El “discurso de odio” en la comunicación contemporánea

 

 

“El futuro de las redes sociales depende de la fricción”, Polgar, David R. (TSM, 25.05.2021).

El futuro del Occidente democrático depende de la fricción.

No hay forma de controlar el efecto psíquico de un medio controlando su contenido.

 

 

Resumen

 

Las redes sociales son en Occidente la posibilidad tecnológica de una comunicación verdaderamente abierta, democrática, en la que de manera realmente universal cualquiera pueda expresarse sobre lo que quiera, cuando quiera, desde donde quiera y como quiera. Por ello el optimismo tecnológico las consideró como la realización suprema, última, de la democracia. Sin embargo, las redes sociales han llevado al florecimiento del “discurso de odio”, el cual expresa una animosidad, una ira social que ha desembocado en la polarización política que desde hace unos años caracteriza la vida pública en Occidente. Tal polarización dificulta de sobremanera el acuerdo social y erosiona crecientemente el orden social. Resulta, pues, natural que se considere que el gran problema en la esfera comunicativa occidental es la eliminación del “discurso de odio” en las redes sociales. Nuestra presentación ofrece la solución democrática, es decir, sin recurrir a la censura, a este problema.

 

Palabras clave: Comunicación abierta, privilegio, polarización, censura, fricción, IA

 

 

Abstract

 

Social media are in the West the technological possibility of truly open, democratic communication, in which in a universal way anyone can express himself about what he wants, when he wants, from wherever he wants and how he wants. For this reason, technological optimism considered them as the supreme, ultimate realization of democracy. However, social networks have led to the flourishing of “hate speech,” which expresses animosity, a social anger that has led to the political polarization that has characterized public life in the West for some years. Such polarization makes social agreement extremely difficult and increasingly erodes the social order. It is, therefore, natural that the big problem in the Western communication sphere is considered to be the elimination of “hate speech” on social media. Our presentation offers the democratic solution, that is, without resorting to censorship, to this problem.

 

Keywords: Open communication, privilege, polarization, censorship, friction, AI

 

En Occidente las redes sociales han llevado a una redefinición tecnológica de la democracia, en tanto la situación en la que tecnológicamente se da la posibilidad de lo que Gershberg e Illing llaman “comunicación abierta”[1] en el sentido estricto de que cualquiera puede expresarse acerca de cualquier cosa, como quiera, cuando quiera, desde donde quiera y cuando quiera.[2] Por ello, el optimismo tecnológico las considera como la realización definitiva de la democracia, ya que gracias a ellas ahora sí, realmente, cada uno puede expresarse y todo el mundo puede conocer dicha expresión. La democracia queda redefinida en términos comunicativo-tecnológicos. Sin embargo, las redes sociales han conducido al “discurso de odio” expresando ira en la forma de la polarización política que desde hace ya algunos años caracteriza la vida pública en Occidente. Tal polarización hace que sea muy difícil alcanzar el acuerdo social que se supone sería el resultado más genuino de la democracia representativa propia del Occidente actual, con lo que el orden social resulta erosionado progresivamente. Por ello, el mayor problema de la comunicación occidental es la eliminación del “discurso de odio” en las redes sociales. Aquí ofrecemos la solución democrática a este problema como parte de nuestro trabajo sobre la subjetividad mediática en el marco la filosofía de la tecnología.[3]

 

1. La “alfabetización digital” y la “moderación de contenido”

 

La respuesta más sencilla al problema del “discurso de odio” en las redes sociales parte de la idea inocente de que, como toda tecnología, las redes sociales mismas son neutrales, que pueden ser usadas correcta o incorrectamente, y que el “discurso de odio” no sería otra cosa que un “uso incorrecto” de las mismas.[4] Sin embargo, las medidas que se ha tomado para “educar” a los usuarios de las redes sociales no han dado resultados y la polarización política no ha disminuido ni en lo más mínimo. De hecho, sin preocuparse por la “alfabetización mediática” que debería “educar” a los usuarios de las redes para su “uso correcto”, Facebook, Instagram, Twitter (antes de convertirse en X), YouTube, etc., aplican la censura bajo el nombre benevolente de “moderación de contenido”. Tal censura es una labor interminable debido al juicio difuso y en desarrollo de lo que es “discurso de odio”.[5] No debe de extrañar entonces que Douglas se pregunte “cuándo descubrirá la gente que el discurso de odio llegó para quedarse (…)”.[6]

 

 

2. La “moderación de contenido” como revocación de la comunicación abierta

 

La definición legal de las plataformas digitales, que incluye a las redes sociales, consiste en que no son empresas de medios porque ellas no ofrecen contenidos, sino que estos son algo que aportan los usuarios mismos.[7] En un caso se trata de las empresas, instituciones o individuos que contratan el servicio de la WEB 2.0 que les permite “alojar” sus páginas. Las plataformas no son responsables por los contenidos de esas páginas y estas páginas están todas en la WEB 2.0 pero no están interconectadas sino todas aisladas en la red. En el caso de las plataformas de redes sociales también son los usuarios individuales, empresariales o institucionales, lo que aportan los contenidos y las empresas de redes sociales tampoco son responsables de los mismos, pero en las redes sociales los usuarios tienen una “cuenta” individual que tiene el mismo formato en cada red social quedando todos interconectados en la red social bajo ese mismo formato. Es claro que el “discurso de odio” en las redes no viene de las instituciones ni de las empresas, sino solo de los usuarios personales de las mismas y estos no tienen por qué autocontrolarse, en principio publicaban lo que querían … hasta que se presionó a las redes sociales para que ejercieran la “moderación de contenido”. Se trata de censura que opera en lugar de la editorialización tradicional de las empresas de medios de comunicación, la cuales quedan definidas como tales por decidir los contenidos que publican y, precisamente, esa decisión es la editorialización. Las empresas de medios no son, pues, “comunicación abierta”, no cualquiera es publicado y menos aun diciendo lo que quiera. Por eso, las redes sociales fueron consideradas como la apertura definitiva de la comunicación a todo ciudadano y, por ello, como la realización tecnológico-comunicativa de la libertad de expresión que está en el núcleo del concepto de democracia. Las actuales redes sociales con censura son la posibilidad revocada de la “comunicación abierta”.[8]

 

 

3. La pugnacidad como “indignación” e “ira”

 

Para abordar adecuadamente el problema del “discurso de odio” se necesita un análisis morfológico del medio que son las redes sociales. Ellas son un caso de la “forma” tecnológica eléctrica,[9] caracterizada por operar a “la velocidad instantánea de la electricidad”.[10] El telégrafo fue el primer medio con dicha forma y ya con él apareció la erupción de animosidad social, en tanto “efecto psíquico”[11] de los eventos comunicados en tiempo real. Marshall McLuhan señaló que la guerra de Crimea fue el primer caso en el que “[l]o eléctrico”,[12] precisamente materializado como telégrafo funcionando en tiempo real, generó el dúo mental de “compasión [y] furia”.[13] La “compasión” refiere a “los débiles y sufrientes”, las “víctimas” en la terminología actual, y la “furia” refiere a sus “victimarios”.[14] La “furia” resultante de la comunicación telegráfica de ciertos eventos fue la primera manifestación de animosidad social como “efecto” de la instantaneidad, en tanto característica formal – “forma” – de “lo eléctrico”.

