Algunos “ingredientes” del imaginario político mexicano

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Algunos “ingredientes” del imaginario político mexicano

1. Presentación:

Lo que a continuación se presenta es parte de una investigación más extensa que se está desarrollando en estos momentos y que tiene como finalidad localizar los distintos “ingredientes” con los que se ha ido configurando el proyecto nacional mexicano. Por limitaciones de tiempo nos centraremos tan sólo en uno de los aspectos; el de algunos de los antecedentes históricos del Estado mexicano. Lo que sostendremos como hipótesis en esta breve reflexión es que estos elementos que configuran el imaginario de nación siguen operando de acuerdo a la lógica de dominación del proyecto colonizador español.

2. Colonialismo español, el progreso en la evangelización, el mestizaje y la esclavización de los negros

2.1 La Conquista

Esto nos conduce a la Conquista, varios siglos atrás; empresa que se acompañó del sometimiento de los antiguos pobladores y de un proceso de explotación de los recursos naturales. Para tal objetivo, a los que se les ocurrió denominar como indígenas; se le utilizó como fuerza de trabajo, esto generó una visión ambivalente con respecto a su situación; por un lado se continuó con la lógica de la conquista, lo cual significó exterminio y por el otro se les consideró mano de obra necesaria cuya supervivencia era necesaria para la depredación.

Es en esta dialéctica donde surge la polémica sobre la humanidad de los indios y su cristianización en el famoso debate entre Las Casas y Sepúlveda; visto desde esta perspectiva, adquiere un significado material. La evangelización debe comprenderse como un mecanismo de protección de la fuerza de trabajo necesaria para la explotación de los recursos naturales. Un segundo momento de esta misma racionalidad lo encontramos en el tráfico de esclavos y su introducción en el proceso de explotación. Más allá de todo discurso ideológico o teológico los datos hablan por sí mismo, se calcula que el exterminio de los antiguos pobladores y sus descendientes asciende a varios millones, lo mismo que el tráfico de esclavos de África. El triunfo argumentativo de Las Casas sobre Sepúlveda, o el profundo, sincero y sentido arrepentimiento del evangelizador humanista por haber sugerido el tráfico de esclavos no cambiaron significativamente el curso de las prácticas de explotación.

Ya en su origen se encuentran los ingredientes que el conquistador va a establecer como constitutivos de su proyecto de Colonia y su relación con los habitantes de estas tierras. En el relato que hace Bernal Díaz del Castillo, soldado y cronista de la armada de Hernán Cortéz, que conocemos con el título Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España nos dice lo siguiente:

Otro día vinieron los mismos caciques viejos, y trajeron cinco indias hermosas, doncellas y mozas, y para ser indias eran de buen parecer y bien ataviadas, y traían para cada india otra moza para su servicio, y dijo Xicotenga a Cortés: “Malinche, ésta es mi hija, y no ha sido casada, que es doncella; Tomadla para vos”.[1]

Cortés agradeció el obsequio pero pidió que las retuvieran sus padres por lo pronto, y al preguntarle ellos la razón, les respondió:

Porque quiero hacer primero lo que manda Dios nuestro señor; que es en el que creemos y adoramos, y a lo que me envió el rey nuestro señor, que es que quiten sus ídolos, que no sacrifiquen ni maten más hombres, ni hagan otras torpedades malas que suelen hacer, y crean en lo que nosotros creemos, que es en un solo Dios verdadero.[2]

La Nueva España como proyecto colonial comienza a forjar sus imaginarios políticos a partir de la valoración del linaje español, la fe católica y la raza blanca. Las indígenas eran bellas “casi” como las blancas pero, aunque hijas de influyentes caciques locales, no eran dignas mientras no se convirtieran a la fe católica y se sometieran a la obediencia del monarca español.

