Resumen:
Este trabajo consiste en una explicitación de los conceptos de poder y autoridad definidos por Max Weber, desde la fenomenología de Alfred Schutz. Sostendré que concibiendo la la acción en términos de poder se logra un concepto formal del poder para las interacciones humanas. En las interacciones abstractas, entre agentes simétricamente indeterminados, el concepto formal de poder consiste en la dinámica de imposición y aceptación de relevancias. En las interacciones concretas, entre agentes asimétricamente tipificados, tal dinámica toma una forma genérica y otra específica. El concepto sociológicamente amorfo de poder refiere a la imposición y aceptación de las relevancias en función de cualesquiera tipificaciones relevantes; la autoridad consiste en esta misma dinámica aplicada en determinados dominios de relevancia entre agentes tipificados bajo roles jerárquicamente organizados.
Palabras clave: Schutz, Weber, fenomenología, poder, autoridad, relevancias.
Abstract:
This paper consists of a clarification of the concepts of power and authority defined by Max Weber, from the phenomenology of Alfred Schutz. I will argue that by conceiving action in terms of power, a formal concept of power for human interactions is achieved. In abstract interactions, between symmetrically indeterminate agents, the formal concept of power consists in the dynamics of imposition and acceptance of relevances. In concrete interactions, between asymmetrically typified agents, such dynamics take a generic and a specific form. The sociologically amorphous concept of power refers to the imposition and acceptance of relevances according to any relevant typifications; authority consists in this same dynamic applied in certain domains of relevance between agents typified under hierarchically organized roles.
Keywords: Schutz, Weber, phenomenology, power, authority, relevance.
Introducción
En La construcción significativa del mundo social, Alfred Schutz se propuso fundamentar filosóficamente los conceptos sociológicos centrales de Max Weber, como el de acción social, relación social, comprensión, sentido objetivo y subjetivo, a partir del concepto de intencionalidad, la teoría del signo y los análisis de la conciencia del tiempo inmanente desarrollados por Edmund Husserl. Si bien Schutz no aplicó sus análisis fenomenológicos a los conceptos weberianos de poder y autoridad, ni en la obra mencionada ni en ninguna de sus ulteriores publicaciones y manuscritos, la doctrina que desarrolló, y en particular la teoría de las relevancias, contiene elementos conceptuales que han inspirado interpretaciones fenomenológicas sobre las relaciones sociales asimétricas, como las desarrolladas por Jochen Dreher, Andreas Göttlich, Carlos Belvedere y Alexis Gros entre otros.[1]
Según la definición clásica de Max Weber, “[p]oder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad”.[2] La indiferencia respecto del fundamento de la probabilidad de imponer la voluntad a otros sugiere que para Weber el poder [Macht] en cuanto tal es un fenómeno genérico, y, por consiguiente, un concepto sociológicamente amorfo. La imprecisión del concepto del poder sugiere su carácter ubicuo o cuasi ubicuo,[3] es decir, presente en toda relación social. Según Weber, “todas las cualidades imaginables de un hombre y toda suerte de constelaciones” de intereses posibles en cierta situación pueden colocar a una persona en posición de poder respecto de otra.[4] Esto implica que el que el poderoso posee ciertos rasgos con los que influye sobre la acción de los otros, y que tales rasgos resultan relevantes para los agentes involucrados en la interacción. Con respecto a los rasgos en cuestión, Weber[5] mienta capacidades personales y posesiones, como habilidades o destrezas, deportivas, dialécticas, eróticas, intelectuales, etcétera, posesiones materiales como dinero, armas, y posiciones jerárquicas de autoridad o prestigio. Respecto de la situación en la que los rasgos resultan eficaces para la aplicación del poder, Weber la concibe en términos de configuraciones y re-configuraciones de las constelaciones de intereses de los agentes.[6] Si la constelación de intereses y objetivos del “débil” se ve condicionada por la superioridad del poderoso, entonces reorganizará tales intereses en torno a la voluntad de este último, a fin de lograr sus objetivos a pesar de los condicionamientos, o al menos proteger sus intereses más relevantes; en el caso más extremo, conservar la vida. De modo que el ejercicio del poder consiste en toda forma de influencia que ejerce el poderoso sobre aquellos que deben entenderse con él. Así comprendidas las relaciones de poder en Weber éstas implican tanto la expresión de las voluntades y capacidades como la oposición de los intereses de los agentes. Se trata del poder en cuanto poder-sobre, esto es, una potencia de mera compulsión o influencia.[7]