 

 

4. La animosidad pugnaz: del telégrafo a las redes sociales

 

Después vinieron el radio, el teléfono y la televisión, “medios eléctricos”[15] que cuando transmitieron contenido “indignante” tuvieron el mismo efecto pugnaz que el telégrafo debido a la forma estructural tiempo real (instantaneidad). Sin embargo, todo lo predigital no era interactivo y había editorialización. En contraste, las redes sociales posibilitan a) interactividad en b) la comunicación abierta, en la cual es b.1) el usuario y b.2) cualquier usuario, el que provee el contenido que se hace público. Las redes operan en tiempo real, es decir, eléctricamente, a “la velocidad instantánea de la electricidad”, y dada conexión global, a nivel mundial, todo lo que aparezca como una “ofensa” contra ciertas “víctimas” de ciertos “victimarios” instantáneamente genera compasión e indignación o furia, las cuales son viralizadas inmediatamente por las redes sociales mismas. Con los medios eléctricos predigitales la indignación solo podía conducir a explosiones de ira offline. Con las redes sociales como medios electro digitales, la reacción psíquica tiene lugar online: sus usuarios canalizan su reacción inmediata de indignación o furia en las mismas redes sociales.[16]

 

 

5. El tiempo real y la emocionalidad irreflexiva

 

Cualquier evento “indignante” comunicado “eléctricamente”, tiempo real, ya sea predigital o digitalmente, es actual, es decir, afecta a quien se entera de él porque es coetáneo con quien se entera de él, y lo afecta inmediatamente, sin ninguna reflexión, provocando en él el dúo emocional de “compasión” con las “víctimas” e “indignación” o “ira contra los “victimarios”. Adicionalmente, la conexión electro digital mundial en las redes sociales expone a su usuario a una sobrecarga permanente de estímulos que fluyen en la pantalla de su dispositivo digital, la cual siempre está al alcance de su vista. La combinación de a) el tiempo real con b) el flujo incontenible de estímulos incidiendo una y otra vez en sus sentidos, reorganiza la mente[17] del usuario de las redes sociales, condicionándolo a una mera reacción que oscila entre la aprobación (likes) y la desaprobación (dislikes).[18] Por lo demás, en el flujo permanente de contenidos, aparecen eventos “indignantes” una y otra vez, convirtiendo la reacción emotiva dual de “compasión” y “furia” en un patrón mental (McLuhan) como disposición a la espera de un evento “disparador”.[19] El usuario es condicionado para la reacción de “ira” o “indignación” irreflexivas a los estímulos digitales; se trata de ira a la búsqueda de un destinatario, en otras palabras, de un condicionamiento mental para la pugnacidad. Es la creación de la subjetividad pugnaz.

 

 

6. De la igualdad democrática a la equidad antidemocrática

 

En la esfera de “lo político” definida como aquello que involucra a la polis, precisamente porque es “ofensivo”, “indignante”, disparador de “ira”,[20] el Occidente sufre una sacudida: el corrimiento de la idea democrática de la “igualdad” a la idea antidemocrática de la “equidad”.[21] La forma tecnológica previa a la “eléctrica” fue la “mecánica”,[22] caracterizada por un patrón mental orientado a “la homogeneidad, la continuidad, la repetitividad”, “la estandarización”[23] – como la forma de la producción en la línea de montaje –. Esa es la psique o mindset que corresponde a la democracia con sus individuos abstractos, en tanto ciudadanos homogéneos con iguales derechos ante la ley. Por el contrario, la “forma eléctrica” condiciona la mente para los “diverso”, “discontinuo”, “singular”.[24] El avance de la forma tecnológica eléctrica, desplazando a la “mecánica”, con el condicionamiento de “lo eléctrico” para la “compasión” con “los débiles y sufrientes”, las “víctimas”, ha tenido el efecto de que cualquier diferencia de unos individuos respecto de otros, la cual pueda ser vista como una desventaja[25] en su posición social, digamos el ser mujer, negro, LGBT, migrante, discapacitado, etc., coloca a esos diferentes en calidad de “víctimas” “oprimidas” por aquellos que no tienen esa desventaja, a saber, el hombre blanco heterosexual nativo, el “victimario”, “opresor” “desde su privilegio”.[26] De manera inevitable surgen los activistas de los grupos de “víctimas” llevando campañas permanentes en las redes sociales para despertar compasión por las “víctimas” e “indignación” que devenga en “ira” contra sus “victimarios”. La meta perseguida por los activistas no es la “igualdad” sino la “equidad”, lograda mediante el castigo a los “privilegiados” sujetándolos antidemocráticamente – es decir, desechando la regla de la igualdad de los ciudadanos frente a la ley – a alguna forma de a) “discriminación positiva” o a b) medidas “restitutivas” en favor de las “víctimas”, “compensatorias” por la “opresión” acumulada en la simple convivencia desventajosa con los “privilegiados”.[27]

 

 

7. La polarización política en Occidente: el asalto identitario a los conservadores

 

Así, el Occidente está inevitablemente polarizado entre a) la “derecha” o “conservadores”, es decir, los “privilegiados” por la múltiple ventaja de ser varones blancos heterosexuales nativos, y b) la “izquierda” o “progresistas”, los cuales son b.1) las “tribus” de las “minorías” “víctimas” de aquellos y b.2) sus “aliados”, hombres blancos nativos que sienten culpabilidad por ser “privilegiados” o buscan minimizar astutamente las consecuencias “equitativas” de su “privilegio”. La meta del ataque de los progresistas sobre los “privilegiados” (los conservadores) es la “equidad” “restitutiva”, no la “igualdad”, puesto que ya la mera idea de igualdad es una asalto a la diversidad, una diversidad que cada una de las “minorías” correspondientes reclama como su identidad inalienable y distintiva de la cual está “orgullosa”.[28] El núcleo de la polarización política radica hoy en día en el objetivo antidemocrático de castigar a losprivilegiadospara alcanzarequidadentre grupos esencialmente heterogéneos (“diversos”) utilizando como armas la compasión y la ira.[29] Todos los otros temas como el aborto, la ecología, la portación de armas, el matrimonio homosexual, la inmigración, etc., o bien son asimilados a la antidemocrática lucha punitiva por la “equidad” o bien son subordinados a ella, puesto que la meta antidemocrática de la “equidad” constituye un horizonte inalcanzable como marco para una pugnacidad permanente, omniabarcante e ineliminable.[30] La presente “partisanización radicalizada” es esencialmente un tribalismo radical, puesto que, como Fukuyama lo dijo ya en 2018, “el Partido Demócrata se está convirtiendo en el partido de las minorías”, lo que conlleva que los “problemas identitarios” hayan devenido el núcleo de la política norteamericana, y que la “diversidad” “tribal”, manifestada y potenciada por las redes sociales – “dándole voces poderosas a los débiles y sufrientes” (McLuhan) –, sea el campo de batalla en el cual los activistas de las “minorías” “ofendidas”, “oprimidas”, y sus aliados siempre convertirán la dupla de “compasión y furia” en arma contra los conservadores. Los republicanos y los demócratas están cada vez más lejos entre sí[31] porque el motor de la pugnacidad que los atrapa por igual, pero asimétricamente son los asuntos identitarios blandidos por las “tribus” de “víctimas” y sus aliados blancos en contra de los conservadores. La envoltura partidaria es una envoltura accesoria pero engañosa del carácter victimista de la polarización política norteamericana actual.[32]

 

 

8. El “discurso de odio” y la libertad de expresión

 