 2.2 Antijudaísmo colonial

Con respecto a los judíos nos encontramos con un claro rechazo, descalificación y persecución, en la relación que hizo el Tribunal de la Inquisición en 1649 se lee:

Pongan los ojos en México, ilustre ciudad, a quien ofrece tantas atenciones el orbe y divulga con tantas aclamaciones la fama por méritos tantos y tantas razones […] en medio de tan copioso número de fieles, entre las mansas ovejas del rebaño […] introdujo el infernal espíritu otras roñosas ovejas y sembró en el florido campo de esta cristiandad la innoble cizaña del judaísmo [3]

 

Brevemente localizamos algunos ingredientes del proyecto colonial, veamos hasta donde nos hemos emancipado.

 

3. José Vasconcelos de la Raza Cósmica al Timón

Como veremos a continuación, no sería exagerado el afirmar que el proyecto de Nación del México moderno podría resumirse en el lema de la UNAM: Por mi raza hablará el Espíritu; detengámonos a analizar lo que estas palabras significan. Ya que el que lo acuñó fue José Vasconcelos en 1920 tendremos que remontarnos a esa época.

Nació el 27 de febrero de 1882[4] en el Estado de Oaxaca, su padre fue un burócrata federal en el gobierno de Porfirio Díaz, su madre una católica devota. De niño y debido al trabajo del padre vivió una temporada determinante en la frontera norte.

Estudió Derecho en la Ciudad de México, activó en el Ateneo de la Juventud. Como ya se mencionó, en 1920 fue nombrado rector de la Universidad Nacional; un año después, fungió como Secretario de Educación Pública hasta 1924. Dejó el cargo para competir por la gubernatura de Oaxaca, la cual perdió. En 1929 se postuló como candidato a la presidencia de la Republica y también perdió. Se exilió en EUA donde vivió muchos años

En 1940, ya en México, fue director de la revista Timón financiada por los alemanes, publicó 17 números con propaganda nazi y antisemita.[5] Murió en 1959. Dejó una obra filosófica que pocos conocen; su contribución a la formación del proyecto de nación fue determinante; él diseñó y puso las bases para el sistema de Educación Pública Gratuita, y apoyo las expresiones artísticas más relevantes de su época entre las que destacan el muralismo. Pasemos a revisar sus propuestas.

Jose Vasconcelos


3.1 Hispanismo:

Para Vasconcelos el proyecto de nación mexicano debe verse como continuación del proyecto colonial español en contra del sajón; en la Raza cósmica de 1925 escribe:

Nosotros no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español como los hijos de España. Lo cual no impide que seamos distintos cada vez que sea necesario, pero sin apartarnos de la más alta misión común. Así es menester que procedamos, si hemos de lograr que la cultura ibérica acabe de dar todos sus frutos, si hemos de impedir que en la América triunfe sin oposición la cultura sajona. […][6]

 

Como podemos ver no hay lugar para otras interpretaciones, para él todo proyecto nacional debe apegarse a la misión de los conquistadores y la lógica de la Colonia para lo cual debemos sentirnos tan españoles como los hijos de España. Ahora pasemos a ver que entendía él por Raza, esa por la que hablará el espíritu.

 3.2 Racismo blanco e hispano

3.2.1. Su concepto de raza cósmica

Por alguna extraña razón se piensa que el concepto de raza cósmica que formula Vasconcelos coloca al mestizo como el prototipo de la raza, pero no es así, él considera al blanco como superior y al mestizaje como un proceso de selección estético, al respecto escribe:

Donde manda la pasión iluminada no es menester ningún correctivo. Los muy feos no procrearán, ¿Qué importa entonces que todas las razas se mezclen si la fealdad no encontrará cuna? La pobreza, la educación defectuosa, la escasez de tipos bellos, la miseria que vuelve a la gente fea, todas estas calamidades desaparecerán del estado social futuro. Se verá entonces repugnante, parecerá un crimen el hecho hoy cotidiano de que una pareja mediocre se ufane de haber multiplicado miseria. El matrimonio dejará de ser consuelo de desventuras, que no hay por qué perpetuar, y se convertirá en una obra de arte.[7]

 

Lo que se desprende de las palabras de Vasconcelos es una suerte de mestizaje con inclinación a lo blanco. Mientras que en las otras formas de racismo se evita la mezcla para no “contaminar” a las superiores, en ésta se busca la mixtura para “blanquear” a las inferiores. Mientras que en las otras manifestaciones se recurre al sometimiento físico y a la violencia, en el de Vasconcelos se recurre a una selección por el gusto lo cual supone que los blancos son estética y culturalmente superiores a las otras razas.