El concepto de dominación, autoridad [Herrschaft][8] o poder de mando autoritario es “un concepto más preciso”,[9] o bien un subconcepto del poder.[10] De acuerdo a Weber, la autoridad “debe entenderse [como] la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato determinado”.[11] La autoridad consiste en el ejercicio del poder legitimado en un determinado orden social válido en que los individuos están jerárquicamente organizados y que les prescribe funciones relacionales de mandato u obediencia. El agente en posición de autoridad comanda en virtud de su rango dentro de la jerarquía aceptada; el subordinado, que acepta la jerarquía y se reconoce en un rango inferior, obedece “como si el contenido del mandato se convierte en máxima de conducta”.[12] Esto implica que la autoridad es un tipo específico de poder que contiene dos aspectos: es tanto un poder-sobre como un poder-para.[13] La voluntad del superordinado expresada en su mandato es un poder-sobre el subordinado, a quién el mandato le viene de afuera con el carácter de la compulsión. Por otro lado, el poder-para refiere al aspecto constructivo-organizativo de la relación por el que los agentes son definidos y orientados como sujetos. En la relación de autoridad, el orden válido y aceptado constituye la “auto-comprensión […] [y los] sentidos e identidades subjetivas”[14] de los superordinados y de los subordinados. De modo que, aunque el mandato emitido el superordinado es compulsivo para el subordinado, éste no percibe la relación como un conflicto de intereses,[15] sino que acata voluntariamente pues encuentra que su identidad personal e intereses se fundan en dicha relación. De modo que la identidad y la constelación de intereses atada a la relación de autoridad –al menos en cuanto tipo ideal- conllevan a que el subordinado tome el contenido del mandato como la máxima de su acción.
En lo que sigue intentaré interpretar los conceptos de poder y autoridad de Weber en términos de la teoría de las relevancias de Schutz. Mi intención es demostrar que la doctrina schutziana contiene los elementos conceptuales suficientes para la descripción fenomenológica de las relaciones asimétricas de poder. Empleando la teoría de las relevancias expondré gradualmente el poder, desde su expresión más abstracta, la acción individual, hasta su manifestación específica como autoridad. El recorrido partirá desde la acción abstracta hacia la interacción abstracta; de la interacción abstracta a la interacción concreta genérica; y de la interacción concreta genérica a la interacción concreta específica de la autoridad. Para ello procederé en cuatro pasos. En la primera sección interpretaré fenomenológicamente la acción en términos de poder desde la idealización del yo puedo y la teoría de las relevancias. En la segunda sección sostendré que de la interacción social entendida como la imposición y aceptación de relevancias en la relación-nosotros pura, entre agentes simétricamente indeterminados, resulta un concepto formal del poder. En la tercera sección abordaré la relación-nosotros concreta en que los rasgos relevantes de los agentes configuran cada vez relaciones asimétricas que confieren a uno mayor probabilidad de imponer sus relevancias sobre el otro. Tal asimetría diagramada por cualesquiera tipificaciones relevantes al caso coincide con la indistinción del fundamento del poder como concepto sociológicamente amorfo. En la cuarta sección abordaré las relaciones-nosotros concretas jerárquicamente organizadas reponiendo el concepto de dominio de relevancia. Mostraré cómo los dominios de relevancia en su relación con los sistemas de relevancias biográficamente articulados de los agentes configuran un orden social válido que fundamenta un modo específico de imponer y dejarse imponer relevancias: la autoridad o poder de mando autoritario.