El horizonte de pugnacidad inagotable es posibilitado por la combinación de a) las diferencias inherentes a una población heterogénea física, social y psicológicamente,[33] diferencias que necesariamente conllevan ventajas y desventajas de algún tipo, b) la compasión y la ira b.1) generados por los medios electro digitales, es decir, por las redes sociales, y b.2) canalizados online gracias a la interacción en esas mismas redes, las cuales c) posibilitan la comunicación abierta en la medida en que cualquiera pueda participar en ellas sin censura.[34] En tales condiciones la psique “eléctrica” dominante socialmente, es decir, el dúo de “compasión y furia”, automáticamente coloca al blanco heterosexual nativo como el “privilegiado” y por lo mismo “opresor” y “victimario”, por tanto, como el objeto de la ira simplemente porque su esencia identitaria misma estaría definida por ventajas de las que otros carecen. El ser automáticamente el objeto de la ira de los “progresistas”, es decir, de las “minorías identitarias” y sus “aliados” hombres blancos heterosexuales nativos, genera ira defensiva de los “conservadores”, igualmente hombres blancos heterosexuales nativos.[35] Ambos grupos permanecen en la pugnacidad canalizada en las redes sociales como “discurso de odio”, el cual no es discursivo – es decir, lógico, argumentativo –, sino un conglomerado indefinidamente ramificado de expresiones emotivas y agresivas inundando las redes sociales y que constituye el problema[36] de la comunicación occidental abierta en las redes sociales, ya que tal “discurso de odio” materializa la pugnacidad que en el Occidente erosiona el orden social. Así, en a) una sociedad democrática con libertad de expresión, b) con heterogeneidades sociales que aparecen como ventajas y desventajas de grupos sociales definidos identitariamente por ellas, y c) con redes sociales en tanto forma de comunicación abierta,[37] en una sociedad así, es imposible eliminar el “discurso de odio”, ni mediante “alfabetización digital” ni utilizando la censura pura y simple que las plataformas de redes alineadas con los “progresistas” aplican hoy en día sistemáticamente contra la libertad de expresión.[38] La libertad de expresión (promovida desde hace ya años por los conservadores,[39] y la censura (buscada afanosamente por los progresistas)[40] son ya ellas mismas una faceta crucial de la polarización política en Occidente.[41]

 

 

 

 

9. El medio y su contenido. “The medium is the message”

 

La lucha contra el “discursos de odio” ha devenido un intento de cesura sistemática contra las ideas conservadoras, incluso si estas no son formuladas de una manera pugnaz.[42] Pero aun si la censura fuera dirigida contra ambos por igual, los “conservadores” y los “progresistas”,[43] de todos modos sería una obsesión con el contenido del medio particular que son las redes sociales, denotando la idea inocente ya mencionada arriba de que hay un “uso correcto” de las mismas. Lo cierto es que la determinación técnica de las redes sociales, es decir, a) el tiempo real y b) su apertura a usuarios heterogéneos, según la hoy en día tan preciada “diversidad” – la cual conlleva que necesariamente unos tienen ventajas y desventajas respecto de otros –, lleva inevitablemente a la psique o mente pugnaz expresada como “discurso de odio”, ya que nunca faltarán los activistas que promuevan las e-campañas contra los “privilegiados” y provoquen la reacción defensiva de estos. En la esfera “pública” o “política”, aquella de lo “indignante”, la a) comunicación abierta, b) en tiempo real necesariamente genera oleadas de reacción irreflexiva que deviene en un temple emotivo pugnaz. The medium is the message, es decir, el medio es lo que cuenta (McLuhan). Las redes sociales mismas condicionan el patrón mental pugnaz que inevitablemente genera “discurso de odio”.[44]

 

 

10. La fricción como cambio morfológico o estructural de las redes sociales

 

Puesto que the medium is the message (el medio es lo que cuenta), eliminar la pugnacidad como mindset del usuario de las redes en la dimensión de “lo público” requiere de la reestructuración del medio mismo, dándole una nueva “arquitectura”,[45] una que inhiba el tiempo real, reestructuración que técnicamente es llamada “fricción” porque desacelera la publicación de contenidos. La fricción es un cambio tecnológico del medio y no tiene absolutamente nada que ver con su contenido, por ello es neutral respecto de toda orientación política de los contenidos, a diferencia de la censura sesgada en favor del progresismo de las plataformas actuales – salvo X –. La fricción es solamente un cambio morfológico, estructural, de las redes sociales. Al desacelerar la publicación de contenido, la fricción favorece a) la reflexión al b) reducir la emotividad del usuario, ambas cosas con independencia total de lo que el usuario quiera publicar.

 

 

11. Una IA que no cesura si no detecta la pugnacidad como tal

 

La IA que se usa actualmente para la “moderación de contenido” en las redes sociales se enfoca en el contenido de los mensajes textuales. Utiliza diccionarios siempre crecientes de expresiones “ofensivas” para diseñar algoritmos que reconocen tales expresiones y bloquea directamente su publicación, por lo que es censura pura que es más presentable bajo el nombre bondadoso de “moderación de contenido”. Por el contrario, nosotros proponemos desarrollar una IA entrenada sobre la base de una colección limitada de expresiones emotivas, agresivas, ofensivas, independientemente de lo que digan – por ejemplo, que sean dirigidas contra negros o contra blancos, hombres o mujeres, mujeres o transexuales, etc. –. Esta IA a) detectaría el tráfico generado por tales contenidos, el cual contiene expresiones emotivas y ofensivas adicionales. Es un hecho comprobado que tales contenidos son “contagiosos”,[46] generando numerosas interacciones (tráfico) favorables y contrarias, por ello el tráfico generado por un contenido es un posible indicador de “odio”. Por supuesto, hay contenidos que generan mucho tráfico sin ser “discurso de odio”, como una catástrofe natural o un asunto de la vida de personalidades, pero tales casos no generan un tráfico dual de aprobación y desaprobación intensamente emotivas. Basándose en casos reales de “contenido de odio”, que, precisamente, hay que dejar que ocurran, no bloquearlos mediante ninguna censura, la IA b) aprendería los patrones, la forma de la agresividad misma, con completa independencia de las opiniones que son su contenido. Una cosa es el contenido semántico y otra la forma semántica,[47] el qué de lo expresado y el cómo de la expresión. La agresividad es una y la misma forma (en muchas conformaciones) de una infinidad de contenidos. El análisis morfológico de la pugnacidad verbal sería insensible al contenido semántico, en particular a toda opinión. La concentración en la forma (pugnaz en este caso) de la expresión (“discurso”) equivale a la insensibilidad a su contenido (el que sea).

 

 

12. La IA que introduce fricción y la “comunicación lenta”

 

Una IA entrenada para detectar la pugnacidad en tanto tal podría definir una escala de pugnacidad en el “discurso de odio” y con base en dicha escala podría introducir fricción que de conformidad con ello afectara al usuario pugnaz – nótese en particular que un uso temperado, sobrio de las redes sociales es algo ajeno a los activistas identitarios de cualquier signo –. Dicha IA no censuraría, no impediría la publicación de lo que cada usuario quisiera publicar, pero una vez publicado la IA procedería a alertar de la aplicación de fricción: a) en caso de que la siguiente publicación de dicho usuario también fuera pugnaz tardaría algún tiempo en aparecer, ya no se publicaría inmediatamente, sino en, digamos, 4, 8, 12 horas, según el grado de pugnacidad de la misma; b) la IA advertiría al usuario que la publicación ya hecha podría ser vista por todo el mundo (en la red del caso) pero se limitaría el grado de la interacción con ella, por ejemplo, según su pugnacidad podría ser compartida solo 50, 30, 10 veces, y cada una de estas solamente 5 veces, y estás últimas ya no podrían ser compartidas en lo absoluto. En total se tendría solamente tres etapas de interacción, cada una limitada, con lo que se eliminaría por completo la viralización del contenido pugnaz, aunque todo el mundo lo podría ver, no se impediría a nadie que lo viera, por lo que no habría censura en lo absoluto, así fuera el contenido más vitriólico o detestable o provocador posible. Como parte de la fricción, el mensaje pugnaz original solo podría recibir un número limitado de aprobaciones (likes) o desaprobaciones (dislikes), con lo que se acabaría el tan criticado “premio” de popularidad al usuario consistente en la aprobación o rechazo constatables cuantitativamente de su mensaje pugnaz o provocador. También se podría imponer que las acciones de compartir o la de aprobar o desaprobar estuvieran sujetas a que tales acciones fueran acompañadas de comentarios más o menos largos, por ejemplo, quien quisiera aprobar o compartir un contenido pugnaz tendría que acompañar la acción de un comentario en por lo menos 50 o 70 palabras. Con eso se eliminaría tales acciones como reacciones inmediatas en tiempo real y los que las ejecutaran tendrían que tomarse tiempo para pensar (reflexión) sus comentarios. Así pues, hay muchas maneras de limitar la interacción con un contenido pugnaz sin limitar ni en lo más mínimo la visibilidad de este, es decir, sin censurarlo en absoluto. Puesto que en tales casos la IA explicaría al usuario que la razón de la fricción limitante de la interacción con su publicación no es lo que dice, sino como lo dice, la manera de decirlo, el usuario sería orillado gradualmente a adoptar una actitud mesurada que lo llevaría a un comportamiento reflexivo, el cual redundaría en a) publicaciones emocionalmente neutrales, carentes de agresividad y, entonces, b) discursivas, es decir, argumentativas. La esfera “pública” – la de lo conflictivo, lo indignante – de las redes sociales devendría una de debate reflexivo y tolerante, dejando de ser una esfera de activismo emotivo y agresivo. La reflexión requiere tiempo para publicar y es el correlato mental de la “comunicación lenta”.