3.2.2. Con respecto a los chinos:

Las posturas de Vasconcelos con respecto a los chinos no son nada incluyentes, en la raza cósmica escribió lo siguiente: “[…] reconocemos que no es justo que pueblos como el chino, que bajo el santo consejo de la moral confuciana se multiplican como los ratones, vengan a degradar la condición humana […]”.[8]

Las matanzas de chinos en el norte del país a principios del siglo pasado son un episodio vergonzoso y poco reconocido de la historia de México.

 3.2.3. A los negros

Al respecto de los negros comenta: “Los tipos bajos de la especie serán absorbidos por el tipo superior. De esta suerte podría redimirse, por ejemplo, el negro, y poco a poco, por extinción voluntaria, las estirpes más feas irán cediendo el paso a las más hermosas.”[9]

En el caso de la “negritud” lo que se ha desarrollado en México es una negación, como si no existieran. Muchos se sorprenden cuando se enteran que Vicente Guerrero era negro o José María Morelos Mulato y esto se debe a que en muchas pinturas se le blanqueo para ocultar su origen.

 

  • Los judíos

Con respecto a los judíos la postura de Vasconcelos fue clarísima. Estas palabras ya son parte de la propaganda financiada por los nazis en el Timón en 1940 rechazando el darle refugio en México a los perseguidos por los alemanes, justifica la expulsión de los judíos de Alemania como:

[…] buen tino de los países que, como Alemania, han sabido lanzar un torrente de desinfectante sobre estas gentes, poniéndolas en las fronteras y obligándolas a que busquen otros horizontes y otros ambientes para su equívoco modo de vivir. [luego se refiere a los que piden refugio en México y comenta]los demás pueden buscar acomodo para sus actividades en Palestina, en el Peloponeso o en el Planeta Marte. Aquí no. Hace pocos días se ha hablado de la expulsión de gentes llegadas de no sé qué judería, permitiéndoles contraer matrimonio, fuera de toda ley, con súbditas mexicanas. No podemos consentir que este país […] se transforme en la cloaca máxima de todos los detritus que arrojan los pueblos civilizados […] ¡Hay que hacer limpieza a tiempo, porque quizá después sea tarde![10]

 

3.3 Catolicismo colonialista y evangelizador; discurso que pronunció con motivo de la toma de posesión como rector en 1920.

Hablando de educación y evangelización veamos que dijo en su discurso de rectorado en la UNAM en 1920:

Seamos los iniciadores de una cruzada de educación pública, los inspiradores de un entusiasmo cultural semejante al fervor que ayer ponía nuestra raza en las empresas de la religión y la conquista […]esto que teóricamente parece muy sencillo es, sin embargo, una de las más difíciles empresas, una empresa que requiere verdadero fervor apostólico. Para resolver de verdad el problema de nuestra educación nacional, va a ser necesario mover el espíritu público y animarlo de un ardor evangélico, semejante, como ya se ha dicho, al que llevara a los misioneros por todas las regiones del mundo a propagar la fe.[11]

 

 

3.4. Las ideas de Vasconcelos

Después de esto ya podemos saber cual debió haber sido la versión completa de nuestro vergonzoso y racista lema de la UNAM: “Por mi raza blanca e hispana hablará el espíritu santo”. Sin Indígenas, sin chinos, sin judíos, sin negros, y con mestizos en proceso de blanquiamiento. Un mexicanismo católico fundamentalista y excluyente.

