Brujería ecléctica contemporánea. El arquetipo de la Gran Diosa en Shine Blackhawk

Shine Blackhawk. Cortesía de Frances F Denny para New Historical Society Museum & Library. Sitio web: https://www.nyhistory.org/blogs/listening-to-witches

 

Resumen

En el presente artículo exploro el arquetipo de la bruja en la artista norteamericana Shine Blackhawk. La intención es establecer un vínculo entre las prácticas rituales y artísticas de Blackhawk con el arquetipo de la Gran Diosa. Tomo en consideración que, a partir de la praxis, esta bruja y cantante construye su identidad femenina como un todo. Hablo aquí de una identidad forjada desde la destrucción y la creación, dicotomía presente en la Gran Diosa y que la misma Blackhawk ha experimentado mediante la devoción a la diosa hindú Kali.

 

Palabras clave: Shine Blackhawk, bruja, ritual, Gran Diosa, arquetipo, Kali, identidad.

 

Abstract

In this article I explore the witch´s archetype in the north American artist Shine Blackhawk. My intention is to establish a bond between the ritual and artistic practices of Blackhawk and the Great Goddess archetype. I take into consideration that, through praxis, this witch and singer builds her feminine identity as a whole. I speak here of an identity forged from destruction and creation, dichotomy present in the Great Goddess and that Blackhawk herself has experienced throughout the devotion to Hindu goddess Kali.

 

Keywords: Shine Blackhawk, witch, ritual, Great Goddess, archetype, Kali, identity.

 

 

 

Cuando me denomino bruja, soy consciente

de las oscuras acusaciones que han perseguido

a todos los que han sido considerados una

amenaza extraña. Pero es una energía arquetípica

de encanto, misterio y feminidad divina

con la que conecto de forma consciente.

Pam Grossman

 

 

Bruja, una palabra que de inmediato evoca un sinnúmero de imágenes concernientes al universo que ya desde el Antiguo Testamento (en un periodo comprendido entre 1200 y 165 a.C.) provocaba terror, histeria y obsesión en varios sectores de la población mundial. Una consecuencia directa de este pavor fue la publicación de textos cuyo objetivo era ubicar, señalar y castigar a las supuestas brujas. Así pues, el Malleus maleficarum (1486), de Heinrich Kramer; The Discoverie of Witchcraft (1584), de Reginald Scot; The discovery of Witches (1647), de Matthew Hopkins, son algunos ejemplos de manuales especializados en la caza y posterior tortura de las mujeres señaladas como brujas. Sin embargo, es en 1862 con la publicación de La bruja de Jules Michelet, que se hace referencia a la brujería como: “El último vestigio que sobrevive del culto pagano que celebra ritos de fertilidad de la naturaleza”[1], de esta manera se enmarca en Brujería. La Biblioteca de Esoterismo (2022). En concreto, en los albores del cristianismo, era considerada pagana aquella práctica destinada a la adoración de dioses y diosas. Teniendo en cuenta que el cristianismo rendía culto a uno único dios, las creencias provenientes de diversas culturas fueron condenadas y prohibidas. En la actualidad, el paganismo tiene otras connotaciones, aunque no todos los practicantes no cristianos se identifican con este término. En Paganos. La cultura visual de los mitos paganos, leyendas y rituales (2023), Ethan Doyle White explica que algunas disciplinas como la antropología evitan el uso del término paganismo y en su lugar, optan por “religión tradicional”. Algo similar ocurre con los expertos en historia y arqueología, aunque este segundo grupo aún recurre a la expresión en disputa[2]. No sucede lo mismo al hacer referencia al «paganismo moderno»:

Hoy se suele utilizar una convención académica estándar para referirse a estos nuevos movimientos religiosos escribiéndolos con mayúscula y utilizando la palabra con minúscula cuando expresa el concepto cristiano general. Esto ayuda a aclarar que la primera es una identidad que las personas suelen reclamar para sí mismas, mientras que la otra es la que se les impone desde el exterior[3].