I La teoría de las relevancias: la acción como poder
El método fenomenológico sugiere partir de la experiencia originaria, en primera persona,[16] del poder en términos de capacidad o potencia. Husserl emplea la fórmula “yo puedo” [Ich kann] para referirse a la conciencia de la capacidad de poner en marcha una amplia gama de actos intencionales voluntarios; “‘Yo puedo’ como posibilidad lógica, como posibilidad e imposibilidad prácticas, como modificación de neutralidad de actos prácticos y como conciencia primigenia del poder”.[17] En este mismo sentido, orientado por sus lecturas de Ideas II, Schutz entiende las facultades activas del agente como “rasgos de potestatividad (poder o capacidad)”.[18] Schutz denomina conditio potestativa a la capacidad de proyectar acciones, fantasearlas o recordarlas, y de calcular sus resultados posibles mediante estimación del propio poder[19] y sus límites en relación con la resistencia que opone el estado de cosas al que se aplica.[20] La idealización de “puedo volver a hacerlo” manifiesta el fíat práctico presupuesto por el agente de que el ejercicio de su poder o capacidad es indefinidamente repetible toda vez que las condiciones lo permitan.[21] De modo que, el poder del sujeto,[22] expresado en las idealizaciones del yo puedo y puedo volver a hacerlo, incluye las actualidades y potencialidades atencionales, presentativas, presentificativas, valorativas, kinestésicas, locomotivas y prácticas que es capaz de poner libremente en marcha y repetir a voluntad, hasta nuevo aviso.
De acuerdo a Schutz, el agente y actúa en el mundo de la vida social orientándose desde su acervo de conocimiento a mano: el repositorio de tipos de objetos, de saberes, creencias, habilidades y recetas de acción y solución de problemas acumulados en experiencias previas y por el proceso aculturación. Los ítems que componen el acervo de conocimiento a mano están estructurados en sistemas de relevancias cuya dinámica consiste en la tipificación de objetos, personas, acciones y situaciones, configurando así el mundo de la vida como un fondo o escenario de típica familiaridad. Los sistemas de relevancias de los tres tipos, temáticos, interpretativos y motivacionales, se clasifican en dos modalidades: las relevancias intrínsecas son aquellas originadas en el interés actual del agente, mientras que las relevancias impuestas le advienen desde afuera y las padece sin poderlas modificar.[23] Las relevancias temáticas organizan el campo de conciencia del agente destacando del fondo de tipicidad aproblemática el elemento interesante o problemático a resolver. Cuando el agente orienta libremente su atención a cierto objeto del campo se trata de una relevancia temática intrínseca; pero es impuesta cuando el objeto o suceso temático le sale al paso y captura involuntariamente su atención. Las relevancias interpretativas tienen una doble función: por un lado criban en los horizontes internos o externos del objeto-temático, destacando sus aspectos relevantes al interés del agente, y por el otro relevan los tipos contenidos en su acervo de conocimiento a mano, poniendo “en mano” los saberes y recetas de acción pertinentes para el caso. Las relevancias interpretativas son intrínsecas cuando el agente realiza un trabajo de tipificación explícito; y son impuestas cuando la interpretación se desarrolla pasivamente[24]. Finalmente, las relevancias motivacionales configuran el interés actual del agente en una situación dada. Las relevancias motivacionales intrínsecas componen la estructura de planes y fines que el agente concibe como los motivos-para de sus acciones; y las impuestas conforman la estructura de motivos-porque o causas que condicionan desde el pasado la proyección y las acciones del agente.
De modo que las actualidades y potencialidades del carácter del yo puedo, sobre las que tengo una conditio potestativa, componen mi poder como agente. Tal poder consiste en la potestatividad de sopesar, recordar, comparar y proyectar propósitos y actos, y ejecutarlos en el mundo modificándolo y adaptándome a sus cambios; continuando la acción, corrigiéndola o proyectando nuevos propósitos en función de la situación resultante y las limitaciones del propio poder. La acción o poder consiste, entonces, en la organización del campo práctico mediante el despliegue o imposición de relevancias temáticas, interpretativas y motivacionales, en relación dialéctica con las relevancias impuestas que deben ser asimiladas, vencidas o articuladas en el curso de la acción y en la proyección de ulteriores acciones y propósitos.
