Algunos apuntes de Wittgenstein sobre la causalidad

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Resumen

Las diferentes respuestas que ha recibido el desafío planteado por Hume acerca de la objetividad en la relación causal, se ofrecen como versiones que tratan de resolver la problemática humeana desde muy distintas posturas. Desde versiones anti escépticas, hasta respuestas que se postulan como anti convencionalistas, pretenden dar cuenta de la relación causal a partir fijarla como objetiva, básica y como condición de posibilidad de toda regularidad fenoménica. El caso que nos ocupará a continuación, el tratamiento wittgensteiniano, seguirá dos derroteros distintos: en el análisis de Wittgenstein, la causalidad, así como su aprehensión por parte de los sujetos, se perfilará, por un lado, como una forma de mostrar la inconsistencia de la postura escéptica, por otro, formula a la causalidad desde la perspectiva del uso público y regular del término.

Palabras clave: escéptico, conexión, objetivo, causa, intuición.

Abstract

The different responses received from the challenge posed by Hume about the objectivity of causation, are offered as versions that trying grapple with the problems Hume from very different positions. From anti versions skeptical, until answers that are suggested as no conventionalist, they intended to explain the causal relation as an objective relation that set it as basic and as a condition of possibility of any phenomenal regularity. The present case then Wittgensteinian treatment, follow two different paths: on the analysis of Wittgenstein, causation, and its apprehension by the subject, will be proposed, first, as a way of showing the inconsistency of the skeptical position, on the other hand, suggests the causality from the perspective of public and regular use of the term.

Keys: skeptical, connection, objective, cause, intuition.

Para Wittgenstein, tanto en el análisis conceptual del término causalidad, como en la aprehensión subjetiva, la comprensión de la causalidad, de la relación causa/efecto, es una aprehensión intuitiva e inmediata.

La causa tiene que ser algo que, originalmente, esté al alcance de la mano.

 

La causalidad, la aprehensión que tenemos de la causalidad, de manera intuitiva significa

reconocer también algo como una causa de manera inmediata, por lo menos, sin tener que dar cuenta a posteriori de la relación causa/efecto.

Conocer la causa intuitivamente” significa: conocer de cualquier modo la causa (experimentarla de un modo diferente al usual)…Pero éste no es un caso distinto de aquel en el que alguien ha conjeturado correctamente de alguna manera la causa.

 

 

La intuición, para Wittgenstein, es una intuición que capta la relación causal sin necesidad de reconstruir la relación causa/efecto a partir de su análisis empírico. De esta manera, somos inmediatamente conscientes de la causa sin apelar al tipo de conexión que guardan los sucesos de manera objetiva,

de la misma forma que tenemos un inicio de certidumbre al no poner en duda toda posibilidad de relación causa/efecto.

El partir de algo, en este caso de la conexión causalidad, como algo indudable replantea el desafío humeano del siguiente modo: si bien Hume no negó la posibilidad de toda causalidad, si rechaza o niega la objetividad de la conexión causal en todo evento o sucesión de eventos. La consecuencia de la postura humeana sería la imposibilidad de definir la relación causal desde una perspectiva no susceptible de enmarcarse dentro de la necesidad y sí en la relación contingente entre eventos. La respuesta posible de Wittgenstein, a partir de este desafío, y en vista de sus apuntes sobre la causalidad, indica que el escepticismo es inconsistente al dudar en donde no cabe duda alguna. Dudar en donde cabe esperar un fundamento es dudar, de inicio, sobre la posibilidad de conocimiento cierto. La duda escéptica sobre la causalidad, y la relación causal es un fundamento para Wittgenstein, disolvería cualquier inicio del conocer.

 

El tratamiento público del concepto causalidad permite obtener, también, un argumento a favor de la incorporación de la relación causa/efecto dentro de un juego lingüístico. El aprendizaje en el dominio del lenguaje, implica el reconocimiento de los usos convencionales de los conceptos. La palabra causa dentro de un juego lingüístico puede ejemplificar usos dentro de los cuales se determinen procesos, secuencias u observaciones de fenómenos, o entre eventos sucesivos. La enseñanza o el aprendizaje de la palabra “causa” muestra, consistentemente, una variedad de aplicaciones pertinentes en la experiencia y en el uso común del concepto. Sobre la base de este aprendizaje, y su implicación dentro del lenguaje, Wittgenstein ofrece afirmaciones para sustentar, por un lado, la relevancia de la palabra causa para una respuesta anti escéptica sobre la conexión necesaria; y por otro, la aprehensión que hacemos de la misma.