Al llegar a este punto, vale la pena enfatizar que en el paganismo moderno se inscriben varias formas de ser bruja. Por citar un ejemplo, recurro a Major Arcana. Portraits of Witches in America (2020), de Frances F. Denny, obra fotográfica que contempla los perfiles de 75 brujas contemporáneas que van desde: “Sanadoras espirituales, chamanas, Sacerdotisas Wiccanas, Neopaganas, ocultistas, místicas, herboristas y activistas”[4]. A través de estos retratos, F. Denny logra mostrar las particularidades de cada una de las mujeres invitadas al proyecto visual. Más allá de los estereotipos, la fotógrafa se centra en la identidad construida mediante la resignificación de la palabra bruja. Justamente, una de las mujeres que posaron para la lente de F. Denny fue la bruja y cantante norteamericana Shine Blackhawk. En el presente artículo exploro la figura de Shine Blackhawk. La intención es establecer un vínculo entre las prácticas rituales, ceremoniales y artísticas de Blackhawk con el arquetipo de la Gran Diosa. Tomo en consideración que, a partir de la praxis, la bruja y artista consigue construir una totalidad de su identidad femenina. Hablo aquí de una identidad forjada desde el aniquilamiento y la creación, dicotomía presente en la Gran Diosa y que la misma Blackhawk ha experimentado mediante la devoción a la diosa hindú Kali.

 

Una bruja ecléctica

Shine Blackhawk se autodefine como una bruja solitaria, cuyo espacio sagrado es el bosque. Su heterogeneidad como mujer mágica reside en una mezcla de hoodoo y chamanismo; de ahí que muchos de los materiales utilizados en sus rituales sean: huesos de animales, plumas, cristales y sigilos[5]. Aquí vale la pena ubicar África, en específico África occidental, de acuerdo con lo expuesto por Lilith Dorsey en Vudú y paganismo afrocaribeño (2005), como fuente de generación de las ideas que sustentan gran parte de las prácticas religiosas actuales; se tiene entonces que llama la atención la influencia de la presencia femenina y la veneración a diosas procedentes del panteón yoruba[6]. Cabe aclararse que uno de los conflictos enfrentados por la comunidad afroamericana a lo largo de varios siglos es la lucha contra la esclavitud, así lo estipula Katrina Hazzard-Donald en Mojo Workin’. The Old African American Hoodoo System (2013). En ese mismo orden de ideas, el hoodoo puede entenderse como una suerte de terapéutica de origen indígena de la comunidad negra norteamericana. Los padecimientos atendidos por el hoodoo son de índole físico o espiritual. El hoodoo es una reestructuración de elementos sincréticos africanos de lo que pudo ser una religión cultivada por esclavos afroamericanos; la posesión por parte de espíritus, la reverencia a ancestros, la medicina herbal y la música sagrada son algunas de las prácticas comunes y los problemas a resolver con el uso del hoodoo son aquellos relacionados con la salud, el dinero, la sexualidad, el amor. Adviértase, por otro lado, que el chamanismo además de conciliar el bienestar entre cuerpo, mente y espíritu también tiene el interés de cultivar sistemas que permitan la metamorfosis individual. Un punto de convergencia entre ambos caminos espirituales es la búsqueda de la libertad. En su perfil oficial de la página web ReverbNation, Shine Blackhawk afirma: “Mi música es sobre la liberación […] Trasciendo todo tipo de cajas y jaulas. Rapeo si quiero. Grito si quiero. Hago lo que quiero. Soy un lobo libre y no limito mi persona ni mi arte con alguna etiqueta”[7]. La apuesta musical de Blackhawk, situada entre el electro punk, el soul y el rock, coincide con la pluralidad de su camino mistérico y se vislumbra congruente con las vertientes espirituales elegidas. Con todo y lo anterior, ser libre se erige como una de las principales metas para Blackhawk, de ahí su negativa a adoptar una sola tradición espiritual. Para un mayor entendimiento debe señalarse que la brujería ecléctica funciona a partir de las necesidades de quien la práctica y por esa razón, se internalizan y validan las experiencias y conocimientos obtenidos desde una visión espiritual heterogénea. Indiscutiblemente, el cuerpo forma parte de la dupla poderosa entre lo corpóreo y lo sutil. Shine Blackhawk declara: “Rezo con todo mi cuerpo y espíritu para entrar en estados de trance”[8]. Esta postura habla de una reapropiación del cuerpo femenino; es decir, más allá de los estándares reproductivos impuestos por la sociedad, el cuerpo de la bruja se rehúsa a ser objeto de roles utilitarios y en su lugar hace de él un receptáculo intuitivo de emociones y sensaciones. Lo anterior supone un acto de rebeldía si consideramos la fragmentación a la que ha sucumbido el mundo que habitamos. En Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres? (2019), Mona Chollet retoma las palabras de Émile Hache en cuanto a las preocupaciones del ecofeminismo con respeto al cuerpo: “Quieren volver a adueñarse de ese cuerpo que ha sido demonizado (huelga decirlo), degradado y vilipendiado durante siglos, y dedicarse a él y celebrarlo”[9]. Libre de ataduras sociales, históricas y religiosas, Shine festeja su identidad como mujer mágica y honra la triada que la conforma; cuerpo, mente y espíritu se constituyen en una sinergia que en todo momento busca conectar con los arquetipos divinos femeninos que la habitan.