II La relación-nosotros pura: un concepto formal de poder
De acuerdo a Schutz, la interacción social consiste en el mutuo actuar-sobre-el-otro de dos o más agentes. Actuar-sobre-el-otro es un tipo particular de acción cuyo objetivo es producir ciertas vivencias conscientes en el prójimo con miras a motivar su acción en diversas formas y para distintos fines.[25] Como vimos, la acción consiste en el despliegue de las relevancias intrínsecas y la asunción de las impuestas, de modo que el mutuo actuar-sobre-el-otro implica el intercambio de las relevancias de un agente a otro. Ahora bien, puesto que por la clausura fenomenológica el agente no tiene acceso al flujo de conciencia de su prójimo ni conoce por completo sus sistemas de relevancias, es imposible que confunda sus relevancias intrínsecas con las relevancias intrínsecas del otro. Así, la interacción social es un contexto intersubjetivo en que las relevancias motivacionales intrínsecas de un agente, los motivos-para de su acción, se manifiestan como relevancias motivacionales impuestas o motivos-porque de la acción para el otro.[26] Sin embargo, no solo las relevancias motivacionales, sino también las temáticas y las interpretativas operan en la interacción social. Acciones tan elementales como interpelar o invocar la atención del prójimo hacia uno mismo o dirigirla hacia algún objeto perceptible (“mira eso”) son casos de imposición de relevancias temáticas.[27] Toda explicación, descripción o justificación que dirigimos al otro acerca de cualquier objeto-tema (“esto es así y así”) no es sino un ejercicio de imposición de relevancias interpretativas. Con todo, es necesario recalcar que la imposición de las relevancias en el sentido técnico de Schutz no hace ninguna referencia a su contenido ni a si tal imposición es aceptada o rechazada,[28] sino sólo a su carácter fenoménico.
En la mayoría de sus obras, Schutz empieza los análisis sobre la intersubjetividad a partir de la relación-nosotros pura, la cual consiste en la mutua orientación-tú pura entre dos agentes. La orientación-tú pura es un concepto formal que refiere al estar dirigido intencionalmente hacia el prójimo en presencia y captarlo como persona humana indeterminada, sin consideración de sus características o particularidades.[29] La relación-nosotros pura es, luego, una estructura formal o límite en que dos agentes sincronizan sus flujos de conciencia en virtud de la compartición de un tiempo y espacio común, y que opera como plataforma base para la descripción de todo tipo de relación-nosotros concreta entre agentes más o menos determinados. En la relación-nosotros pura los individuos no portan rasgos ni determinaciones tipificadas, sus sistemas de relevancia no tienen ningún contenido particular, y su ejercicio de imponer y dejarse imponer las relevancias mienta solo la dinámica genérica de la interacción. Así, si de acuerdo a Weber el poder consiste en la probabilidad de imponer la propia voluntad sobre otro en virtud de cualesquiera ventajas o superioridades, puesto que en la relación-nosotros pura los agentes no portan ninguna determinación comparable y, por ende ninguna superioridad, ninguno tendrá mayor probabilidad que el otro de imponer sus relevancias. Así, en la formal y simétrica relación-nosotros pura, la interacción consiste en el ejercicio simétrico del poder, o bien, del poder como un concepto puro o formal.
Con esto hemos pasado de la noción del poder entendido como la capacidad de acción de un agente abstracto aislado, a considerar el poder como la estructura dinámica de las interacciones sociales abstractas; es decir, al concepto formal de poder. En la relación-nosotros pura, la interacción social o el mutuo actuar-sobre-el-otro consiste en la dinámica de imponer y dejarse imponer relevancias. Desde la teoría de las relevancias, actuar-sobre-el-otro es, pues, poder-sobre-el-otro en un sentido abstracto; yo debo poder sobre vos y vos debes poder sobre mí, si las interacciones sociales han de ser posibles.
