Inteligencia artificial: privacidad en quiebra y pérdida del gobierno de nosotros mismos

Portada del libro “Inteligencia Artificial”

 

 

La presente obra es de una punzante vigencia que difícilmente se perderá a pesar del recorrido o del desarrollo acelerado de la Inteligencia Artificial. Por la siguiente razón: al ser una obra de talante filosófico contiene preguntas fundamentales. Interrogantes que no se atienden desde la propia ciencia desde donde se genera la IA, sino que provienen desde la perspectiva humana que se pregunta por los afanes de la tecnología.

 

La filosofía, en ese sentido, no dejará de reflexionar sobre las nociones de privacidad. La composición del concepto, su aplicación e interiorización en la conformación de las subjetividades de la época que corre. De la que había sido en función de aditamentos o dispositivos electrónicos análogos, a diferencia de la que se forma con wereables o dispositivos portables, con los dispositivos de vigilancia y con las técnicas y tecnologías empleadas en los procesos de socialización, como nos lo hace notar Alberto Constante.

 

Del mismo modo, el aspecto político de la IA, visto desde el telón de las casi distópicas formaciones políticas como el ciberliberalismo y el postcomunismo del que escribe Jesús Ayala-Colqui son necesarias para entender, como él mismo señala “A uno de los factores fundamentales que jalonan la historia del s. XXI”, es decir, la tecnología. Y de donde advierte desde la entrada cómo aquellos pilares de un sistema simbólico, es decir, los signos, si bien han sido los posibilitantes de la producción de la vida social y cultura; con la irrupción de una nueva episteme como la gestada por la tecnología se van convirtiendo también en algoritmos. Esto genera desde luego implicaciones de todo orden. La llegada de un nuevo paradigma que hace urgente la presencia del discurso y análisis filosófico.

 

Mayco Burgos, por su parte, abona a las reflexiones que tantas preguntas se han suscitado desde distintos frentes cuando se cuestionan hasta dónde la inteligencia artificial puede emular al humano. O puede devenir humano. Es decir, ¿puede una máquina sentir?, ¿puede o podría producir los procesos de consciencia que se producen desde la consciencia humana? La línea de análisis desde este artículo sigue la vía fenomenológica. Particularmente en lo referido al sentimiento y a la sensibilidad; y en donde el cuerpo humano tiene particular importancia en la producción de estos.

 

En los artículos de Francisco de León y Donovan Hernández Castellanos, respectivamente, encontramos referencias desde el cine y la ciencia ficción que se entrelazan con aspectos políticos y sociales desde los cuales se piensa también la producción de la inteligencia artificial y ciertos prototipos. En este sentido, destaca cómo la construcción del género se transpola a la construcción de robots; donde los usos humanos tienen los mismos referentes (e incluso con cierto uso de malignidad) para con cierto tipo de robots asistenciales.

 

Reflexiones como las de Borja García Ferrer y Angélica Torrecilla nos instan a pensar, desde una perspectiva foucaultiana, los aspectos políticos de la generación de dispositivos en lo que denominan la era de la tecnovigilancia.

 

De entre los mencionados, además de los artículos que falta por citar y que contienen el mismo nivel de crítica y reflexión, se conforma la presente obra que bien constituye parte de la literatura que, de manera incipiente, se forma ahora en el ámbito del pensamiento político y ontológico de la inteligencia artificial.