 

 

13. La “comunicación lenta”, la polarización política y la libertad de expresión

 

El patrón de comportamiento impuesto por la “comunicación lenta”[48] gracias a la fricción que rompe la forma eléctrica “tiempo real”, sería de contención y argumentación reflexiva. Esto eliminaría la psique pugnaz, incluso si a) la comunicación en las redes sociales permaneciera a.1) completamente abierta para todos y a.2) totalmente libre de censura y b) la sociedad permaneciera heterogénea, “diversa” – gente con ventajas y desventajas y las “identidades” correspondientes –. Todo el mundo podría decir lo que quisiera sobre cualquier tema, pero de una manera mesurada, discursiva. En vez de la polarización política se tendría una cultura de la argumentación y el debate democráticos, liberales, serios, tolerantes y mesurados, con lo que se podría asegurar el orden social en el Occidente juntamente con la libertad de expresión y la democracia liberal misma – que supone la discusión capaz de llevar al acuerdo que es imposible en la sociedad del “discurso de odio” inevitable a partir de la “política de la identidad”[49] –. Obviamente, al reducir el tráfico pugnaz en las redes sociales, la fricción va directamente en contra del modelo de negocios de las plataformas de redes sociales, el cual favorece la viralización, el tráfico intenso, sin embargo, en el Occidente, como lo formula Polgar, “(…) el futuro de las redes sociales depende de la fricción”.[50] El orden social liberal, nada menos y nada más que la democracia liberal occidental, depende de la tecnología de la fricción y la consiguiente comunicación lenta en las redes sociales. Es la forma eléctrica del tiempo real posibilitando la comunicación instantánea, lo que permite la pugnacidad identitaria en las redes sociales; el remedio reside en la liaison[51] de las redes sociales con la IA.[52] Por supuesto, al eliminar la censura, la aplicación de la fricción como solución tecnológica democrática al problema del “discurso de odio” afecta directamente los intereses del “progresismo” que vive de convertir en arma la compasión y la ira. Al llevar a la ecuanimidad de la tolerancia democrática, la fricción privaría a los “progresistas” de su principal arma política, por eso hay que esperar su oposición radical a nuestra propuesta … y sin embargo, la estabilidad política de Occidente, la supervivencia de la democracia liberal, depende de ella porque la fricción es la manera de que se tenga redes sociales abiertas eliminando el “discurso de odio” – de cualquier tendencia – gracias a la eliminación de la psique pugnaz resultante de la conversión del mindset “compasión e ira” en arma política.

 

 

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  14. Caspian Kang, Jay, “What Elon Musk doesn’t know about free speech”, en The New Yorker, https://www.newyorker.com/news/our-columnists/what-elon-musk-doesnt-know-about-free-speech, 06.12.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
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  16. Dwoskin, Elizabeth; Tiku, Nitasha & Timberg, Craig, “Facebook to start policing anti-Black hate speech more aggressively than anti-White comments, documents show”, en The Whashington Post: Democracy Dies in Darkness, https://www.washingtonpost.com/technology/2020/12/03/facebook-hate-speech/, 03.12.2020. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  17. Dwoskin, Elizabeth; Tiku, Nitasha & Timberg, Craig, “Facebook’s race-blind practices around hate speech came at the expense of Black users, new documents show”, en The Whashington Post: Democracy Dies in Darkness, https://www.washingtonpost.com/technology/2021/11/21/facebook-algorithm-biased-race/, 21.11.2021. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  18. Duckworth, Sylvia, “Wheel-of-Power-Privilege”, en Sdpride.org, https://sdpride.org/wp-content/uploads/2022/11/Wheel-of-Power-Privilege-Sylvia-Duckworth.pdf, 11.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  19. “Equity vs. Equality: What’s the difference?”, en Milken Institute School of Public Health, https://onlinepublichealth.gwu.edu/resources/equity-vs-equality/, 05.11.2020. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  20. “El modelo comunitarista”, en University of Barcelona, http://www.ub.edu/ciudadania/hipertexto/teorias/introduccion/12.htm. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  21. Fukuyama, Francis, “Against Identity Politics. The New Tribalism and the Crisis of Democracy”, en Foreing Affairs, https://www.foreignaffairs.com/articles/americas/2018-08-14/against-identity-politics-tribalism-francis-fukuyama, 14.08.2018. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  22. Gershberg, Zac & Illing, Sean, The Paradox of Democracy: Free Speech, Open Media and Perilous Persuasion (2022), London: University of Chicago Press.
  23. Goodman, Micah & Haidt, Jonathan, “Sources Presents: Can Faith and Ethics Heal our Fractured, Technology-Soaked Society?”, en Shalom Hartman Institute, https://www.hartman.org.il/can-faith-and-ethics-heal-our-fractured-society/, 02.06.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  24. Haidt, Jonathan & Rose-Stockwell, Tobias, “The Dark Psychology of Social Networks”, en The Atlantic, https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2019/12/social-media-democracy/600763/, 12.2019. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  25. Haidt, Jonathan, “Why the past 10 years of American life have been uniquely stupid”, The Atlantic, https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2022/05/social-media-democracy-trust-babel/629369/, 11.04.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  26. Kenton, Luke, “‘Sounds just like Karl Marx’: Kamala is blasted for peddling ‘communist propaganda’ after tweeting video preaching importance of ‘equity over equality’”, en DailyMail, https://www.dailymail.co.uk/news/article-8906505/Kamala-Harris-accused-peddling-communist-propaganda-tweeting-video-equality.html, 02.11.2020. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  27. Lukianoff, Greg & Haidt, Jonathan, The Coddling of the American Mind: How Good Intentions and Bad Ideas Are Setting Up a Generation for Failure (2018), London: Penguin Books.
  28. Madrigal, Alexis C., “What Facebook did to American Democracy”, en The Atlantic, https://www.theatlantic.com/technology/archive/2017/10/what-facebook-did/542502/, 12.10.2017. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  29. McIntyre, Lee, “Twitter and the fight over free speech”, en DeseretNews, https://www.deseret.com/2022/12/20/23509557/twitter-elon-musk-free-speech, 20.09.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  30. McLuhan, Marshall, Understanding Media. The Extensions of Man (1964), Cambridge: The MIT Press, 1994.
  31. Milmo, Dan, “Anti-hate speech group accuses Elon Musk’s X Corp of intimidation over legal threat”, en The Guardian, https://www.theguardian.com/technology/2023/jul/31/anti-hate-speech-group-accuses-elon-musk-x-corp-intimidation, 31.07.2023. (Consultado el 28 de diciembre 2023
  32. Murray, Douglas, “When will people learn that hate speech is here to stay”, en UnHerd, https://unherd.com/2018/04/will-people-learn-hate-speech-stay/, 14.04.2018. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  33. Nelson, Joshua Q., “Wisconsin university sued for allagedly demoting staff member from diversity position for being ‘White’”, en Fox News, https://www.foxnews.com/media/wisconsin-university-sued-allegedly-demoting-staff-member-diversity-position-being-white, 21.12.2023. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  34. Polgar, David R., “Friction Tech Must Play a Bigger Role for Social Media to Get Better”, en builtin.com, https://builtin.com/software-engineering-perspectives/key-better-social-media-ecosystem-friction, 25.05.2021. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  35. Postman, Neil, Amusing Ourselves to to Death: Public Discourse in the Age of Show Business. London: Penguin Books, 2006.
  36. Report, “As a Partisan Hostility Grows, Signs of Frustration With the Two-Party System”, en Pew Research Center, https://www.pewresearch.org/politics/2022/08/09/as-partisan-hostility-grows-signs-of-frustration-with-the-two-party-system/, 09.08.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  37. Robb, John, “McLuhan on War”, en Global Gerrilla Report, Patreon blog, https://www.patreon.com/posts/july-gg-report-20442728, 31.07.2018. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  38. Robb, John, “Triggers, Patterns, Tribes”, en Global Guerrilla Report, Patreon Blog, https://www.patreon.com/posts/38805502, 30.06.2020. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  39. Robb, John, “Gleichschaltung”, en Global Guerrilla Report, Patreon blog, https://johnrobb.substack.com/p/gleichschaltung, 22.10.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  40. Robertson, Derek, “Elon Musk Has Become the Villian Liberals Always Imagined Him to Be”, en POLITICO, https://www.politico.com/news/magazine/2022/06/10/elon-musk-twitter-republican-00038671, 06.10.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  41. Saad, Gad, “I Am a Gay Man and I’m Proud of It (THE SAAD TRUTH_1506)”, en Gad Saad, YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=1Me_Ijf90OY, 25.01.2023. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  42. Serwer, Adam, “Why Conservatives Invented a ‘Right to Post’”, en The Atlantic, https://www.theatlantic.com/ideas/archive/2022/12/legal-right-to-post-free-speech-social-media/672406/, 09.12.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)
  43. Vanderwoerd, James R., “Wheel of Privilege and Power”, en Center for Teaching, Learning & Mentoring (CTLM) kb.wisc.edu, https://kb.wisc.edu/instructional-resources/page.php?id=119380, 29.06.2022. (Consultado el 28 de diciembre 2023)