III La relación-nosotros concreta: el concepto sociológicamente amorfo de poder
En el mundo de la vida social las relaciones-nosotros son siempre concretas en algún grado,[30] pues cada agente reconoce en sí y en los demás una variedad de rasgos clasificables en tipos personales como la edad, género, condición y roles sociales, carácter y preferencias, y tipos materiales de curso de acción, como funciones sociales, o formas típicas de proceder o reaccionar. Además, el agente experiencia el mundo social desde ya organizado en “una cierta división del trabajo […] [en] jerarquías de preponderancia y subordinación […] [entre] los que mandan y los que obedecen”, y diversas “formas institucionalizadas de organización social, de sistemas de status y prestigio”.[31] La gama total de determinaciones sociales con que los agentes definen su situación, se auto-tipifican, tipifican a sus prójimos y son tipificados por ellos, activa o pasivamente, desde los sistemas de relevancias que estructuran su acervo de conocimiento, diagraman relaciones-nosotros concretas que son o pueden ser asimétricas bajo ciertas circunstancias. En Reflections on the problem of relevance, Schutz sostiene que la teoría de las relevancias puede ser empleada satisfactoriamente para el análisis de las relaciones sociales concretas[32], pero expresa más explícitamente su aplicación a las relaciones asimétricas de poder en el siguiente fragmento de El ciudadano bien informado:
Al parecer el grado de disposición a aceptar, no aceptar, asimilar o resistir la imposición de las relevancias intrínsecas del Otro, puede ser utilizado ventajosamente para una clasificación de diversas relaciones sociales”.[33]
Evidentemente, no solo debemos considerar el grado de disposición a aceptar o no aceptar las relevancias del otro, sino también el modo en que tales relevancias son impuestas y aceptadas. Pues, por ejemplo, en una relación-nosotros concreta entre agentes tipificados bajo los roles de “asaltante” y “víctima”, el segundo tendrá un alto grado de disposición a aceptar las relevancias del primero, pero el modo en que se deja imponer esas relevancias no es el mismo con el que acepta una orden de su jefe, el alto de un policía o el consejo de su maestro. Pero antes de considerar los modos específicos de imposición de las relevancias en las relaciones-nosotros concretas, notemos la estructura genérica de la dinámica en tres ejemplos. Quien se interprete auto-tipificado como “vulnerable” en relación con otro tipificado como “peligroso”, probablemente se dejará imponer sus relevancias si la interacción ocurre en una situación en que la violencia es típicamente posible, como en una situación de asalto al paso. Las relevancias motivacionales de la víctima -como la constelación de intereses en Weber-, se reorganizará en función de la relevancia motivacional que el otro le impone, y que se sustenta en la posesión de un objeto interpretado como temáticamente relevante, por ejemplo, un arma; dará entonces relevancia al interés por salvar su vida en detrimento del interés por conservar el dinero. El agente que se interpreta bajo el tipo “empleado” se dejará imponer las relevancias intrínsecas del otro tipificado como “jefe” en el marco de una situación laboral típica, siempre que mantener el empleo le sea motivacionalmente relevante; y en caso de serle urgente podría llegar a aceptar órdenes que considera abusivas, éticamente reprochables o emitidas con tono despótico. La persona a la que interpreto bajo los tipos “cautivadora” o “hermosa” tendrá sobre mí el poder de imponer ciertas relevancias; aceptaré ir al cine aunque yo preferiría tomar una cerveza. Lo trivial del caso no hace la diferencia. Se trata de casos de imposición y aceptación de relevancias, en el sentido técnico de Schutz, en función de una relación asimétrica diagramada en tipos personales y materiales interpretados como temáticamente relevantes en relación al contexto motivacional del agente en una situación dada.
Con esto hemos pasado de considerar al poder en las interacciones abstractas, a la consideración del poder en las interacciones concretas en general; hemos pasado del concepto formal del poder al poder como concepto sociológicamente amorfo. En este nivel del análisis, el imponer o dejarse imponer relevancias no refiere a ningún grado o modo particular de hacerlo, sino a todos ellos indistintamente. El concepto sociológicamente amorfo del poder, tal como es definido por Weber, consiste meramente, desde esta interpretación de Schutz, en un poder-sobre-el-otro cuya probabilidad de eficacia descansa en cualesquiera tipificaciones que resulten motivacionalmente relevantes al tipo de situación definida por los agentes.