 4.4 El antisemitismo revolucionario

Pasando ahora a la izquierda, el investigador Claudio Lomnitz en su libro El Antisemitismo y la Ideología de la Revolución Mexicana nos presenta como se acusa a los judíos de ser los enemigos de la revolución y se les asocia con los denominados científicos. No entraremos en detalle de esta interesante investigación, lo que nos parece importante rescatar es la utilización del prejuicio antijudío de raigambre católica como mecanismo de descalcificación a los adversarios, tomando en cuenta que en esos años aun no había iniciado la inmigración de judíos a México por lo que aludía a un colectivo imaginario que por principio era excluido del proyecto de nación. En su libro nos presenta una cita de Francisco Villa de 1914 donde dice: “[…] será sencillamente, no la garantía del triunfo para Carranza sino la base más segura de su ruina completa y de su desprestigio, porque es la obra de los científicos y de los judíos”.[12]

 

5. La izquierda posrevolucionaria- Cárdenas.

Ahora pasemos a los ingredientes del proyecto de nación en el gobierno de Cárdenas. Estos datos se los debemos a una investigación de la Dra. Daniela Gleizer titulada El exilio incómodo; México y los refugiados Judíos 1933-1945[13] donde termina con el mito de las puertas abiertas. Es su investigación nos comenta varios puntos que a continuación desglosaremos.

 

 

 

5.1. Entre 1936 y 1940 el gobierno de Cárdenas recibió, afortunadamente, alrededor de 20,000 refugiados españoles republicanos que huían del franquismo. En esa misma época, de los cientos de miles de judíos que buscaron refugio recibió a menos de dos mil, y mando de vuelta al exterminio a miles de ellos. Los testimonios de los familiares de los deportados son sobrecogedores. Este es otro episodio de nuestra historia absolutamente negado, como si no fue cierto.

 

5.2 Españoles: discurso de Cárdenas 1939

La justificación que hace Cárdenas de por que sí recibir a los españoles nos recuerda a Vasconcelos y nos remite a la Conquista: “por considerar […] que se trata de una aportación de fuerza humana y de raza afín a la nuestra en espíritu y en sangre, que fundida con los aborígenes contribuyó a la formación de nuestra nacionalidad”.[14]

5.3 Judíos. Circular confidencial gobernación 1934

Por otro lado, las razones para rechazar a los judíos también nos recuerdan a Vasconcelos y a la Inquisición, en una circular confidencial de la Secretaría de Gobernación de 1934, dando instrucciones a los oficiales de inmigración leemos lo siguiente:

Por último, esta Secretaría ha creído conveniente atacar el problema creado por la inmigración judía, que más que ninguna otra, por sus características psicológicas y morales, […], resulta indeseable; y en consecuencia no podrán emigrar al país, ni como inversionistas en los términos del Acuerdo de fecha 16 de febrero anterior 1934[…] si se descubre que es de origen judío, no obstante la nacionalidad a que pertenezca, deberá prohibírsele su entrada, dando aviso inmediato por la vía telefónica a esta Secretaria.[15]

 

5.4 Ramón Beteta subsecretario de relaciones exteriores 1939

En un documento de 1939 el Subsecretario de Relaciones exteriores Ramón Beteta comenta hace una recuperación de la mayoría de los prejuicios antisemitas para justificar su rechazo leemos lo siguiente:

Probablemente como resultado de la misma persecución que los judíos han sufrido durante muchísimos años, han desarrollado características que los hacen poco deseables. Constituyen un grupo cerrado que se mezcla muy poco con los demás y que para fines de propia defensa ha desarrollado un amor excesivo al dinero en forma de efectivo y de bienes muebles y una actitud poco escrupulosa en asuntos de negocios. Por esta causa y por su indiscutible habilidad, los judíos han creado y continúan creando en los países donde viven una actitud antagónica que periódicamente culmina en persecuciones como la que ahora presenciamos.[16]

6. Ignacio García Téllez Gobernación 1939

Como última cita de este conjunto traemos lo escrito por Ignacio García Téllez Secretario de Gobernación en 1939, donde mezcla el asunto racial, con el religioso y con el económico, lo que Adorno y Horkheimer tenían localizado en el antisemitismo del fascismo pero aquí desde la izquierda revolucionaria. Leemos: “De aquí que el Gobierno del país debe observar suma escrupulosidad en la admisión de extranjeros [judíos] que, por lo general, no se mezclan ni espiritual, ni económica, ni consanguíneamente con nuestra raza, ni con su movimiento revolucionario”.[17]

7. Conclusiones:

A manera de conclusión dejaremos apuntados algunos de los factores comunes que han constituido parte del imaginario político mexicano desde su inicio y a lo largo de cinco siglos en la mayoría de las ideologías del espectro político. Nos encontramos con una valoración racial que privilegia lo blanco sobre las otras “tonalidades” descalificando lo indígena, negando lo negro, rechazando lo amarillo y tolera lo mestizo mientra tienda a lo blanco.