 

 

Notas

 

  1. Véase Gershberg, Zac & Illing, Sean, (2022) The Paradox of Democracy: Free Speech, Open Media and Perilous Persuasion.
  2. Véase Ídem. Debe notarse que la definición usual de la democracia no hace referencia alguna a ningún aspecto tecnológico, pero Gershberg e Illing proponen “pensar la democracia menos como un tipo de gobierno y más como una cultura comunicativa abierta (…)” (Ibídem, p. 1.), la cual “(…) depende ampliamente de las herramientas comunicativas (…)” (Ídem). La democracia sería un “entorno comunicativo libre y abierto” (Ídem) y la “libertad democrática esencial” sería la “libertad de expresión” (Ídem) y tal entorno en la actualidad remite a los “[n]uevos medios” (Ibídem, p. 2.) en particular “el internet y las redes sociales” (Ibídem, p. 16.) o es directamente “el entorno digital de las redes sociales” (Ibídem, p. 18.). En general estos autores le dan un peso central a la tecnología respecto de la política: “Nuestra ideología es nuestra tecnología; nuestra tecnología es nuestra cultura; y la cultura siempre precede a la política” (Ibídem, p. 11.). Por supuesto, las redes sociales son en principio la realización tecnológica radical de la isegoría ateniense en tanto “libertad e igualdad de expresión” (Ibídem, p. 30.) y siguen a Heródoto en igualar “democracia e isegoría” (Ibídem, p. 30.). Digamos que está versión de la democracia es distinta de la de democracia liberal o representativa, cosas que dichos autores tienen perfectamente clara: en su redefinición tecnológico comunicativa de la democracia la democracia representación es irrelevante. Para la lista bibliográfica y las abreviaturas ver la lista al final de este trabajo.
  3. Para la ubicación filosófica precisa de nuestro trabajo remitimos a nuestro libro MS = Carrillo Canán, Alberto J. L., (2020) McLuhan y la subjetividad mediática trascendental. Las redes sociales y la decadencia de Occidente.
  4. Para la crítica de esta posición véase en McLuhan, M., (1964) Understanding Media. The Extensions of Man la discusión sobre el “idiota tecnológico”: “Nuestra respuesta convencional a todos los medios, a saber, que lo que cuenta es como se les usa, es la posición adormecida del idiota tecnológico” (p. 18. y p. 11.).
  5. Véase: “Actualmente Facebook, Twitter y otros gigantes tecnológicos están todos en una misión especial para detener el ‘discurso de odio’. El hecho de que él mismo es algo que no puede ser arrinconado, de que siempre será algo en el ojo del observador (…) no parece preocuparles demasiado”, Véase Murray, Douglas, (14.04.2018) “When will people learn that hate speech is here to stay”. Por su parte, Fukuyama refiere a que “(…) la base cambiante del discurso aceptable es difícil de seguir (…)”, véase Fukuyama, Francis, (14.08.2018) “Against Identity Politics. The New Tribalism and the Crisis of Democracy”.
  6. Véase Murray, Douglas, (14.04.2018) “When will people learn that hate speech is here to stay”.
  7. Véase “Communications Decency Act”, de 1996, sección 230, ahí se establece que “(…) ningún proveedor o usuario de un servicio computacional interactivo será tratado como publicista o locutor de cualquier información provista por otro proveedor de contenido informativo”.
  8. Como se verá abajo, la libertad de expresión y la censura son ya parte central de la polarización política. El hecho es que la propia apertura de la comunicación, al generar “discurso de odio”, lleva al interés por la censura. Se tiene la paradoja de que la libertad de expresión lleva al deseo de sofocarla.
  9. Véase McLuhan, Marshall, Understanding Media, ed. cit., p. 251.
  10. Ibídem, p. 25.
  11. Ibídem, p. 4 y 11.
  12. Ibídem, p. 253.
  13. Ibídem, p. 254. Véase: “Lo eléctrico da voces poderosas a los débiles y sufrientes (…). También a gente deviene instantánea en su respuesta de compasión o furia (…)”, Ibídem, p. 253-4.
  14. McLuhan se refiere al caso de la muerte por hambre y frío de los jinetes de la famosa brigada de caballería ligera en la carga de Balaclava debido a la negligencia y el burocratismo de sus oficiales, asunto que fue reportado telegráficamente desatando una oleada, justamente, de compasión con los jinetes y sus caballos y furia contra los oficiales responsables, llevando a airadas protestas en Londres.
  15. Ibídem, p. 5.
  16. Según vimos McLuhan dice “instantánea”: “También la gente deviene instantánea en su respuesta de compasión o furia (…)”.
  17. Véase Robb, John, (31.07.2018) “McLuhan on War” y Robb, John, (30.06.2020) “Triggers, Patterns, Tribes”.
  18. Robb muestra que el usuario de las redes sociales se relaciona con los contenidos de las mismas con una forma fija caracterizada por su estrechez, la rapidez, la superficialidad y la inflexibilidad. Es una mente que funciona emparejando patrones aprendidos con los contenidos que los estimulan. La forma mental, efecto (McLuhan) de las redes sociales es, pues, el “emparejamiento de patrones” con ciertos estímulos.
  19. Robb dice que el “mundo online”, las redes sociales, son un “(…) nuevo entorno al cual nos hemos adaptado mediante el recableado de nuestro cerebro para emparejar patrones (…)”, se trata de un “emparejado de patrones instintivo” (automático) en que nos relacionamos con “un evento disparador emparejándolo con un patrón”, Ídem. Para una discusión detallada de cómo el modelo mcluhaniano del dúo “compasión e ira” “instantáneas” es totalmente conforme con el modelo de Robb sobre el “emparejamiento de patrones”, véase Carrillo Canán, Alberto J. L., (27.03.2022) “Atrapados entre la emotividad y el razonamiento estratégico. La virtuosidad digital y el vaciamiento de la democracia”.
  20. Para la discusión detenida de esta concepción de “lo político” véase la sección La forma comunicativa y la transformación de lo público, en Carrillo Canán, Alberto J. L., (26.05.2021) “Los chalecos amarillos, Trump y la antipolítica. Segunda parte”. También el parágrafo 4, Lo político como lo escandaloso, perturbador, indignante y por ello actual, en Carrillo Canán, Alberto J. L., (29.05.2023) “Los medios electro digitales, la indignación y la polarización política en Occidente”.
  21. En los EE. UU. este corrimiento, especialmente claro en la esfera educativa bajo los títulos de “justicia social” y “diversidad, equidad e inclusión” y en una parte considerable de la gran empresa, ha sido adoptado expresa y ampliamente por el gobierno demócrata de Biden desde dos días antes de la pasada campaña presidencial: “La próxima administración demócrata estaba preparada para adoptar la nueva jerga y las metas substantivas de la industria de la diversidad, la equidad y la inclusión [DEI]. Justamente hace unas pocas décadas después de que una masa crítica de norteamericanos aceptó los argumentos del movimiento por los derechos civiles en favor de la igualdad – basados en un tratamiento igual más que en resultados iguales [equidad], se les dijo que sus esfuerzos fueron inútiles. En el mejor de los casos la igualdad de oportunidades ahora es considerada insuficiente, en el peor, una manera malvada de mantener las desigualdades existentes. La equidad (…) admite que los progresistas quieren lo que mucho tiempo se les dijo a los conservadores que no: la igualdad radical de resultados, como la definen los progresistas, por supuesto. Y la campaña de Biden-Harris consideró la idea lo suficientemente popular como para lanzar un video apoyándola 48 horas antes de que los norteamericanos fueran a votar” véase (05.11.2020) “Equity vs. Equality: What’s the difference?”. Aquí el video: Kenton, Luke, (02.11.2020) “‘Sounds just like Karl Marx’: Kamala is blasted for peddling ‘communist propaganda’ after tweeting video preaching importance of ‘equity over equality’”.