 

La Gran Diosa

En tiempos anteriores al patriarcado, la Gran Diosa representaba el conjunto de atributos que, al integrarse, conformaban una noción de unidad femenina. Esta idea de totalidad puede concebirse como la incorporación de arquetipos femeninos (diosas) y la asimilación consciente de sus cualidades. Hablo aquí de rasgos que en determinados momentos de la vida contribuyen al desarrollo interno de quien los asimila como propios. Asimismo, esta integración tiene como finalidad proyectarse hacia el exterior; de manera que lo incorporado funge como herramienta de permanencia en el mundo, de cara a las distintas adversidades de la vida.  En Las diosas de cada mujer. Una nueva psicología femenina (2015), Jean Shinoda Bolen apunta:

Conocida con muchos nombres ¾Astarté, Isthar, Inanna, Nut, Isis, Astoreth, Au Set, Hathor, Nina, Nammu y Ningal, entre otros¾, la Gran Diosa era venerada como la fuerza femenina profundamente conectada con la naturaleza y la fertilidad, responsable de la creación y de la destrucción de la vida. La serpiente, la paloma, el árbol y la luna eran sus símbolos sagrados.  Según el historiador de mitos Robert Graves, antes de la llegada de las religiones patriarcales, la Gran Diosa fue considerada como inmortal, inmutable y omnipotente. Tenía amantes, no para que le proporcionasen hijos, sino por placer. La paternidad no se había inducido todavía en el pensamiento religioso, y no existían los dioses (masculinos)[10].

Como es posible observar, la supremacía de la Gran Diosa se reflejó en el respeto a lo femenino y en el equilibrio de los ciclos relacionados con la vida y la muerte. Lamentablemente, con la caída de la Gran Diosa y el posterior ascenso del patriarcado, las diosas fueron relegadas a esferas menores y la Gran Diosa también pasó a un plano inferior. Las nuevas narrativas la colocaron en el lugar de cónyuge y subordinada de los dioses[11]. Sea a modo de ejemplo la canción denominada “Golpe” (“Bang”), donde Blackhawk cuestiona el papel de la esposa abnegada que debe ser madre; atender y alimentar a la familia y soportar los malos tratos por parte del marido. La propuesta musical de la neoyorkina subvierte los roles del matrimonio tradicional y en su lugar presenta una voz femenina que ha decidido emanciparse del yugo social masculino: “Tú eres mi perra ahora/ así que cállate la boca/ cuida al bebé/ voy a salir […] Quieres atarme las manos/ ponerme en mi lugar/ cuando grito revolución/ me escupes en la cara […] Quieres crucificarme/ por ser una chica”[12]. Con un tono combativo, Blackhawk expresa los conflictos a los que se enfrenta una mujer cuando decide romper con la prisión mental y física del matrimonio. Inclusive, desde pequeña, Shine puso en tela de juicio los fundamentos de la religión familiar, la musulmana. El padre se mostró siempre preocupado por la actitud rebelde, indagadora e insumisa de la cantante. La vida de Shine fue complicada durante su infancia, de ahí que la música fungiera como un punto de fuga de su realidad: drogas, pobreza, delincuencia. Para Shine Blackhawk la música representa una declaración de principios; esto es, de los preceptos con los cuales rige su vida como mujer artista y bruja. Por tanto, que las letras de sus canciones sean incómodas para muchas personas no es una preocupación para la cantante, puesto que su intención es ser la portavoz de aquellos grupos vulnerables que temen hacerse notar o que carecen de los espacios para hacerse escuchar.