En cuento a la religión es indiscutible que la afirmación de Cortés sigue en pie, para ser mexicano hay que ser cristiano. No importa si se es creyente o no, incluso la secularización debe entenderse en términos cristianos. Musulmanes, budistas o judíos no están contemplados en el imaginario nacional. En cuanto a la cultura, de alguna manera seguimos obedeciendo a la gramática del imperio; pensamos en la lengua del conquistador, controlada celosamente por la Real Academia de la Lengua Española, que vela por la unidad del hispanismo.

Para poder transitar a un proyecto de nación más incluyente sería bueno comenzar por una descolonización del imaginario político que permita hablar desde una voz propia, que rechace toda forma de racismo y de exclusión.

 Real Academia Española

Notas

[1] Diaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, capítulo XXXIII. En http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/bernal/33.html

[2] Ibidem

[3] García y Pereyra, La inquisición de México, sus orígenes , competencias, autos de fe, relaciones con los poderes públicos, ceremonias, etiquetas y otros hechos” ,Colegio de México, México,1906, p.29

[4] Para los datos biográficos ver: S. Pitol, Prólogo, en, J. Vasconcelos, Ulises Criollo, prólogo de Sergio Pitol, Editorial Porrúa, México 2001. pp.VII-XXIII en J. Skirius, José Vasconcelos y la Cruzada de 1929, Siglo XXI, 1982.

[5] A. Gojman, Camisas, Escudos y Desfiles Militares; Los Dorados y el Antisemitismo en México (1934-1940) Prologo de Fredrich Katz, UNAM y FCE, México, 2000. p 171

[6] Vasconcelos, La raza Cósmica. Editorial Porrúa, México, 2001, pp.7-8.

[7] Ibid., p.25.

[8] Ibid. p. 16

[9] Ibid. p. 27.

[10] José Vasconcelos, “¡Hay que hacer limpieza!”, en Timón Revista Continental, Vol. 1-num 8-México D.F. 13 de abril 1940, p.44

[11] J. Vasconcelos Discursos 1920-1950, México, Ediciones Botas, 1950, p.12

[12] En C. Lomnitz, El Antisemitismo y la Ideología de la Revolución Mexicana, 2010. p.74

[13] D. Gleizer, El exilio incómodo; México y los refugiados Judíos 1933-1945, El Colegio de México t La UAM, México, 2011.

[14] El Gral. Lázaro Cárdenas al abrir el Congreso sus sesiones ordinarias, el 1 de septiembre de 1939, citado en Luis González y González, (recop.) Los presidentes de México ante la nación. Informes, manifiestos y documentos de 1821 a 1966. En Gleizer, op. cit.

[15] Circular Confidencial num. 157. Secretaría de Gobernación, México D.F. a 27 de abril de 1934, enviada por la Secretaria de Gobernación a la secretaría de Relaciones Exteriores, México D.F., a 11 de agosto de 1934, Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores (en adelante AHSRE), Entrada a México de judíos americanos, exp. III-2334-12. En Gleizer, op. cit.

[16] “Inmigración a México de individuos perseguidos en otros países, memorándum del Subsecretario de Relaciones Exteriores, Ramón Beteta, al presidente Lázaro Cárdenas”. México D.F., 6 de enero de 1939, AGNM, PLC, exp. 549.2/18. En Gleizer, op. cit.

[17] Memorándum de Ignacio Téllez, secretario de Gobernación, al presidente Lázaro Cárdenas, México, D.F. 3 de enero de 1939, AGNM, exp. 549.2/18. En Gleizer, op. cit.

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