  22. Véase McLuhan, Marshall, Understanding Media, ed. cit. Para una discusión detallada de esto véase Carrillo Canán, Alberto J. L., (25.05.2022) “McLuhan, Hegel, el automóvil y la identidad ¿Por qué la democracia está condenada?”.
  23. Véase McLuhan, Marshall, Understanding Media, ed. cit.
  24. McLuhan insiste en que “lo eléctrico” orienta la psique hacia “lo singular y lo diverso”: “La aproximación a esos estos problemas [raza, sexo, etc.] en términos de uniformidad y homogeneización social es una presión final de la tecnología mecánica e industrial. Sin moralizar puede decirse que la época eléctrica (…) llegará a rechazar tales soluciones mecánicas. Es más difícil proveer singularidad y diversidad que imponer patrones uniformes (…), pero es tal singularidad y diversidad lo que puede ser impulsado bajo condiciones eléctricas como nunca antes” (Ibídem, p. 316.). El “antes” al que ser refiere McLuhan corresponde a la mentalidad premecánica en su conjunto. Véase Ibídem, p. 19, 87, 162 y 348.
  25. Véase: “La equidad (…) conlleva redistribución (…). La equidad empieza con el supuesto de que hay gente con fortalezas y debilidades naturales diferentes y sugiere que más que tratar a toda la gente igualmente – es decir, neutralmente [la situación democrática de igualdad ante la ley], es mejor tratar de considerar qué ventajas y desventajas confronta un individuo respecto de cómo decidimos distribuir los recursos”, en “Equity vs. Equality: What’s the difference?”. Se trata de compensar las desventajas de alguna manera, como se muestra en el video de campaña que lanzaron Biden y Kamala, Kenton, Luke, “‘Sounds just like Karl Marx’: Kamala is blasted for peddling ‘communist propaganda’ after tweeting video preaching importance of ‘equity over equality’”.
  26. La situación de “víctimas” de los “diversos” la vio ya McLuhan en UM (1964). Son la uniformidad y repetitividad, la homogeneidad como principios “mecánicos” determinando la vida social en su conjunto desde el trazado urbano, la organización productiva y mercantil y en especial en la forma legal de la democracia con sus ciudadanos iguales ante la ley, los que llevan a que “especialmente el niño, el lisiado, las mujer, la persona de color” y, claro, también los miembros de las minorías lingüísticas y religiosas, “aparezcan como víctimas de la injusticia”, véase McLuhan, Marshall, Understanding Media, ed. cit., p. 17., y por ello “como dignos de lástima cierto modo [somewhat pathetic]” (Ídem).
  27. Véase la discusión en “Equity vs. Equality: What’s the difference?”, en la cual se deja de lado cosas básicas. La primera es que darle recursos o posibilidades iniciales más grandes a los “oprimidos” significa extraer los recursos de los “privilegiados” o quitarles posibilidades a estos. Visto en términos de recursos eso es “restitución” o “compensación”, visto en términos de posibilidades eso es “discriminación positiva”. En cualquier caso, se perjudica consciente y sistemáticamente a la gente que tiene alguna ventaja para favorecer a los que tienen una desventaja – la justificación es la suposición adicional de que “el sistema” fue construido así conscientemente. En cualquier caso, la “equidad” es una especie rara de comunismo mucho más insidiosa que el original, y que otra cosa que se deja de lado es que entre las diferencias que son ventajas o desventajas están las capacidades individuales y de grupo, incluidas las de carácter o las de fortuna. Sí se ha dicho que en la URSS la gente no era productiva porque no le dejaba nada serlo, pues acá se repite esa situación. ¿Qué caso tiene aprovechar las ventajas que alguien tiene si de todos modos lo van a perjudicar haciendo nugatorios o impidiendo los frutos de tales ventajas? Todo lo anterior sin mencionar que el objetivo de lograr equidad permite que la gente en desventaja simplemente se refugie en la indolencia mientras exige compensaciones y posibilidades inmerecidas. Abajo volveremos brevemente sobre el asunto.
  28. Particularmente notorios son el “orgullo” LGBT y el del identitarismo negro. En general el comunitarismo se distingue por una exaltación de la identidad grupal, colectiva. Ver “El modelo comunitarista”.
  29. Usando una famosa metáfora de la literatura DEI sobre la equidad, en “Equity vs. Equality: What’s the difference?” se plantea un problema central: ¿por qué quienes tienen ventajas habrían de estar de acuerdo con ceder los frutos de las mismas? “La distinción entre igualdad y equidad es un recurso de la educación sobre justicia social, ubicua por igual en las preescolares y en las escuelas de graduados. Una gráfica bien conocida (promovida por instituciones que van desde la Universidad Americana hasta Paper Pinecone, un directorio de preescolares) ha sido particularmente influyente. Presenta a tres individuos de diversas estaturas en un juego de béisbol, tratando de ver desde el otro lado de la cerca. Al principio, cada uno de los tres está parado sobre una caja del mismo tamaño, por lo que el más alto puede ver el juego fácilmente, el mediano apenas puede verlo y el más pequeño no puede ver nada. Esto, se nos dice, es ‘igualdad’. Cada uno está al nivel del campo de juego, lo que privilegia desproporcionadamente al que ya tiene ventaja y falla en ayudar al que tiene la desventaja”. Tal es una de las famosas ilustraciones de la diferencia entre “equidad” e “igualdad”. Se supone que se tiene que hacer equitativa la situación a costa del aventajado por su altura natural, quitándole la caja y dándosela al pequeño, pero poco más adelante el artículo platea varias preguntas de la cual la última es central: “(…) el diablo está en el detalle. ¿Quién decide quitar la caja a la persona alta en el juego de béisbol? ¿Quién decide cuál de las personas pequeñas la recibe? ¿Qué pasa si la persona alta no quiere cooperar?” Esta ilustración hace claro el carácter punitivo de la meta de la equidad: hay que “compensar” al pequeño castigando al alto, lo cual supone una redistribución permanente de recursos que tienen que existir, lo que implica que al final todo tendría que estar nivelado, justamente la “igualdad de resultados”, “todos en el mismo nivel”, como quiere el duo Biden-Kamala en su video: nadie tiene derecho a disfrutar de ninguna de sus ventajas, del tipo que sean. ¿Por qué entonces tratarían de ser productivos los aventajados?, con lo que se llega a una situación de improductividad tipo URSS. Pero la cuestión que está en el núcleo de la polarización en ese ataque punitivo a los aventajados es la de por qué tendrían estos que cooperar pasivamente y someterse al castigo de sus recursos o posibilidades, ¿qué pasa si no lo hacen? Bueno, justamente el asalto “progresista” a los “conservadores” es el motor de la polarización política actual. Simplemente los conservadores no están de acuerdo en ser castigados por sus ventajas y el intento por imponer la “equidad” no solo es el abandono de la igualdad democrática ante la ley, sino que su continuación solo puede tener por resultado la secesión de los EE. UU. o la guerra civil. Para evitar malentendidos diremos que en todo este texto solamente estamos describiendo, no tomando partido. Nos limitamos a describir la dinámica y el núcleo de la polarización política actual impulsada por el ideario DEI (woke) utilizando el arma de la compasión y la ira con base en la resonancia que las redes sociales le dan dicho dúo manejado por las “víctimas” y sus activistas.