IV Los dominios de relevancia: la autoridad o poder de mando autoritario
Ahora bien, la explicitación fenomenológica del tipo específico de poder llamado por Weber autoridad, cuya probabilidad de eficacia descansa en un determinado orden social válido requiere de una consideración fenomenológica del concepto de orden social. En La Igualdad y la estructura de sentido mundo social Schutz enriquece la teoría de las relevancias incorporando el concepto de dominio de relevancia. El campo de la experiencia cotidiana se estructura en dominios de relevancias[34] de diversa índole, envergadura y grado de estandarización, como el ámbito académico, cívico, militar, familiar o mercantil. A cada dominio de relevancia le corresponde un sistema de tipificaciones, es decir, una red de roles sociales, pautas de acción, motivos, problemas y modos de resolución y valores que deben ser asumidos por los agentes, y que la rutina torna en típicos y dados por sentado.[35] Puesto que en cada dominio de relevancia se abordan y resuelven cuestiones específicas, el sistema de tipificaciones de un dominio no es transferible o traducible sin más a otro[36]. Ahora bien, Schutz denomina homogéneos a los tipos que pertenecen a un mismo sistema de tipificaciones correlativo a cierto dominio de relevancia, y sostiene que en virtud de su homogeneidad es que tales tipos son comparables entre sí en relaciones de igualdad y desigualdad. En cambio, los tipos pertenecientes a sistemas de tipificaciones de distintos dominios de relevancia son heterogéneos entre sí y no pueden guardar relaciones de igualdad o desigualdad. Por ejemplo, un trabajo monográfico no puede ser evaluado como peor, mejor o igual que un reporte de ventas, ni el estudiante universitario en cuanto tal le debe obediencia al gerente comercial de una empresa; pues se trata de tipos heterogéneos. Sin embargo, por ejemplo, en el dominio de relevancia de lo militar los tipos “teniente” y “sargento” son desiguales en rango y funciones solo porque son subtipos de “soldado”,[37] y en cuanto soldados comparten pautas de acción, valores, criterios y demás. Así, los tipos de un determinado dominio de relevancia guardan relaciones de igualdad o desigualdad entre sí, que, en el caso de los tipos personales funcionales o roles sociales, se manifiestan como relaciones jerárquicas:
“[I]gualdad y desigualdad aluden a diversos grados de superioridad en cuanto a desempeño, logro y status, pero solo de elementos homogéneos […] Solo dentro de cada uno de esos dominios es posible distinguir grados de mérito y superioridad”.[38]
Si bien Schutz no utiliza aquí los términos poder o autoridad, es evidente para mí que están mentados en status y superioridad. Pues los roles sociales, en cuanto tipos personales refieren a tipos materiales de curso de acción, es decir a sus funciones;[39] y tales funciones están dispuestas según la división del trabajo y en las jerarquías de preponderancia y subordinación que Schutz menciona al inicio de su artículo.[40] Los agentes sociales que operan en determinado dominio de relevancias han incorporado en sus sistemas de relevancias biográficamente articulados los sistemas de tipificaciones del dominio en cuestión. Dentro de un dominio de relevancia el rol social con el que se auto-tipifica un agente le fija su posición en la escala jerárquica y le prescribe determinadas posibilidades prácticas de acuerdo a patrones socialmente establecidos.[41] La congruencia entre los sistemas de relevancias de los agentes opera como un esquema compartido e incuestionado de pautas de interpretación e interacción: se tipifican bajo roles típicos en relaciones típicas de igualdad y desigualdad, proyectando y ejecutando acciones típicas para la resolución de problemas típicos.[42] Las acciones típicas incluyen las del mandar y el obedecer; se manda y se obedece, pues, típicamente. De modo que el esquema interpretativo o sistema de relevancias compartido por los agentes en un mismo dominio de relevancia mienta fenomenológicamente la noción de orden social válido:
“Ese orden establece como conducta requerida pautas definidas de acción y tipos personales ideales definidos, en la medida en que la persona que acepta tales tipos y se orienta según ellos puede estar segura que su conducta será interpretada adecuadamente […] por los contemporáneos adecuados al mismo orden”.[43]