 

Hija de Kali

Shine Blackhawk se identifica con el arquetipo de Kali. Su encuentro con la diosa se dio durante una ceremonia de medicina sagrada. El cuerpo y rostro de la artista adoptaron formas y movimientos característicos de la diosa hindú, por ello no fue complicado que los demás participantes de la ceremonia la identificaran como tal[13]. Manuela Dunn Mascetti elabora sobre esta deidad en Diosas. La canción de Eva. El renacimiento del culto a lo femenino (2008):

Los fieles de Kali aceptan la muerte como parte de su maldición, pues ella representa las dos caras de la moneda de la existencia […] Ella es la fuente de todas las energías, y las divinidades femeninas que emanan de su ser se representan en orden de importancia decreciente. Algunas son fracciones de su poder y otras son emanaciones parciales, mientras que todas las mujeres se consideran «fracciones de fracciones» de su poder. Cuando todas las manifestaciones diferentes se reúnen, representan el pleno poder del arquetipo[14].

Blackhawk subraya el carácter aniquilador de Kali, su ferocidad y amparo en situaciones donde se deben abandonar los falsos espejismos, para en su lugar asumir el mundo en sus verdaderas dimensiones. En este sentido, Kali tiene un poder depurativo: pulveriza las barreras que impiden la manifestación del verdadero ser.  El arquetipo de Kali se vincula con la expresión del bagaje emocional en un ambiente de libertad total[15]. Sin embargo, la vertiente agresiva de la diosa Kali se ha malinterpretado en muchas ocasiones porque la sociedad actual no ve con buenos ojos la manifestación de la rabia femenina. Dice Mona Chollet: “La censura de la cólera desempeña un gran papel en la eliminación de la identidad. «La cólera femenina amenaza la institución de la maternidad», escribe Adrienne Rich”[16], ya que de la figura de la madre se espera sacrificio, benevolencia, dulzura (aunque esta última sea importada).  En consecuencia, la apariencia de Kali pueda parecer espeluznante y/o monstruosa debido al exceso de formas humanas (tres ojos, cuatro brazos). Aspecto que, de acuerdo con lo estipulado por Jean Shinoda Bolen en Las diosas de la mujer madura (2011) es una representación de nuestro conflicto sobre la dualidad bondad/maldad, ante la presencia de lo mefistofélico en lo humano. Mencioné en líneas anteriores que Shine Blackhawk tuvo un primer encuentro con Kali en una ceremonia de curación. Las pistas de dicho encuentro se dieron con anterioridad, pero fue hasta el momento antes referido que la artista asimiló la presencia de la diosa en su vida. Así pues: “Kali es un arquetipo que cuando se evoca y se siente, aunque no sea en su faceta desatada que expresa rabia, conduce a la mujer al lado oscuro de sí misma y le hace comprender mejor ese aspecto en los demás”[17]. Ciertamente, Blackhawk enfatiza la faceta de Kali como madre oscura, cuya enseñanza se centra en la reapropiación del poder femenino a partir de la eliminación de vivencias y/o conductas anquilosadas.