  30. El hecho es que las desventajas que alguien puede tener respecto de otras personas son variadísimas, incluso difícilmente definibles. Justamente eso lleva a que Fukuyama señale “el descubrimiento constante de nuevas identidades”, en Fukuyama, Francis, “Against Identity Politics. The New Tribalism and the Crisis of Democracy”, donde cuentan cosas en principio sorprendentes como el que alguien sea infértil y otros no o bien que alguien sea carismático o bien parecido y otros no. Piénsese simplemente que en la categoría de los discapacitados hay grados y diferencias de discapacidad, lo que lógicamente debe llevar a pensar que ciertos discapacitados tienen ventajas sobre otros con lo que estos serían “oprimidos” por el “privilegio” de aquellos.
  31. Véase Report, (09.08.2022) “As a Partisan Hostility Grows, Signs of Frustration With the Two-Party System”.
  32. Recordar el señalamiento de Fukuyama mencionado arriba de que el Partido Demócrata ya en 2018 se convertía en el partido de las “minorías”, es decir, de las tribus identitarias “oprimidas” y sus aliados “blancos progresistas” en lucha sin cuartel contra el Partido Republicano como partido de los conservadores.
  33. Para la discusión del problema de las heterogeneidades poblacionales véase las secciones La democracia, la heterogeneidad y la indignación permanente, en Carrillo Canán, Alberto J. L., “Los medios electro digitales, la indignación y la polarización política en Occidente”, los parágrafos del 2 al 5 de Carrillo Canán, Alberto J. L., (27.07.2023) “Schmitt, McLuhan y el fracaso electro digital de la democracia liberal. De la heterogeneidad a la polarización como heterogeneidad política” y las tres partes del parágrafo 6 de Carrillo Canán, Alberto J. L., (29.09.2023) “McLuhan, la democracia y el entorno electrodigital. ¿De la decadencia a la debacle de Occidente?”.
  34. Para la discusión detallada de esta verdadera triada de la inestabilidad política véase Carrillo Canán, Alberto J. L., “Los medios electro digitales, la indignación y la polarización política en Occidente”.
  35. Debe ser claro que según la lógica del “privilegio” y de la “opresión” concomitante con él las mujeres blancas están en la categoría de oprimidas por los hombres en general, blancos o no, pero según la misma lógica, las mujeres blancas si bien están en la categoría de “oprimidas” por los hombres negros, a su vez en tanto blancas están en la categoría de “opresoras” de los negros, ya sean hombres o mujeres, Nelson, Joshua Q., (21.12.2023) “Wisconsin university sued for allagedly demoting staff member from diversity position for being ‘White’”, mientras que las mujeres negras están, siempre de acuerdo con la misma lógica, en la categoría de doblemente oprimidas por los blancos en tanto mujeres y además en tanto negras, mientras que por los negros solamente están “oprimidas” en tanto mujeres por el “privilegio” masculino de los negros, que es solo uno, mientras que los blancos tendrían respecto de ellas el doble “privilegio” de ser hombres y blancos. El esquema de los “privilegios” y las “opresiones” o “exclusiones” se complica indefinidamente según se va distinguiendo nuevas “diversidades” identitarias, como ser homosexual, lesbiana, inmigrante, discapacitado, anciano, etc. (Recordar el señalamiento de Fukuyama en 2018 de que siempre se “descubre” nuevas identidades). La lógica de la identidad y la transeccionalidad (identidades cruzadas como en las intersecciones de los diagramas conjuntistas de Venn) supone “privilegios” y “opresiones” cruzadas y acumulativas, así la negra lesbiana migrante discapacitada y anciana acumula por su pura “identidad transeccional” – pertenece a todas esas “tribus” – una gran cantidad de “opresiones” que la ponen en la cúspide de una “pirámide de la victimología”, como las llama Saad, Gad, (25.01.2023) “I Am a Gay Man and I’m Proud of It (THE SAAD TRUTH_1506)”. Por supuesto, la “equidad” para una persona tal supone una acumulación de medidas “restitutivas” que responden a cada una de las “opresiones” acumuladas: le “deben” algo, por el “privilegio” respectivo, los hombres de toda raza, las blancas, las negras heterosexuales, los nativos de todo tipo, los no discapacitados de todo tipo y la gente no anciana de todo tipo. Un blanco heterosexual nativo acumula una gran cantidad de “deudas” de “privilegio” o falta de “equidad” respecto de ella, la “oprime” en una gran cantidad de dimensiones, es decir, “transeccionalmente”. Sobre la variedad de la “diversidad” y, por tanto, de las “identidades” y sus respectivas “opresiones”, véanse Duckworth, Sylvia, (11.2022) “Wheel-of-Power-Privilege” y Vanderwoerd, James R., (29.06.2022) “Wheel of Privilege and Power”.
  36. En comparación con eso, la “información pretendida” (fake news) es un problema menor, que supone la pugnacidad. La pugnacidad que se convierte en “discurso de odio” es la condición de posibilidad para que la “información pretendida” pueda tener algún efecto. Por eso en este texto apenas si mencionamos la información pretendida, la cual, como problema, está definitivamente sobrevalorada. Véase Altay, Sacha; Berriche, Manon & Acerbi, Alberto, (28.01.2023) “Misinformation on Misinformation. Conceptual and Methodological Challenges”. Tal sobrevaloración proviene de que a los “progresistas”, es decir, al Partido Demócrata, le permite una explicación fácil y sobre todo reconfortante del triunfo de Trump en 2016: “se engañó al electorado”, Madrigal, Alexis C., (12.10.2017) “What Facebook did to American Democracy”; una explicación que recuerda a la de Lenin respecto de la PGM: según él los proletarios no emprendieron el asalto final contra el sistema capitalista y en vez de ello se fueron a la guerra porque los dirigentes obreros engañaron al proletariado. Eventos históricos explicados con una teoría de la conspiración manipuladora en vez de entender el complejo estructural dominante.
  37. Debe ser claro que es la interactividad propiciada por las redes sociales la que permite que las tribus de minorías identitarias se conformen como tales a pesar del carácter delocalizado – algo que es ajeno a una tribu tradicional – y transeccional de sus integrantes. Los miembros de la tribu T en los EE. UU, están por todos lados, no necesitan tener contacto offline entre sí, pero gracias al contacto online en las redes forman la tribu delocalizada respectiva. Sobre esto véase la extensa discusión en Carrillo Canán, Alberto J. L., (30.11.2021) “Fukuyama y McLuhan: Los Estados Unidos y la destrucción de la identidad nacional por la identidad tribal” y, mucho mejor aún, en la versión de dicho ensayo considerablemente más detallada que aparecerá en un libro en el primer semestre de 2024. Es la interacción digital lo que permite que es los grupos identitarios existan como la e-tribus características de la polarización política contemporánea.