El orden válido que sostiene la relación de autoridad y que funda la probabilidad de la obediencia al mandato, es el producto de la incorporación y la articulación del sistema de tipificaciones correspondiente a cierto dominio de relevancia en los sistemas de relevancias biográficos de cada agente, y en el hecho de que cada agente presupone la congruencia de los sistemas de relevancias[44] de cada otro. Y tal orden social es reproducido cada vez que los agentes interactúan bajo la típica establecida y presupuesta en dicho dominio. De ser así, la autoridad o poder de mando autoritario consiste en el actuar-sobre-el-otro, en la típica imposición y aceptación de relevancias típicas entre dos agentes portadores de roles sociales asimétricamente organizados dentro de un dominio de relevancia determinado. Esta interpretación de la autoridad weberiana desde la teoría de las relevancias de Schutz, conserva los dos aspectos del poder ejercidos en ella. En cuanto poder-sobre, el ejercicio de la autoridad opera como una compulsión toda vez que, por clausura fenomenológica, las relevancias intrínsecas del superordinado son vividas necesariamente como relevancias impuestas por el subordinado. Pero, simultáneamente, la relación de autoridad opera como un poder-para constructivo-organizativo, toda vez que la identidad y los intereses los agentes están auto-tipificados y orientados en dicha relación, puesto que han articulado e integrado el sistema de tipificaciones correlativo al dominio de relevancia en que se desempeñan a sus sistemas de relevancias biográficamente articulados. Así, el mandato del superordinado como relevancia motivacional impuesta es asimilado sin compulsión en el sistema de relevancias intrínsecas del subordinado, en la medida en que es típicamente aceptada y anticipada como componente de su identidad: sus funciones e interés. Así tiene sentido que, como dice Weber, el subordinado obedezca tomando el contenido del mandato como la máxima de su acción.
Conclusión
En estas líneas he intentado demostrar que la teoría de las relevancias de Alfred Schutz permite explicitar fenomenológicamente los conceptos de poder y autoridad tal y como fueron definidos por Max Weber. Para ello he procurado exponer el fenómeno del poder desde de su manifestación más abstracta para recorrer su concretización hacia el modo específico de la autoridad.
En un primer momento, desde el poder o acción abstracta, idealizada en el yo puedo, he pasado hacia el poder en la interacción abstracta. Aplicando la interpretación de la acción como la proyección de las relevancias intrínsecas del agente sobre el mundo a la relación-nosotros pura, he sugerido concebir la interacción como el mutuo poder-sobre-el-otro entre agentes simétricamente indeterminados, proponiendo así un concepto formal de poder. En un segundo momento, he procurado pasar de la interacción abstracta a la interacción concreta genérica. En las diversidad inespecífica de relaciones-nosotros concretas los rasgos relevantemente tipificados por los agentes en situaciones dadas establece relaciones asimétricas y confiere a unos mayores probabilidades de imponer sus relevancias sobre otros. Sostuve que esta dinámica concreta pero inespecífica del poder expresa fenomenológicamente el poder como concepto sociológicamente amorfo, según lo define Weber. Finalmente, en un tercer momento, he procurado pasar de la interacción concreta genérica a la interacción concreta específica de la autoridad. Repuse la noción schutziana de dominio de relevancia para dar cuenta de las relaciones de igualdad y desigualdad entre agentes tipificados bajo roles sociales. La relación mandato-obediencia de la autoridad es un específico tipo de relación-nosotros concreta, en que la interacción consiste en un modo específico de poder-sobre-el-otro: la imposición y aceptación de relevancias típicas entre agentes tipificados por roles sociales jerárquicamente organizados, cuya probabilidad de eficacia descansa en la referencia colectiva a un dominio de relevancias intersubjetivamente asumido que opera como el orden social válido en Weber.
Bibliografía
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14. Warren, Mark, “Max Weber’s nietzschean concept of power”, en History of the Human Sciences, Vol. 5, Núm.3, pp. 19-37, 1992.
15. Weber, Max, Economía y sociedad, traducción de J. Medina, J. Roura, E. Ímaz, E. García y J. Ferrater, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2002.
Citas y notas
[1] Véase los artículos sobre el tema publicados en Jochen Dreher y Daniela López, (comps.), Fenomenología del poder, ed. cit., y Carlos Belvedere, y Alexis Gros (eds.), The Palgrave Handbook of Macrophenomenology and Social Theory, ed.cit., s/p.
[2] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p.43.