 

Así pues, en este proceso de aniquilación y nacimiento de la verdadera identidad el adueñamiento del cuerpo es crucial. En una video entrevista concedida al canal de YouTube StylelikeU hace nueve años, Shine expresó su desaprobación hacia la noción tradicional de belleza y en correspondencia a esta postura acentúa ciertos rasgos de su cuerpo como lo hicieron sus antepasadas. Dicho reconocimiento es una manera de enaltecerlas: “Me gusta mi originalidad, cuando camino celebro la belleza de mis ancestros y celebro la belleza de las mujeres que caminaron antes que yo y aquellas que están todavía en la jungla, en algún lado. Estoy reconociendo su belleza”[18]. La aseveración anterior rompe con los consabidos estereotipos de belleza inculcados a hombres y mujeres, que han sido reforzados por medios de comunicación masiva y viceversa, provocándose con esta dinámica un círculo vicioso de condicionamientos ideológico. En suma, a partir de lo declarado por Blackhawk, reconocerse a partir de la relación con un cuerpo decidido a integrar la huella de previas mujeres del clan familiar es una manera de incorporar las caras de la Gran Diosa. Al mismo tiempo, valdría la pena hacer de la rebeldía, rasgo tan particular del arquetipo de la bruja y presente en artistas como Shine Blackhawk, un catalizador de amplio espectro de oportunidades creativas, porque en palabras de Mona Chollet es menester: “Precisar la imagen de un mundo que garantizaría el bienestar de la humanidad mediante un acuerdo con la naturaleza, sin obtener sobre ella una victoria pírrica; de un mundo en que la libre exaltación de nuestros cuerpos y nuestras mentes no se equiparará nunca más a un aquelarre infernal”[19].

 

Conclusiones

Anterior a su estigmatización, la palabra bruja traía a la mente la imagen de una mujer sabia, pero con el destrono de la cultura matriarcal y el subsecuente triunfo de la iglesia en Occidente (muy posiblemente en 1484, a partir de una declaración realizada por papa Inocencio VIII), este vocablo adquiere tintes de sospecha terrenal y sobrenatural.  Y es a partir del siglo XIX que el mismo Occidente resemantiza dicha palabra para devolverle sus tempranos atributos benignos. En la actualidad autodenominarse bruja o ser identificada como tal puede responder a varias razones que van desde las más frívolas (por ser tendencia en redes) hasta las relacionadas con cómo hacer frente a las distintas complejidades de la vida. En este orden de ideas, a través de las páginas de este artículo se indagó sobre la influencia del arquetipo de la Gran Diosa, en tanto deidad universal que configura la identidad de Shine Blackhawk, dentro del camino en solitario de la brujería ecléctica. Posterior a tal amalgamiento se establecieron vínculos entre el proyecto artístico de Shine con el universo arquetípico de la diosa Kali. En particular, el arquetipo de Kali ha sido acogido por Blackhawk en su vertiente aniquiladora mediante la rabia e indignación expresada en sus letras musicales; mientras que, en su lado creador, asumirse como la heredera de un tipo de belleza sostenido por los ancestros femeninos es estimulante pues supone ir contra los cánones de belleza establecidos y, con ello, se trastocan las ideas sobre el cuerpo, la apariencia perfecta y la noción de libertad. Shine Blackhawk canta en The beheading of Rashidah: “Si ser yo misma es un crimen/ lo pagaría en la cárcel mil veces/ […] Libertad para hacer lo que quiera hacer/ Libertad para amar a quien quiera o elija/ Libertad para ser quien quiera ser”[20].

 

Bibliografía

 