  38. La única plataforma que hoy en día está por la libertad de expresión es X, antes Twitter, de acuerdo con la posición de Elon Musk de que él es “absolutista de la libre expresión”, McIntyre, Lee, (20.09.2022) “Twitter and the fight over free speech”. Antes de la compra de Twitter por Elon Musk y su conversión en X se había impuesto cada vez más ampliamente la tendencia a la censura en las redes sociales, ahora el campo está más equilibrado dada la importancia de X. En Twitter no se censura, en las otras redes sí. Están “alineadas”, Robb, John, (22.10.2022) “Gleichschaltung” con los “progresistas”, los cuales tienen una batalla campal contra Musk que se desató en pleno a partir de la intención de este de comprar Twitter. Incluso señalaron que esa compra era una “amenaza a la cultura” norteamericana, sobre la base de la queja típica de que el “discurso de odio” ha crecido en Twitter, Milmo, Dan, (31.07.2023) “Anti-hate speech group accuses Elon Musk’s X Corp of intimidation over legal threat”, lo cual refleja, por lo menos, una reducción de la censura en esa red.
  39. Véase Serwer, Adam, (09.12.2022) “Why Conservatives Invented a ‘Right to Post’”.
  40. Ídem.
  41. No es extraño que se señale la “transformación del partido demócrata en el partido pro-moderación”, Robertson, Derek, (06.10.2022) “Elon Musk Has Become the Villian Liberals Always Imagined Him to Be”.
  42. Véase Dwoskin, Elizabeth; Tiku, Nitasha & Timberg, Craig, (03.12.2020) “Facebook to start policing anti-Black hate speech more aggressively than anti-White comments, documents show”; Dwoskin, Elizabeth; Tiku, Nitasha & Timberg, Craig, (21.11.2021) “Facebook’s race-blind practices around hate speech came at the expense of Black users, new documents show”; Serwer, Adam, “Why Conservatives Invented a ‘Right to Post’” y Candel, Antonio J., (05.07.2021) “¿Censura en redes sociales? ‘En caso de fricción, debe imperar siempre la libertad de expresión’”.
  43. Lo cual apenas ocurre porque se parte de que las “vulnerables” o “débiles” son las “minorías identitarias” y por eso el que realmente sería perjudicial es el “discurso de odio” de los conservadores. Desde todo punto de vista resultaría que este es “más dañino” que el de las “minorías”, por eso hay que combatir ese. Dwoskin, Elizabeth; Tiku, Nitasha & Timberg, Craig, “Facebook to start policing anti-Black hate speech more aggressively than anti-White comments, documents show”.
  44. Habiendo desarrollado ya desde 2018 lo esencial de esta teoría de la subjetividad pugnaz – la dupla compasión e ira en la versión de un estado moral “solidario y a la vez condenatorio” –, Carrillo Canán, Alberto J. L., (02.06.2018) “Los nuevos medios y la comunicación móvil”, recién ahora reparamos en el tercer capítulo del libro Lukianoff, Greg & Haidt, Jonathan, (2018) The Coddling of the American Mind: How Good Intentions and Bad Ideas Are Setting Up a Generation for Failure, en el que se habla del patrón o “mindset opresor / víctima”.
  45. Igual que nosotros, Haidt insiste en distinguir los contenidos de las redes de su “estructura” o “arquitectura”, y coincide con nosotros en que el problema eso, la forma del medio. Ver Haidt, Jonathan & Rose-Stockwell, Tobias, (12.2019) “The Dark Psychology of Social Networks” y parte final de Haidt, Jonathan, (11.04.2022) “Why the past 10 years of American life have been uniquely stupid”.
  46. Véase Brady, William J.; Willis, Julian A.; Jost, John T.; Tucker, Joshua A. & Van Bavel, Jay J., (26.06.2017) “Emotion shapes the diffusion of moralized content in social networks”.
  47. Esto remite a la diferencia hecha por E. Benveniste entre lo proferido (también enunciado) y la preferencia (también enunciación). El primero es el qué o contenido semántico de la expresión, la segunda es la forma de expresar dicho contenido. Ver Benveniste, Émile, (1966) Problèmes de linguistique générale.
  48. Véase Goodman, Micah & Haidt, Jonathan, (02.06.2022) “Sources Presents: Can Faith and Ethics Heal our Fractured, Technology-Soaked Society?”.
  49. Véase Fukuyama, Francis, (14.08.2018) “Against Identity Politics. The New Tribalism and the Crisis of Democracy”.
  50. Véase Polgar, David R., “Friction Tech Must Play a Bigger Role for Social Media to Get Better”.
  51. Véase McLuhan, Marshall, Understanding Media, ed. cit., cap. 5.
  52. Dado que “lo que cuenta es el medio” (the medium is the message), no hay forma de evitar el efecto psíquico de un medio controlando su contenido. Las estructura o forma eléctrica de las redes – participación abierta, interactividad, en tiempo real – las lleva, inevitablemente, a girar alrededor de la indignación y, por tanto, “el discurso de odio llegó para quedarse” (Douglas). Entonces no es el contenido lo que hay que controlar, sino a) la intensidad en el uso del medio, es decir, reducir su uso, o bien b) la “arquitectura” o “estructura” del medio (Haidt), su forma (McLuhan). Al control en la intensidad del uso del medio McLuhan lo llama control termostático: “(…) los únicos controles efectivos de los medios tienen que tomar la forma termostática del racionamiento cuantitativo.” (UM 305.uo) McLuhan mismo da ejemplos en llamativos pasajes: “Estamos llegando al rango concebible de un mundo automáticamente controlado hasta el punto en el que podríamos decir, ‘seis horas menos de radio en Indonesia la próxima semana o habrá un enorme caídad en la atención alfabética.’ O, ‘podemos programar veinte horas más de TV en Sudáfrica la próxima semana para enfriar la temperatura tribal elevada por el radio la semana pasada. Culturas enteras podrían ser programadas ahora para mantener estable su clima emocional (…)” (UM 28.iiou). Por lo pronto, sabemos que no hace mucho el gobierno chino racionó el uso de la red para los niños y adolescentes, algo emparentado con las propuestas occidentales de elevar la edad para el uso de las redes (Haidt). Pero la segunda cita es particularmente importante porque remite directamente a la IA. En efecto, McLuhan habla de control automático y de programar a culturas enteras en términos emotivos. Si algo es claro hoy en día es que en Occidente se necesita enfriar el clima social, detener la polarización política, y el control que McLuhan propone es (el racionamiento) automático, es decir, se trata de la “cibernación (o automatización)” (UM 248.u). Sin entrar al análisis de la idea, de la cita de UM 28, es claro que una posibilidad es recurrir a un medio para controlar los efectos de otro, un tipo de liaision mediática (el tema del capítulo 5 de UM) y, en el caso de nuestra propusta se trata de ligar las redes con la IA para que tal relación, mediante la comunicación lenta, recupere elementos psíquicos de la tecnología alfabética en contra de la emotividad eléctrica. Gershberg e Illing dicen que una vez que con las redes sociales se sacó al genio tecnológico de su botella ya no es posible regresarlo a ella y que tenemos que vivir con las consecuencias (cfr. PD 11.uo). Lo que pasan por alto es que no se trata de regresar al genio de las redes sociales a la misma botella, sino a la botella que es la IA. La fricción en las redes con base en la IA es la forma de rescatar elementos centrales de que Postman, siguiendo a McLuhan llama la “mente tipográfica” (AD 44, título), la “epistemología basada en la imprenta” ” (AD 24.iiou), para enfriar el clima social occidental.