[3] Steffano Guzzini, “Max Weber’s Power”, Max Weber and international relations, ed. cit., p. 106.
[4] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p.43.
[5] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., pp. 171, 696.
[6] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p. 696.
[7] Mark Warren, “Max Weber’s nietzschean concept of power”, en History of the Human Sciences, ed. cit., p. 19.
[8] En el presente trabajo he traducido en cada caso Herrschaft como “autoridad” y no como “dominación”, para evitar confusiones con el concepto fenomenológico de Alfred Schutz, domain of relevance, traducido como “dominio de relevancia”.
[9] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p. 43.
[10] Steffano Guzzini, “Max Weber’s Power”, Max Weber and international relations, ed. cit., p. 101.
[11] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p. 43.
[12] Max Weber, Economía y sociedad, ed. cit., p. 171.
[13] Mark Warren, “Max Weber’s nietzschean concept of power”, en History of the Human Sciences, ed. cit., p. 33.
[14] Mark Warren, “Max Weber’s nietzschean concept of power”, en History of the Human Sciences, ed. cit., p. 33.
[15] Mark Warren, “Max Weber’s nietzschean concept of power”, en History of the Human Sciences, ed. cit., p. 30.
[16] Véase el artículo de Belvedere, Carlos, “En primera persona: reflexiones fenomenológicas sobre el poder”, en Jochen Dreher y Daniela López (comps.), Fenomenología del poder, Ediciones USTA, Bogotá, 2014, pp. 45-82. En su artículo, Belvedere toma como punto de partida la idealización fenomenológica del ‘yo puedo’ y la conceptualización del sentido ‘mis poderes’ para analizar el difícil proceso de la transferencia apercetiva del sentido ‘mis poderes’ al Otro.
[17] Edmund Husserl, Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, Libro Segundo, ed. cit., p. 305.
[18] Alfred Schutz, “Edmund Husserl’s ideas, volume II”, en Collected Papers III: Studies in phenomenological philosophy, ed.cit., p. 41.
[19] Alfred Schutz, “Edmund Husserl’s ideas, volume II”, en Collected Papers III: Studies in phenomenological philosophy, ed.cit., p. 40, y Alfred Schutz, “The problem of personality in the social world”, en Collected papers VI. Literary reality and relationships, Springer, Dordrecht, ed.cit., p. 229.
[20] Alfred Schutz, “Edmund Husserl’s ideas, volume II”, en Collected Papers III: Studies in phenomenological philosophy, ed.cit., p. 32.
[21] Alfred Schutz, El problema de la realidad social. Escritos I, ed. cit., p. 211.
[22] Alfred Schutz, “Edmund Husserl’s ideas, volume II”, en Collected Papers III: Studies in phenomenological philosophy, ed.cit., p. 25.
[23] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 126.
[24] Daniel Cefai, Phénomenologie et Sciences Sociales: Alfred Schutz, ed. cit., p. 135.
[25] Alfred Schutz, La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p. 175.
[26] Alfred Schutz, El problema de la realidad social. Escritos I, ed. cit., p. 206; Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p.127; y La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p. 188.
[27] Alfred Schutz, Las estructuras del mundo de la vida, ed. cit., p. 189.
[28] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 127.
[29] Alfred Schutz, La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p.193.
[30] Alfred Schutz, Las estructuras del mundo de la vida, ed. cit., p. 79.
[31] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p.213-214.
[32] Alfred Schutz, “Reflections on the Problem of Relevance”, en Collected Papers V, Phenomenology and the Social Sciences, ed. cit., pp. 122, 160.
[33] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p.127.
[34] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 219.
[35] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., pp. 219-225.
[36] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 224.
[37] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 221.
[38] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 222.
[39] Alfred Schutz, La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p. 216; El problema de la realidad social. Escritos I, ed. cit., p. 206; y Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 53.
[40] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 213.
[41] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., pp. 40, 59.
[42] Alfred Schutz, Estudios sobre teoría social. Escritos II, ed. cit., p. 219-220; y La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p. 55.
[43] Alfred Schutz, La construcción significativa del mundo social, ed. cit., p. 226.
[44] Alfred Schutz, Las estructuras del mundo de la vida, ed. cit., p. 75.