  1. Chollet, Mona, ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres?, Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2019.
  2. Doore, Gary (ed.), El viaje del chamán. Curación, poder y crecimiento personal, Kairós, Barcelona, 2012.
  3. Dorsey, Lilith, Vudú y paganismo afrocaribeño, Lectorum, México, 2006.
  4. Doyle White, Ethan, La cultura visual de los mitos paganos, leyendas y rituales, BLUME, Barcelona, 2023.
  5. Dunn Mascetti, Manuela, La canción de Eva. El renacimiento del culto a lo femenino, Malsinet Editor, Barcelona, 2008.
  6. Denny, Frances, Major Arcana. Portraits Witches in America, Andrews McMeel Publishing, Missouri, 2020.
  7. Grossman, Pam, Despertando a la bruja. Sobre la magia y el poder de las mujeres, Kairós, Barcelona, 2020.
  8. Hazzard-Donald, Katrina, Mojo Workin. The Old African American Hoodoo System, University of Illinois Press, Urbana, 2013.
  9. Hundley, Jessica et al., Brujería. La Biblioteca de Esoterismo, TASCHEN, Köln, 2022.
  10. Lister, Lisa, Despertar el poder ancestral de las mujeres, Editorial Sirio, Málaga, 2017.
  11. Michelet, Jules, La bruja. Un estudio de las supersticiones en la Edad Media, Akal, Madrid, 2009.
  12. Shine Blackhawk, “Shine Blackhawk”, ReverbNation, https://www.reverbnation.com/shineblackhawk/songs. Consultado el 15 de marzo de 2024.
  13. Shinoda Bolen, Jean, Las diosas de cada mujer. Una nueva psicología femenina, Kairós, Barcelona, 2015.
  14. ________________, Las diosas de la mujer madura. Arquetipos femeninos a partir de los cincuenta, Kairós Barcelona, 2011.
  15. “Dailies: I Look Like a Fuck You to Conventional Beauty- Shine Blackhawk”, YouTube, subido por StyleLikeU, 29 de mayo de 2014, https://www.youtube.com/watch?v=F_je1d5ZE4A. Consultado el 15 de marzo de 2024.
  16. “Goddess of the week: Shine Blackhawk”, The Hoodwitch, 23 de febrero de 2015, https://www.thehoodwitch.com/blog/shine-blackhawk. Consultado el 10 de marzo de 2024.
  17. “Listening to Witches: Frances F. Denny’s Portrait Subjects Speak Out”, New-York Historical Society. Museum & Library, 7 de octubre de 2022, https://www.nyhistory.org/blogs/listening-to-witches, Women at the Center. Consultado el 8 de marzo de 2024.

 

 

Notas

[1] Jules Michelet, La bruja, ed. cit., p. 53.
[2] Ethan Doyle White, Paganos. La cultura visual de los mitos paganos, leyendas y rituales, ed. cit., p. 22.
[3] Ibidem.
[4] “Listening to Witches: Frances F. Denny’s Portrait Subjects Speak Out”, https://www.nyhistory.org/blogs/listening-to-witches.
[5] Frances F. Denny, Major Arcana. Portraits Witches in America, ed. cit., p. 57.
[6] Lilith Dorsey, Vudú y paganismo afrocaribeño, ed. cit., p. 31.
[7] Shine Blackhawk, “Shine Blackhawk”, https://www.reverbnation.com/shineblackhawk/songs.
[8] Frances F. Denny, Major Arcana. Portraits Witches in America, ed. cit., p. 57
[9] Mona Chollet, Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres?, ed. cit., p. 244.
[10] Jean Shinoda Bolen, Las diosas de cada mujer. Una nueva psicología femenina, ed. cit., p. 43.
[11] Ibidem, p. 44.
[12]  Traducción propia. Tomado de: https://www.reverbnation.com/shineblackhawk/song/17146700-bang.
[13] “Goddess of the week: Shine Blackhawk”, https://www.thehoodwitch.com/blog/shine-blackhawk.
[14] Manuela Dunn Mascetti, Diosas. La canción de Eva. El renacimiento del culto a lo femenino, ed. cit., pp. 84-85.
[15] Ibidem, p. 86.
[16] Mona Chollet, Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres?, ed. cit., p. 70.
[17] Jean Shinoda Bolen, Las diosas de la mujer madura. Arquetipos femeninos a partir de los cincuenta, ed. cit., p. 175.
[18] “Dailies: I Look Like a Fuck You to Conventional Beauty – Shine Blackhawk”, https://www.youtube.com/watch?v=F_je1d5ZE4A.
[19] Mona Chollet, Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres?, ed. cit., p. 230.
[20] Traducción propia. Tomado de: https://www.reverbnation.com/shineblackhawk/song/17146700-bang.