Inmediatamente consciente

Soy inmediatamente consciente de aquello sobre lo cual no puedo equivocarme”

 

 

La aparente infalibilidad en la aprehensión de la relación causal viene dada a partir no de pensar que la certeza que tenemos sobre la conexión descanse en algo fuertemente fundamentado, sino que la seguridad en nuestras afirmaciones que involucren esta conexión descansa en algo que no se plantea.

El análisis de la expresión “Soy inmediatamente consciente de aquello sobre lo cual no puedo equivocarme” podría plantearse a través de ejemplos como la siguiente expresión: “tengo dolor de cabeza”, este enunciado suscita, entre otras, una observación: la seguridad y certeza inmediata, sin recurrir a ninguna comprobación empírica, acerca de algunas sensaciones o impresiones de las cuales somos inmediatamente conscientes. La anterior es una versión de lo que se denomina como la autoridad de la primera persona respecto de sus propios estados o experiencias. Sin embargo, la afirmación acerca de una aparente infalibilidad en la consciencia que tengo de algo pretende hacer énfasis, de hecho, en la consciencia de la conexión causal.

Considérese la idea de Russell según la cual no siempre llegamos a la

proposición “esto es la causa de eso” observando secuencias regulares.

Primero hay que reconocer algunas causas intuitivamente –soy

inmediatamente consciente de que esto es la causa.

 

El sentido anti escéptico del análisis sobre la causalidad en Wittgenstein echará mano también de la expresión “ser consciente inmediatamente”.

El escepticismo, por lo menos el humeano, acerca de la objetividad en la conexión causal proponía un análisis de la causalidad como una sucesión temporal entre la ocurrencia de A y su efecto B. En su análisis, Hume planteaba la idea de la contigüidad también para justificar nuestra confianza en predecir una conexión entre eventos sobre la base de una inferencia inductiva. El elemento que no encuentra cabida en su tratamiento es que entre la ocurrencia de un evento A y su efecto B, había algo más que una inferencia no demostrativa.

Wittgenstein sostendrá una relación distinta entre A y B, sostendrá, de hecho, algo que denomina como una “influencia” entre A y B:

La causa no es simplemente la coincidencia temporal, sino la influencia.

 

La palabra influencia no es en modo alguno enigmática, ni confusa. La influencia tiene el sentido de aquello que determina la ocurrencia efectiva de un evento. El enunciado que dijera algo como lo siguiente: la ocurrencia de A influye en el hecho de que se dé B, significa que A mantiene una relación causal con B. La influencia entre A y B, en este caso, implicaría que A determinará, al menos en algunos casos, que B se diera efectivamente

. Lo que debe destacarse de la versión wittgensteiniana es que entre A y B existe una relación  que tiene el carácter de lo necesario, y este elemento condiciona o influye desde el hecho de que A ocurre, hasta que se dé, efectivamente, B.

El aprendizaje del concepto de causa, así como el seguimiento de la ocurrencia de B a partir de A, perfila, en palabras de Wittgenstein, la idea de la conexión causal:

Cuando muevo esta rueda, entonces esta rueda gira y  la palanca golpeará la campana.-“¿Acaso no habríamos podido hacer experimentos aquí?”-Sí, pero no los hiciste. Se te enseñó a usar la palabra “causa” en este caso al seguir el mecanismo.-A propósito, a partir de esto obtenemos la idea de un “nexo causal”.

El aprendizaje y el uso del término causa nos muestra, en primer lugar, que el lenguaje, así como el proceso de aprendizaje del término, tienen el dominio de lo público. La importancia del nexo causal en nuestro conocimiento del mundo, y de los eventos que lo describen, es el de ser un elemento normativo en la generalidad de nuestra forma de conocer, en la predicción de eventos y en la relación de experiencias cotidianas, siendo estas internas y externas. La relación causal se constituye y está en la base del reconocimiento intersubjetivo que poseemos de que tal conocimiento, sobre todo aquel que resulta de la cotidianidad, es comúnmente compartido.