Luis Alfonso Gómez Arciniega aborda la teoría política de Schmitt partiendo del espacio como base del “orden concreto”, el cual es posible solamente a partir de la toma del territorio, del trazo de fronteras, de la construcción de bardas, edificios y monumentos, de tal manera que el orden político queda expresado o simbolizado por el arreglo espacial como figura del “orden concreto”. A su vez, Carlos Andrés Gómez Rodas nos dice que Schmitt ofrece una filosofía del arte que ha recibido poca atención, a lo cual añade la idea de que la forma y la ausencia de forma, en tanto correlatos de la imaginación y del nihilismo, expresarían la vena estética de la teoría política de Schmitt, a más de ser elementos subyacentes a su teología política. Gómez postula que a diferencia de la idea utópica de la imaginación Schmitt concibe a la imaginación con “una misión políticamente reaccionaria”.

Raúl Jorge Alberto Rodríguez Garza, aborda un tema específicamente teológico con derivación política, consistente en la refutación del famoso teólogo Erik Peterson a la idea de Schmitt en su Teología política de que analógicamente toda conceptualidad política tiene una base en una conceptualidad teológica. Peterson plantea que la teología cristiana impide analogar a cualquier régimen político con la Trinidad. Por su parte, Schmitt rechaza que su teoría de la analogía entre lo teológico y lo político de lugar a la fundamentación del Reich.

Finalmente, Alberto J. L. Carrillo Canán sigue la idea de Schmitt de que la “homogeneidad política” es la base de la democracia para esbozar cómo, sobre la base de a) la heterogeneidad social real y b) los medios electrodigitales, los EE-UU “psicológicamente” han derivado hacia la “heterogeneidad política”, la cual impide la unidad nacional, generando el fenómeno de la polarización política que ha llevado a que la democracia representativa norteamericana haya entrado en una decadencia irreparable.

Estamos seguros de que la selección de textos que estamos presentando servirá para que los lectores accedan a la obra de este polémico autor, reaviven su interés en él o sientan la necesidad de polemizar ya sea con Schmitt mismo o con los autores de los textos.

 

 Alberto J. L. Carrillo Canán

Raúl Jorge Alberto Rodríguez Garza

Editores invitados